Granada se aleja de Melilla
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Vídeo del último aterrizaje del vuelo Melilla-Granada, en el Aeropuerto Federico García Lorca, en Chauchina.
El último vuelo que enlazó los aeropuertos de Melilla y de Granada, en Chauchina, fue el pasado 5 de enero. Casi sin aviso, el vuelo de Iberia operado por Air Nostrum suspendió la conexión que, para entonces, se limitaba a un par de vuelos entre semana.
La paradoja: mientras el Aeropuerto de Granada –llamado desde el último gobierno socialista Federico García Lorca, Granada-Jaén-, que nunca recibió la atención estatal que merecía la provincia andaluza, amplía sus rutas internacionales, con destino a Londres y Milán, pierde conexiones nacionales, que ya solo se limitan a Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca.
En marzo pasado, por primera vez el Aeropuerto de Granada aumentaba el número de pasajeros trasportados. En total, 70.728 viajeros, un 3,5 por ciento, y con 1,9 por ciento menos operaciones (906).
La conexión aérea Granada-Melilla, cuya falta de rentabilidad justificada por Iberia no ha sido demostrada, es una línea estratégica. Estudiantes, familiares de estos, docentes de la UGR, empresarios, viajeros para consultas médicas o de turismo y ocio… han sido los principales usuarios de este vuelo.
Espectaculares imágenes de Sierra Nevada desde el últivo vuelo Melilla-Granada
Desde la Ciudad Autónoma de Melilla, gobernada por el PP, se pide que sea declarada de “interés público”, lo que permitiría recibir subvenciones que puedan mantener la línea.
La línea marítima, en peligro
A diferencia de la línea aérea, en la que tan solo el PSOE ha alzado la voz, el riesgo de perder la conexión marítima desde el Puerto de Motril, que opera la naviera Armas, ha despertado una gran movilización, tanto en la capital, como en la ciudad costera.
De hecho, organizaciones empresariales de Granada y Motril se unieron para reclamar a instituciones y representantes de los partidos en el Congreso de los Diputados una postura firme en defensa de esta conexión marítima, amenazada por una convocatoria de ayudas por parte del Gobierno central que se restringe a los puertos de Málaga y Almería y discrimina al de Granada.
El riesgo parte de las subvenciones que reciben desde el Gobierno en Málaga y Almería por mantener las conexiones con Melilla al ser declaradas de “interés público”, que se materializa en que se reparten 14 millones de euros al año. 19.700 euros al día que reciben las navieras de Málaga y Almería para conectar Melilla y la Península.
La naviera Armas puede eliminar la línea desde Motril al no poder competir con las conexiones desde los otros dos puertos andaluces. En riesgo, medio millar de trabajadores, lo que también concitó la unanimidad del pleno del Ayuntamiento de Motril para reclamar la igualdad de condiciones para su puerto, el más cercano a Melilla, y el que ofrece el trayecto más corto.
Decreto revisable
El PP atribuye que el Puerto de Motril no entre en las ayudas a un decreto de 2007, con el Gobierno socialista que declaraba de “interés público” la conexión marítima de Melilla con los puertos de Málaga y Almería. Entonces, no existía la línea con Motril. Los socialistas replican que un problema similar ocurrió en Baleares, y que el Gobierno de Mariano Rajoy lo solventó.