La mayor exportadora mundial de tomate cherry refuerza las medidas de seguridad alimentaria y protección de sus trabajadores

Entre trabajadores y cooperativistas, de la cooperativa Granada-La Palma, la mayor distribuidora mundial de tomate cherry, dependen en torno a 4.000 personas. Es una de las principales del sector hortícola y pionera estos días en la implantación de medidas para reforzar la seguridad alimentaria y la protección de sus trabajadores y trabajadoras frente al coronavirus.
Por ello, a la entrada de sus grandes instalaciones se toma la temperatura a los empleados, que desinfectan el calzado. Para el personal y los transportistas se han repartido mascarillas, guantes, gafas y gel hidroalcohólico. Dentro, los puestos de trabajo están separados por paneles. Son pantallas de hasta dos metros de alto y uno de ancho para separar las envasadoras de los productos.
Además, ya están previstas pruebas para su plantilla en sus propios laboratorios.
Se trata de medidas temporales y excepcionales aprobadas por el consejo rector de la cooperativa, como destaca su presidente Pedro Ruiz García. Y se actualizarán las veces que sean necesarias para garantizar la seguridad de trabajadores y agricultores, destaca.
Todo ello con un objetivo, garantizar el abastecimiento y contribuir a que a nadie en España o Europa le falten productos frescos. Una labor esencial en este estado de alarma.
La cooperativa Granada-La Palma está situada en Carchuna y dispone de cinco centros, dos de ellos de producción y tres dedicados a la recogida de productos.
En los últimos tiempos se ha convertido en una de las empresas referentes del sector hortícola.