La plataforma SOS Alhambra se muestra decepcionada con la reunión sobre el Atrio y destaca el "unánime" rechazo social al proyecto
La reunión del Patronato de La Alhambra con diferentes colectivos para recabar opiniones sobre el proyecto Atrio ha vuelto a traer "el fantasma de las viejas prácticas del organismo", según la plataforma SOS Alhambra, que se ha quejado de que no se facilitara a los convocados la información que habían solicitado y el propio formato del encuentro, sin posibilidad de debate.
En la convocatoria, que fue remitida con una semana de antelación, se ofrecía a los invitados la posibilidad de acceder a la información del proyecto mediante un correo electrónico, según explica. Tanto la Plataforma Ciudadana SOS Alhambra como otros colectivos cursaron esta solicitud al correo indicado por el Patronato y "no obtuvieron respuesta alguna". De esta forma sus representantes tuvieron que asistir con la información que habían obtenido de la exposición del proyecto en el Palacio de Carlos V, de la prensa y de sus propias investigaciones.
A esto se suma el hecho de que tampoco haya sido enviada la documentación del proyecto a ICOMOS (organismo consultivo de UNESCO), que ya la solicitó al Patronato en el mes de junio pasado y que ha vuelto a reiterar dicha solicitud a la nueva Dirección, "sin que hasta el momento haya obtenido resultados".
A juicio del colectivo, el formato de la reunión resultó absolutamente "insólito", pues primero se solicitaron las intervenciones de los convocados y, en último lugar, tres miembros del equipo redactor expresaron sus opiniones y explicaron algunos aspectos del proyecto, apoyados por medios audiovisuales, sin posibilidad de nuevas intervenciones, ni preguntas por parte del resto de los asistentes.
En la presidencia del encuentro acompañaban al nuevo director Reynaldo Fernández, el secretario general de la Consejería de Cultura, Eduardo Tamarit; la delegada de cultura de la Junta, Ana Gámez, el arquitecto conservador del monumento, Francisco Lamolda y el secretario del Patronato, que levantó acta del encuentro. Los miembros de la mesa "no expresaron ninguna opinión, limitándose a agradecer la asistencia y a ceder los turnos de palabra", señala la plataforma.
Unánime rechazo de los colectivos sociales al proyecto
En sus intervenciones, los representantes de la Plataforma SOS Alhambra, Ciudadanos por Granada, Oppidum Eleberis, Ecologistas en Acción, Mujeres por Granada y el Centro Artístico Literario y Científico expresaron su "rotundo rechazo" al Atrio. Sus argumentos no entran en consideraciones sobre el proyecto concreto ni sobre la valía de sus autores, que no pretenden poner en discusión, solicitando al mismo tiempo que se articulen canales de comunicación para que la sociedad disponga de una "participación efectiva", mediante su presencia en los distintos niveles de decisión.
Todos ellos abordaron cuestiones sobre las "deficientes" condiciones de participación, el incumplimiento de la normativa y las directrices de UNESCO, el emplazamiento "improcedente" y el tamaño "injustificable" del programa de usos. Destacaron el impacto "negativo" sobre el monumento y sobre la ciudad, añadiendo que con el proyecto se verá incrementado el "aislamiento" del conjunto monumental respecto de Granada, en lugar de fomentar su necesaria reintegración.
Los representantes de UNESCO-Andalucía manifestaron la conveniencia de que se diese conocimiento del proyecto a UNESCO para su estudio, en atención a la consideración de La Alhambra como un bien de Patrimonio Mundial, coincidiendo con los representantes ciudadanos en la necesidad de fortalecer los vínculos con el barrio del Albaicín, que goza de idéntico distintivo universal.
La defensa al proyecto vino de "la élite profesional"
"Como de esperar", asegura en su comunicado SOS Alhambra, los profesionales de la arquitectura habían sido citados para exponer una defensa "incondicional" del proyecto de Siza y Santos. Profesionales de la Escuela de Arquitectura, el Colegio de Arquitectos y la Cámara de Comercio de Motril se centraron, según el colectivo, en defender la categoría profesional de los autores -que, según precisa SOS Alhambra "ninguno de los presentes había cuestionado"-, la "infalibilidad" de los concursos y de sus jurados, así como la ausencia de transgresiones a la normativa por parte del proyecto; sin entrar en el fondo de la cuestión sobre la incompatibilidad del emplazamiento con las advertencias internacionales y la normativa patrimonial y urbanística de aplicación.
El autor local del proyecto y miembros de su equipo cerraron el acto mostrando imágenes, gráficos y fichas técnicas. En opinión de SOS Alhambra, el autor intentó "sin éxito" convencer a los representantes de los colectivos ciudadanos, del trato "exquisito" que recibirían los árboles que se pretendía arrancar y de la "ausencia de impacto" que las construcciones producirían sobre el entorno.
La sesión finalizó "sin dar la oportunidad" a los asistentes de intervenir de nuevo, para interpelar al autor del proyecto, o para rebatir argumentos, lo que habría propiciado "un verdadero debate". Los representantes de SOS Alhambra y demás colectivos asociados resultaron francamente "decepcionados", por la falta de información y por la organización de la reunión, cuyo orden de intervención se había programado justamente al contrario de su proceso lógico, convirtiéndola en una "sucesión de monólogos" con una presentación final de la información, que en su opinión debería haber precedido a la reunión.