Los restos de José Antonio Primo de Rivera fueron exhumados este lunes del Valle de Cuelgamuros, en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática. Pero el rastro en homenaje del que fuera fundador de la Falange se encuentra en otros muchos puntos, como la ciudad de Granada, donde su nombre está grabado en uno de los muros de la Iglesia del Sagrario, junto a la Catedral.

Como explica a El Independiente de Granada Francisco Vigueras, periodista y portavoz de la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación, del rótulo se limpió la pintura roja, "pero sigue estando ahí" y es "muy visible". La Junta sostuvo en su día, como el propio Arzobispado, que no se puede borrar del todo para no dañar la pared del monumento. Pero la asociación memorialista cree que "hay que aplicar técnicas de restauración avanzadas para eliminar totalmente el rótulo".

A juicio de VJR Granada, "dejar este rótulo fascista, tal y como está, es una chapuza que incumple la Ley de Memoria Democrática y es impropia de un Estado de Derecho".

Como apunta la asociación memorialista, "José Antonio Primo de Rivera fue el fundador de Falange Española, que animaba a sus matones a practicar la dialéctica de los puños y las pistolas. Y cabecilla de un partido fascista, que apoyó el golpe militar contra la legalidad democrática de la República y participó activamente en la represión franquista, siendo responsable de asesinar en las tapias del cementerio a miles de granadinos".

Como este rótulo, la huella franquista sigue muy presente en las calles de la capital, pendiente de la retirada de nombres que exaltan la dictadura y a sus protagonistas.