Sierra Nevada, Ahora y siempre.

Una exposición de la Dirección General del Catastro subraya el valor del patrimonio documental que custodian los archivos

E+I+D+i - IndeGranada - Viernes, 28 de Junio de 2024
Libros de la exposición.
CEHVAL
Libros de la exposición.

La exposición titulada "El Catastro de Ensenada. Magna Averiguación Fiscal para Alivio de los Vasallos y Mejor Conocimiento de los Reinos (1749-1756). Cáñar y Barja 1752" se inaugurará el sábado 29 de junio en la localidad alpujarreña de Cáñar y estará abierta al público hasta el próximo mes de septiembre.

La muestra, comisariada por los profesores Raúl Ruiz Álvarez de la Universidad de Cádiz, Ángel I. Aguilar Cuesta y Concepción Camarero Bullón de la Universidad Autónoma de Madrid, examina meticulosamente la documentación del Catastro de Ensenada custodiada en el Archivo Histórico Provincial de Granada. A partir de dicha investigación se ha elaborado un libro que se entregará a los asistentes.

Según ha informado el Centro de Estudios Históricos del Valle de Lecrín y la Alpujarra, el proyecto está respaldado por la Dirección General del Catastro del Ministerio de Hacienda y Función Pública y cuenta con la colaboración del Archivo Histórico Provincial de Granada, dependiente de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía. Además, participan el Instituto Universitario de la Corte en Europa (IULCE-UAM, Madrid) y el Centro de Estudios Históricos del Valle de Lecrín y La Alpujarra (CEHVAL).

La inauguración contará con la presencia del alcalde de Cáñar, Manuel Álvarez; el subdirector de la Dirección General del Catastro del Gobierno de España, Jesús Puebla; el delegado territorial de empleo, empresa y trabajo autónomo de la Junta de Andalucía, Javier Martín y la directora del Archivo Histórico Provincial de Granada, Eva Martín. 

Los comisarios explican que, en 1752, durante la realización del catastro, el término municipal de Cáñar comprendía dos localidades: Cáñar y Barja, ambas pertenecientes al Estado de Órgiva

Los comisarios explican que, en 1752, durante la realización del catastro, el término municipal de Cáñar comprendía dos localidades: Cáñar y Barja, ambas pertenecientes al Estado de Órgiva. Barja contaba con 174 habitantes distribuidos en 43 familias, mientras que Cáñar albergaba a 590 personas organizadas en 155 familias, incluyendo dos del estado eclesiástico. Las dos localidades disponían de instalaciones industriales relacionadas con el agua y los cereales, como los tradicionales molinos harineros. La tierra era el principal recurso económico, con amplios terrenos de regadío y secano cultivados con olivos, castaños, árboles frutales y morales. También poseían un extenso monte que proporcionaba madera para la Marina. La mayoría de los vecinos eran labradores y jornaleros, destacando el papel fundamental de las mujeres en estas actividades. Se registraron además otros oficios como maestro molinero, cirujanos, organista, tejedores de lienzo y maestros herradores.

En 1816, una riada devastó Barja, obligando a sus habitantes a trasladarse a Cáñar, dejando tras de sí únicamente algunas ruinas que hoy testimonian su pasado.