El PP desautorizó al nuevo consejero de Salud por decir que la sanidad universal y gratuita era “una utopía”
El nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía nace con polémica. Al menos en lo concerniente a la Consejería de Salud se refiere, uno de los principales frentes de gestión que deberá abordar la Junta tras las protestas ciudadanas contra la gestión sanitaria que nacieron en Granada.
El presidente anunció este lunes que Jesús Aguirre, senador por Córdoba, asumirá la Consejería. Aguirre fue expresamente desautorizado por el PP nacional al cuestionar la gratuidad y universalidad de la sanidad pública.
Ahora dirigirá una de las áreas más complicadas y con mayores retos del Gobierno andaluz, como es Salud, además de las competencias de familia.
En abril de 2012, cuando era senador y portavoz de Sanidad en esa Cámara de su grupo, Aguirre aseguró: "Ahora que ya no estamos en campaña electoral y han pasado las elecciones andaluzas y generales" es el momento de "decir la verdad" sobre el futuro de la sanidad en España y, en este sentido, ha asegurado que hablar de solidaridad, universalidad o gratuidad es "una utopía".
"Ahora que ya no estamos en campaña electoral y han pasado las elecciones andaluzas y generales, los políticos debemos decir lo que de verdad pensamos, aunque a veces sea políticamente incorrecto", ha asegurado el senador 'popular'.
En este sentido, Aguirre criticó que a los políticos "se les llene la boca en todos los mítines" al "hablar de una sanidad universal, solidaria, gratuita y de calidad" porque así lo establece la Constitución, cuando la Carta Magna "también habla del derecho al trabajo, y tenemos 5,3 millones de parados, y del derecho a la vivienda digna, y hay muchos ciudadanos que no la tienen".
"Como utópico está bien", insistió advirtiendo sin embargo de que "de vez en cuando hay que atarse los machos y decir las verdades del barquero".
Así, Aguirre criticó que se hable de solidaridad y universalidad cuando se da asistencia sanitaria "a más de 500.000 turistas, a gente con un nivel adquisitivo mucho mayor que nosotros que vive no un mes sino seis, ocho o un año entero". "Esa es la universalidad y gratuidad que tenemos", censuró.
Asimismo, añadió que Ceuta y Melilla eran "los hospitales de referencia del norte de África". "Trasplantes, problemas cardiacos y cualquier patología que hay en el norte de África va a Ceuta y Melilla. Eso es solidaridad pero, ¿nos la podemos permitir?", se preguntó.
"Entendemos que haya universalidad y solidaridad, pero con quien de verdad hay que ser solidarios, no con quien se aprovecha de nuestro sistema sanitario", según Aguirre. Además, el senador del PP lamentó entonces que se hablara de una sanidad gratuita cuando "la pagamos entre todos con nuestros impuestos directos e indirectos", y criticó que la calidad de los servicios que se ofrecen es "relativa".
"Vamos a ser realistas, porque la calidad es un término relativo y depende de los parámetros que evalúes va a salir más o menos calidad. Y depende de quién te evalúe, porque si te autoevalúas te sale una calidad de órdago, como pasa con las comunidades, que parece que somos los reyes del mambo", señaló.
Por todo ello, Aguirre apostó por "dejar de contar mentiras y hacer un diagnóstico de donde estamos" y ver cuáles son "los pozos de ineficiencia" e intentar "dar los máximos servicios y mantener la sanidad dentro de unos niveles".
Sus declaraciones levantaron tal polémica que la propia dirección nacional del partido reaccionó desautorizándolo. Lo hizo el PP del Senado, señalando que las palabras de Aguirre "en modo alguno" representaban "el sentir y los planteamientos del Partido Popular", en referencia a la sanidad pública en España. "Lamentamos este hecho y nos reafirmamos en desmentir las palabras del senador Jesús Aguirre", recalcaron para agregar que el PP seguiría defendiendo "una sanidad de calidad, universal, pública, abierta y gratuita a todos, sin diferencias y sin que importe la comunidad autónoma donde se resida, manteniendo la cohesión territorial". "No puede quedar ni el más mínimo resquicio de duda sobre el compromiso del Partido Popular en la defensa de la Sanidad Pública en nuestro país", argumentaron.
La propia María Dolores de Cospedal, entonces secretaria general del partido conservador, tuvo que intervenir para apuntar que, con carácter general, las declaraciones del senador no eran "fáciles de compartir en su filosofía general".
Tras la intervención de la dirección nacional de su partido, Aguirre hizo unas declaraciones matizando sus palabras y añadiendo que la sanidad universal y gratuita era "una utopía a la que debemos aspirar".
Destacó en esa aclaración que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad estaba "asumiendo liderazgo en políticas sanitarias para mantener equidad y cohesión del sistema de salud en todas las comunidades", a través de medidas como "el control de compra, tarjetas sanitarias, mesas de trabajo específicas de retribuciones o mesas de trabajo de cartera de servicios".
Y agregó que eran necesarias medidas "estructurales de financiación" como "la captación de recursos a través de cobros a terceros de cerca de 500.000 turistas de países con capacidad económica potente a los que se atiende en el país sin asignar ese cobro a terceros". "Siempre optimizando recursos entre sanidad publica y privada en beneficio del paciente", puntualizó.
En esa precisión llegó a defender la necesidad de "despolitizar la sanidad", considerando que "tenemos demasiados cargos políticos tomando decisiones en el ámbito sanitario cuando son los profesionales los que tienen que tomarlas".