La comarca de Guadix llama a rebelarse contra las macrogranjas y proyectos que "envenenan" el entorno
Una manifestación convocada por la Asociación La Calahorra en Acción junto a Ecologistas en Acción, ha alertado este sábado de las consecuencias que macrogranjas y proyectos como la planta de biogás pueden tener para el medio ambiente y, muy especialmente, para el acuífero de la comarca.
"En ningún lugar de España quieren este tipo de industrias, que hay alcaldes que las han rechazado y que la ciudadanía se está asociando y confederando con asociaciones de todo el territorio nacional, porque sabemos que la unión hace la fuerza", ha expuesto la plataforma en el manifiesto leído al finalizar la movilización desarrollada en Guadix y que ha reunido a personas de toda la comarca.
La Calahorra en Acción ha recordado los accidentes registrados en plantas similares en Alemania, donde acabaron vertidos 350.000 litros de purines al agua, para advertir de los peligros de este tipo de instalaciones.
"Imaginemos que la naturaleza nos envía una tromba de agua importante... Alcudia, Exfiliana, Guadix y Benalúa, se tragan todos los arrastres y toda la mierda que nos dejen allá arriba, y por supuesto la contaminación del acuífero Guadix-Marquesado sería tristemente inevitable"
Han resaltado también lo ocurrido tras el paso de la reciente DANA. "Con lo poco que llovió por nuestra zona, en la rambla de Fiñana, la Canal, se acumuló tanta agua que la finca donde se están llevanco a cabo las obras de la maldita planta de biogás se anegó", ha alertado para añadir "imaginemos por un momento que la naturaleza nos envía una tromba de agua importante... Alcudia, Exfiliana, Guadix y Benalúa, se tragan todos los arrastres y toda la mierda que nos dejen allá arriba, y por supuesto la contaminación del acuífero Guadix-Marquesado sería tristemente inevitable".
Reproducimos a continuación el manifiesto leído al finalizar la manifestación:
Hay pensamientos y reflexiones que siempre están vigentes, no envejecen con el paso de los años, entre otros, el de Ricardo Flores, filósofo y activista mexicano.
Y es que seguimos viviendo en unos tiempos en los que el conformismo social viene creciendo por inercia, por desidia. Podemos definirlo como ideología conformista, que propone adaptarse a lo que hay, a lo que nuestros dirigentes políticos nos imponen influenciados o presionados por los poderes fácticos que son los grandes inversores que manejan la economía, para conseguir a través de ésta la máxima y rápida rentabilidad a sus inversiones, sin importarles nada en absoluto el sentir de los pueblos que gobiernan.
No es necesario que un poder fáctico se imponga por la fuerza, basta con sugerir o explicitar sus deseos para que se hagan realidad.
La clave de su ejercicio es su capacidad de control de mecanismos externos a la política para lograr poder político, como por ejemplo el dominio de los medios de comunicación, que le dan el control de la ideología, la sociedad y la economía.
Todo esto viene al caso como consecuencia de que la clase política abra las puertas a la instalación de actividades llamadas renovables, pero que a la postre no dejan de ser molestas, nocivas, insalubre y peligrosas
Todo esto viene al caso como consecuencia de que la clase política abra las puertas a la instalación de actividades llamadas renovables, pero que a la postre no dejan de ser molestas, nocivas, insalubre y peligrosas y la ciudadanía se engurruña de hombros, bien por fidelidad política, por apatía, desencanto o impotencia.
Y, aunque ya hemos hablado e informado lo suficiente sobre la instalación de la planta de biogás en el término municipal de La Calahorra, siemre es bueno y aconsejable recordar que además de problemas operacioneales, en una planta de producción de biogás existen riesgos de contaminación acuífera, incendio, explosión por gases inflamables, toxicidad y microbiológicos.
Y hay que recordar, por ejemplo, el accidente ocurrido en una planta de biogás en Alemania en 2015, que se vertieron cerca de 350.000 litros de purines en medios acuáticos y se recogieron de las aguas seis toneladas de peces muertos.
Y hay que recordar, por ejemplo, el incendio de hace 4 o 5 años de la planta de biogás de Campillos (Málaga).
Y hay que recordar que en ningún lugar de España quieren este tipo de industrias, que hay alcaldes que las han rechazado y que la ciudadanía se está asociando y confederando con asociaciones de todo el territorio nacional, porque sabemos que la unión hace la fuerza.
Y hay que reflexionar sobre los avisos que nos está enviando la naturaleza, como por ejemplo, lo ocurrido lamentablemente con las lluvias torrenciales a finales de octubre en Valencia.
En esos días, también llovió por aquí, aunque afortunadamente no con tanta virulencia, y aún así hay que recordar que el río Verde llevaba tanta agua que a punto estuvo de su desbordamiento, porque el río Verde recoge las aguas que vienen del Marquesado.
Con lo poco que llovió por nuestra zona, en la rambla de Fiñana, la Canal, se acumuló tanta agua que la finca donde se están llevanco a cabo las obras de la maldita planta de biogás se anegó (tenemos fotos y vídeos de ello).
Imaginemos por un momento que la naturaleza nos envía una tromba de agua importante... Alcudia, Exfiliana, Guadix y Benalúa, se tragan todos los arrastrees y toda la mierda que nos dejen allá arriba, y por supuesto la contaminación del acuífero Guadix-Marquesado sería tristemente inevitable
Imaginemos por un momento que la naturaleza nos envía una tromba de agua importante... Alcudia, Exfiliana, Guadix y Benalúa, se tragan todos los arrastrees y toda la mierda que nos dejen allá arriba, y por supuesto la contaminación del acuífero Guadix-Marquesado sería tristemente inevitable.
Paisanos y paisanas del Valle del Zalabí y Hoaya de Guadix, ¿lo vais a permitir? Digo "lo vais" porque desde la Asociación La Calahorra en Acción, LACEA, estamos luchando con todo nuestro esfuerzo y medios posibles para impedirlo.
Uniros descaradamente a nuestra causa, que es de todos los pueblos de la comarca y cuando algunos políticos (muchos de ellos fieles aspirantes a mejorar su carrera política) traten de quitarle importancia al asunto, decidles ¡NO!; los votos que les dimos en las elecciones eran para mejorar nuestros pueblos, no para envenenar nuestro entorno y que por supuesto nuestros futuros votos los reflexionaremos bien antes de llegar a las urnas, porque nuestros votos valen más que un gesto de complicidad, más que un guiño, más que una falsa sonrisa; valen más que unas falsas promesas.