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El succinato, una molécula identificable en sangre, ayuda a predecir enfermedades cardiovasculares en jóvenes, según un estudio de la UGR

Ciudadanía - IndeGranada - Miércoles, 15 de Septiembre de 2021
Interacciones metabólicas del succinato con tejidos y órganos periféricos.
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Interacciones metabólicas del succinato con tejidos y órganos periféricos.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada (UGR), en colaboración con el Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) de Tarragona, ha identificado que los niveles circulantes de una pequeña molécula identificable en sangre, el succinato, podrían ser servir para identificar de manera temprana a individuos con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular. El trabajo se ha publicado en la revista Cardiovascular Diabetology, especializada en el estudio de la diabetes y los trastornos cardiovasculares.

La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en el mundo. A nivel global, se estima que cada año cerca de 18 millones de personas como consecuencia de las enfermedades cardiovasculares. En España se le atribuyen cerca de 120.000 fallecidos anuales por este motivo. Uno de los datos más alarmantes es que la incidencia de la enfermedad cardiovascular está aumentando entres los sectores más jóvenes de la población. Por este motivo, existe una necesidad imperante de implementar nuevas herramientas que permitan identificar a aquellos individuos con mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular en el futuro.

¿Por qué el succinato?

El succinato es tradicionalmente conocido por su papel como molécula productora de energía en el ciclo de Krebs (ruta metabólica, es decir, sucesión de reacciones químicas que forman parte de la respiración celular en todas las células que utilizan oxígeno). Sin embargo, recientemente se ha demostrado que el succinato es también una molécula clave en la regulación del metabolismo, participando en procesos de señalización y comunicación fuera de la célula, de una manera similar a la que lo hacen las hormonas y otras citoquinas.

En un estudio previo liderado por la doctora Sonia Fernández-Veledo, responsable del grupo DIAMET (grupo de investigación en diabetes y enfermedades metabólicas) del Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV), se observó que los niveles circulantes de succianto estaban elevados en individuos con enfermedad cardiometabólicas e inflamatorias, tales como la obesidad y la diabetes tipo 2.

Este grupo también demostró que los niveles de succinato estaban asociados con una mayor abundancia de bacterias de la microbiota intestinal que producen esta molécula como producto de su metabolismo. Otras investigaciones han hallado que el succinato es un activador de la grasa parda, un tipo de grasa que se asocia con mejor estado de salud cardiovascular. Por todo esto, la implicación del succinato en el metabolismo y su relación con la salud y la enfermedad ha resultado en un aumento exponencial del interés en esta molécula.

Riesgo cardiovascular en adultos jóvenes

En el estudio liderado por la UGR se midieron los niveles circulantes de succinato en sangre en un total de 100 individuos jóvenes de entre 18–25 años. Se analizó su composición corporal, patrones de ingesta nutricional, volumen y actividad tejido adiposo marrón, así como la composición de su microbiota intestinal. Además, se midieron los niveles en sangre de oxilipinas, unas moléculas derivadas de ácidos grasos omega-3 y omega-6, que juegan un papel muy importante en procesos anti y pro-inflamatorios, respectivamente.

Los resultados del estudio no encontraron ninguna asociación entre los niveles de succinato y la actividad o el volumen del tejido adiposo marrón, o con la composición de la microbiota intestinal. Sin embargo, los niveles de succinato sí se asociaron de manera positiva con marcadores de riesgo cardiometabólico tales como como una mayor cantidad de tejido adiposo visceral, presión arterial diastólica, niveles de triglicéridos y de proteína C reactiva, un importante marcador de inflamación.

Además, los individuos con mayores niveles de succinato también presentaron mayores niveles de oxilipinas omega-6 en sangre, las cuales están asociadas con la fisiopatología de la obesidad y una peor salud cardiovascular.

Implicaciones clínicas del estudio

El estudio demuestra que el succinato es un biomarcador asociado con factores de riesgo cardiovascular en adultos jóvenes. A nivel clínico, medir los niveles de succinato podría servir como una herramienta que permita identificar de manera temprana a individuos jóvenes con mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular.

Los investigadores señalan que se necesitan estudios adicionales para confirmar que los niveles circulantes de succinato realmente reflejan el estado cardiovascular de los individuos, y validar su utilidad como potencial marcador de riesgo cardiovascular en poblaciones de adultos jóvenes. De esta manera, el estudio del succinato se consolida como una línea de investigación prometedora para el desarrollo de nuevos tratamientos contra la obesidad, diabetes y la enfermedad cardiovascular.