Ha sido relevado

Un sacerdote accitano denuncia trato discriminatorio y vejatorio por su discapacidad del cabildo de la Catedral de León, donde ejercía como organista

Ciudadanía - IndeGranada - Domingo, 25 de Junio de 2023
Asegura que desde que logró la plaza de organista titular, hace tres años, ha sufrido "ataques mediáticos y públicos hacia su persona por la discapacidad que presenta en una mano".
El hasta ahora organista de la Catedral de León, el accitano Francisco Javier Jiménez Martínez.
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El hasta ahora organista de la Catedral de León, el accitano Francisco Javier Jiménez Martínez.

Francisco Javier Jiménez Martínez, organista titular de la Catedral de León desde 2020, ha denunciado actos "discriminatorios, vejatorios y de trato injusto" por parte de algunos miembros del Cabildo catedralicio leonés, así como de otras personas como el antiguo organista, por su discapacidad.

Jiménez Martínez, accitano de 33 años y con una discapacidad en una mano -del 47 por ciento-, es titulado superior de órgano por el Conservatorio de Valencia. 

Según explica en una carta al director y en una nota de prensa, difundida a través de los proyectos de La Ciudad Accesible, los "ataques mediáticos y públicos hacia su persona por la discapacidad que presenta en una mano" se han sucedido estos tres años. Ha finalizado con su relevo. 

Denuncia que se ha puesto "en duda" su profesionalidad para tocar el órgano de la Catedral de León por su discapacidad

El sacerdote hace hincapié en que "ha entregado su tiempo, salud y dedicación en ofrecer una atención exquisita a la música en la Catedral", así como a otras responsabilidades y competencias del sacerdocio, "logrando importantes logros musicales en tiempo récord para la catedral leonesa como es Ciclo Internacional de Órgano que en tres años ha recibido más de 18.100 personas de público en la propia Catedral". También menciona el hecho de que se haya abierto las puertas de la Catedral al alumnado del Conservatorio de León. 

Según denuncia, sus "éxitos musicales en esta Catedral van de la mano del calvario iniciado hace tres años tras su llegada". A lo largo de estos años se ha puesto "en duda" su profesionalidad para tocar el órgano de la Catedral de León por su discapacidad, lo que a su juicio raya el delito de odio y supone "un ataque a todo el colectivo de personas con discapacidad". 

"Diferentes periódicos en 2020 se hacían eco de estos ataques y discriminaciones que podrían estar incluso tipificados como 'delitos de odio' hacia las personas con discapacidad, según el artículo 510 del Código Penal, entendiéndose como 'delito de odio' según el Ministerio del Interior, “toda infracción penal que surge por prejuicios contra una o varias personas que pertenecen a un determinado grupo social y que viene determinado por la raza, religión, género, edad, ideología, orientación sexual, enfermedad o discapacidad como sería el caso".

Menciona un artículo en Voz Pópuli, publicado el 17 de julio de 2020 bajo el título 'Para qué sirve un órgano', con reflexiones de Luis Algorri, a quien vincula con Samuel Rubio, exorganista de la Catedral, y en el que se recoge: "Y entonces llegó lo que parece una venganza recalentada a fuego lento durante años. Para suceder a Samuel Rubio, los canónigos de León no eligieron a Di Rosa. Ni siquiera le llamaron. Eligieron, sin molestarse en pedir la opinión del organista saliente, a un cura de Guadix que se llama Francisco Javier Jiménez de 33 años y que acaba de conseguir, hace unas semanas, el título superior de órgano, requisito indispensable para ocupar el puesto. Se lo han dado en el conservatorio de Valencia. Antes lo intentó en Sevilla y Murcia. Le ha costado mucho trabajo conseguirlo porque este hombre tiene un problema y es que le faltan varios dedos de la mano derecha".

Añade: "Como lo oyen. Los canónigos han sentado ante uno de los mejores órganos del mundo a una persona que no puede tocar dos notas a la vez con la mano derecha. Si eso no es surrealismo, pues ustedes dirán qué es. Tiene una gran musicalidad, como se ve en los vídeos que graba desde que era un crío, pero padece una limitación insuperable que le obliga a adaptar las partituras, porque sencillamente no puede tocar lo que está escrito Su mérito y su tenacidad son muy grandes, porque hay que tenerlos para obstinarse en tocar precisamente el órgano con su discapacidad, pero es un perfecto desconocido que vio el gran órgano por primera vez del día en que tomó posesión de su puesto". En este enlace se puede leer el artículo donde, según se señala en la nota de prensa, "se vulnera la dignidad de las personas por su discapacidad" http://bitly.ws/J2Mz

Asegura que está en tratamiento por una "grave depresión"

Tras enumerar sus "logros", como "la apertura de las puertas de la Catedral de León a los alumnos del Conservatorio de Música de la ciudad, la restauración de las relaciones con el Centro Nacional de Difusión Musical del Ministerio de Cultura, la puesta en marcha del órgano realejo del Museo de la Catedral que había permanecido abandonado durante treinta años, o las tres ediciones del Ciclo Internacional de Órgano con casi treinta conciertos celebrados, o el Curso Internacional de Música Sacra que lleva organizando en tres ediciones con asistencia de alumnos de muchos países: Chile, Ecuador, España, etc. Su incansable esfuerzo y trabajo desinteresado, han sido destinados a enriquecer el patrimonio musical y cultural de la Catedral de León de manera clara y argumentada durante los últimos años", ha sido expulsado del Cabildo.

