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Una auditoria acústica determinara si los conciertos del Zaidín Rock afectan al Hospital del Campus

El PP reclama ahora para el Zaidín Rock lo que en 13 años nunca quiso afrontar

Cultura - J.I.P. - Martes, 26 de Julio de 2016
La Junta de Distrito del Zaidín dejó patente el dudoso apoyo del PP a su Festival de Rock, el más longevo de todo el país. Convocado a instancias de los populares, por primera vez con carácter extraordinario, para debatir el emplazamiento del certamen musical que se celebra en septiembre, la Junta de Distrito dejó en evidencia que los populares reclama ahora al gobierno socialista, con apenas tres meses en el poder, lo que en 13 años nunca quiso afrontar, doce de ellos con mayoría absoluta.
Imagen de la Junta de Distrito extraordinaria del Zaidín.
P.V.M.
Imagen de la Junta de Distrito extraordinaria del Zaidín.
En la Junta de Distrito del Zaidín, además, la mayoría de las asociaciones del barrio, menos la Zaidín Vergeles, que la organiza, reclamaron un nuevo emplazamiento y criticaron las molestias que sufren los vecinos. Hasta el presidente de un edificio de las nuevas zonas del barrio, llegó a negar que el rock fuera cultura, ante el estupor de los asistentes, indignados.
 
Una exhaustiva auditoría acústica, que con técnicas de 3D, acometerá la empresa dBA, determinará si el nivel sonoro de los conciertos del Zaidín Rock alcanzarán al Hospital del Campus de la Salud, desde su actual emplazamiento, al que se buscará un lugar alternativo desde el momento en que acabe la edición de este año, prevista del 8 al 10 de septiembre.
 
La auditoría acústica fue revelada este lunes durante la reunión extraordinaria de la Junta de Distrito del Zaidín, convocada a propuesta del PP, para debatir exclusivamente sobre el emplazamiento del prestigioso y popular certamen, que este año cumple su 36 edición, con Ilegales, Lagartija Nick, y Rock&Roll Star, un proyecto de Manuel España (La Guardia), Javier Ojeda (Danza Invisible) y Carlos Segarra (Rebeldes), como cabezas de cartel.
 
El estudio acústico sobre el impacto del Zaidín Rock en el Hospital estará concluido en unas dos semanas, según anunció el ingeniero de sonido José Martínez Ibáñez, de la empresa dBA Acústica, encargada de la auditoría, invitado a la Junta de Distrito quien detalló no solo los pormenores del estudio, sino también el contenido de la ley en vigor, que permite a cualquier ayuntamiento “suspender los objetivos de calidad” sonoro en caso de fiestas populares o eventos de carácter especial, como es este caso
 
Además, ya han elevado recomendaciones a la empresa organizadora del certamen, los hermanos Toro, para que instalen una concha acústica en el escenario que reducirá sensiblemente la contaminación acústica.
 
Un antecedente que augura que el Zaidín Rock no afecta al Hospital

En 2012, la empresa dBA realizó mediciones reales de sonido durante el Festival de Rock que reflejaron niveles inferiores a los permitidos. Unos 120 metros separan en línea recta el recinto del Festival del Hospital. En aquella prueba en la rotonda cercana, el nivel de sonido registrado alcanzaba los 60 decibelios. Aunque aún hay 60 metros al Hospital. Los edificios del PTS construidos rebajaran ahora más el sonido y más aún la fachada del nuevo centro hospitalario. La previsión de la empresa, que empleará técnicas de 3D altamente sofisticadas en la auditoría, es que el nivel acústico que llegue al interior del Hospital esté por debajo de lo que registra habitualmente.

Pero, además, todos los días de concierto realizará también mediciones para poder disminuir, si es preciso, el nivel acústico, y obtener nuevas conclusiones para años venideros.
El presidente de la Asociación de Vecinos de Zaidín Vergeles, Antonio Ruiz, dijo que en el caso de que el estudio demuestre que los conciertos afectan al Hospital, cancelaría el Zaidín Rock, que organiza la entidad vecinal que lidera, la más potente y activa del barrio. Ruiz pidió al resto de asociaciones solidaridad con un certamen que forma parte de la historia del barrio y que puede causar las mismas molestias que la Feria del Corpus, a los vecinos que residen próximo al recinto de Almanjáyar.
 
