La Sala de Rectores y la Biblioteca del Hospital Real han quedado unidas gracias a una cristalera que genera un pasillo visual entre ambos espacios del que surge una visión desconocida hasta ahora de la biblioteca. El origen de esta intervención está en unos trabajos de estabilización estructural realizados para resolver un problema de transmisión de cargas surgidos en el edificio tras los trabajos de recomposición de armaduras de cubierta y alfarjes de madera posteriores al grave incendio de 1549. 

El vestíbulo de ingreso a la Sala de Rectores, en otro tiempo Cuarto Real, constituye un espacio de transición entre las galerías inconclusas del patio de los Mármoles, cuya planta alta se desmontó a consecuencia del citado incendio, y el Patio de Carlos V, que no llegó a edificarse finalmente, según ha recordado la UGR. Este espacio estaba separado del crucero alto del Hospital Real, hoy Biblioteca General de la Universidad de Granada, por un muro de ladrillo que sostenía a la armadura de madera de la cubierta, estructura que acumuló una notable deformación que ponía en riesgo su estabilidad. Ante ello, el arquitecto Pedro Salmerón redactó en 2019 un proyecto para la sustitución del citado tabique por otro de nueva factura que integraba una viga metálica de sustentación de la armadura de cubierta. La nueva división incorporó un hueco central acristalado de factura contemporánea que recupera el eje visual desde la Sala de Rectores al Cimborrio del Crucero, comunicación cegada en posguerra. 

La vicerrectora de Extensión Universitaria, Patrimonio y Relaciones Institucionales, Margarita Sánchez Romero, afirma que "esta intervención ha venido a unir visuamente dos de los espacios más singulares del Hospital Real, la biblioteca, una de nuestras joyas patrimoniales, y el Salón de Rectores donde se encuentran, entre otros, algunas de las obras depósito del Museo del Prado,  como “La muerte del Príncipe de Viana” obra de Vicente Poveda y Juan y fechado en 1887, que fue restaurado por el Área de Patrimonio entre marzo y julio de 2021 y y la obra de Francisco Bayeu y Subías titulada “Cristo crucificado” fechada en 1792".

La compleja intervención, dirigida por el arquitecto Diego Garzón y terminada en 2023, ha incluido la rehabilitación y consolidación de la armadura de cubierta y del citado alfarje de planta primera, siendo cofinanciada por la Universidad de Granada y el Plan Alhambra promovido por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.