Según explica la nota de prensa, está en tratamiento por una "grave depresión" derivada de "acoso laboral". Valora, incluso, dejar el sacerdocio.

Esta es la carta que hace pública: 

"Samuel Rubio se ha salido con la suya

Tres años de trabajo en la Catedral, dejando todo mi tiempo y mi salud en una atención exquisita a la música en la Catedral, habiendo iniciado un ciclo de conciertos con los mejores músicos del mundo, todo ello en un tiempo récord. He conseguido abrir las puertas de la Catedral a los alumnos del Conservatorio, que estaban completamente cerradas. He restablecido relaciones con el Centro Nacional de Difusión Musical, relaciones que el antiguo festival había roto por completo. Inicié una orquesta para la catedral que me echó abajo el deán y el director de música, que difícilmente distingue un manchurrón de una corchea. Puse en marcha el órgano realejo del museo de la Catedral, que estaba abandonado desde hace treinta años…

He dedicado un esfuerzo ingente, mi trabajo y mi salud por la Catedral, sin esperar nada a cambio.

El permiso del obispo de Guadix para permanecer en León concluía el 23 de junio, y el obispo me había renovado ese permiso. Sin embargo, algunos miembros del Cabildo Catedral, días atrás, han estado reuniéndose con Samuel Rubio para provocar mi expulsión. Yo mismo vi a Samuel Rubio salir de la oficina del deán en varias ocasiones. Ya, con todo organizado, se convocó una reunión de Cabildo para renovar o no mi plaza. Dicha reunión se convocó el día que faltaba uno de los canónigos, para impedir su voto. A mí me expulsaron del Cabildo, para no escucharme, de forma bastante violenta, discutiendo fuertemente entre ellos. Me sentí muy mal y me marché del Cabildo. Con toda esta horrible artimaña, unos compañeros con los que estuve trabajando de forma pacífica, incluso con gran aprecio, me han hecho Mobbing, incluso me han hecho caer en la enfermedad. Tal es el desprecio a mi persona y mi trabajo, que sabiendo que estuve incluso ingresado en el hospital y con un fuerte tratamiento, ni siquiera me han preguntado cómo me encuentro hasta el día presente. La misericordia es un concepto teórico que no se deja ver en estos ¿sacerdotes?. Son sacerdotes porque un día se ordenaron, pero la caridad, la sinodalidad, lo del buen samaritano, no se lo creen en absoluto. Solo piensan en sí mismos y en su prestigio, el sufrimiento ajeno se la trae al pairo. El jueves pasado pedí ayuda al deán para celebrar una misa que, por enfermedad yo no pude celebrar, y respondió con una frialdad absoluta sin preguntar ni siquiera cómo me encuentro.

Éste es el Cabildo que tenemos en nuestra Pulchra Leonina (aunque no todos sus miembros). La pulcritud del templo oculta una corrupción moral que nadie conoce, muy probablemente. Jamás me podría imaginar que los sacerdotes pudiesen tratar de una forma tan horrible a un compañero. Muchos de ellos que se la dan de pulcros e íntegros y no les importa en absoluto el sufrimiento ajeno. Algunos incluso me han negado la palabra sin saber por qué. Creo que no merezco este trato en absoluto. El cinismo de Nerón se ha trasladado al Cabildo.

El Sr. Obispo ha decidido, con derecho y libertad, escuchar la decisión de una parte del Cabildo que, obviamente, me causa un daño y una humillación terrible. Sí es cierto que don Luis Ángel, que es un gran obispo, me ha propuesto quedar en la diócesis atendiendo otras tareas pastorales, pero esto supondría un desprestigio y una humillación a mi oficio musical.

Como vemos, se antepone la burocracia al evangelio, a la misericordia, etc. Es del todo intolerable que la Iglesia actúe de esta forma. Mi decepción es muy grande, incluso comienzo a desconfiar del sacerdocio.

Obviamente, la reacción de Samuel es comprensible; de recibir cerca de 400.000€ para celebrar un festival de dos semanas a cortarle el grifo, pues se comprende que actúe así. Por cierto, un presupuesto que es en sí una auténtica obscenidad y que jamás han querido dar cuentas públicas de ello. Ya se publicó un artículo en El Mundo sobre esto. Que cada uno haga su juicio.

Es horrible que la Iglesia esté defendiendo actualmente la sinodalidad y no les importe dejar en la cuneta a una persona que está sufriendo".

León, 20 de abril de 2023. Francisco Javier Jiménez Martínez.