También se quejó de que desde hace años reclaman la construcción de un auditorio para poder albergar el Festival y otras actividades, lo que nunca impulsó el gobierno municipal del PP, y que, además, fue manipulado por algunas asociaciones que difundieron que lo que se pedía era un botellódromo.
 
En la primera Junta de Distrito extraordinaria que se celebra en el Zaidín, presidida por el socialista Eduardo Castillo, quedó patente el dudoso apoyo del PP a un certamen, gratuito, que ha traspasado fronteras, que es el más antiguo de España y que puede llegar a reunir a 20.000 personas por noche, como el de otros asociaciones del barrio, cuya principal queja es el ruido y molestias que ocasiona a los vecinos, aunque dijeron que están "a favor del festival", al igual que los populares.
 
O, si no, por qué durante los 13 años gobernando el Ayuntamiento de la capital, doce de ellos con mayoría absoluta, nunca se preocupó de buscar un emplazamiento alternativo, cuando ya se conocía la construcción del Hospital del Campus. ¿Acaso los conciertos celebrados en la Plaza de Toros no afectaban a los hospitales y vecinos de la zona?
 
La relación del PP con el Zaidín Rock está llena de desencuentros. En 2012 a punto estuvo de no celebrarse, al considerar que el certamen no contaba con licencia. El Ayuntamiento multó a la organización con 7.600 euros, luego rebajado a 600 euros por un juzgado. Aquella denuncia, además, fue enviada a todos los miembros de la junta directiva de la Asociación Zaidín Vergeles, menos a los vocales del PP.

Años antes, en 2005, el gobierno municipal del PP mandó cada noche de conciertos a la Policía Local para comprobar los niveles acústicos. Aquello tampoco quedó en nada. Sin contar el nulo apoyo municipal al certamen, que exhibió sin pudor en los últimos años de mandato.
En la intervención de algunos asistentes, esa sombra quedó reflejada al aludir que el Zaidín Rock, guardando las distancias, es similar a las molestias que ocasionan las procesiones de Semana Santa, con barrios, como el Albaicín o Realejo, en días determinados, aislados, pero que se asume, pese al incordio para vecinos.
 
 
La representante de la Asociación de Bipolares advirtió que los agudos con esta dolencia están ingresados en uno de los dedos arquitectónicos del Hospital, por lo que podían estar más expuestos al ruido. El ingeniero de dBA agradeció la intervención para que en las mediciones se tenga aún más en cuenta la planta donde están ingresados.
 
El concejal socialista Eduardo Castillo reiteró que tras la edición de este año se buscará un emplazamiento alternativo y repasó varias opciones barajadas para este año, pese al poco tiempo que contó el nuevo gobierno municipal que asumió el mando en mayo, tras el caso Nazarí.
 
El Palacio de los Deportes, por ejemplo, pero solo puede albergar a 9.000 espectadores. Además, al ser recinto cerrado lo hace desaconsejable dado el carácter abierto del Festival, de personas que entran y salen del recinto.
 
También quedó descartado el Nuevo Los Cármenes porque el fin de semana del Festival disputa partido de liga el Granada CF. Pero aunque el calendario futbolístico no hubiera deparado un encuentro en casa, hubiera sido necesario sustituir el césped, lo que implicaba una inversión de más de 100.000 euros.
 
Otro de los escenarios planteados es el recinto de Ifagra, pero Eduardo Castillo, señaló que cuando se interesaron por el recinto les dijeron que ya estaba reservado, lo que aprovechó para criticar al PP, representado por la concejala Inmaculada Puche, por no haberlo previsto durante el fin de su mandato.
 
A la Junta de Distrito, junto a los represetantes de las asociaciones vecinales del Zaidín, asistieron, además, la concejal de Ciudadanos, Lorena Rodríguez, quien asumió a instancias de una intervención solicitar más vigilancia policial y seguridad, y la portavoz municipal de Vamos Granada, Marta Gutiérrez.