Granada recupera el pilar de agua del Pasaje de Diego de Siloé, junto a la Catedral
El Ayuntamiento de Granada restaura el pilar del Pasaje de Diego de Siloé, del siglo XVI y emplazado en las inmediaciones de la Catedral de Granada, que ha estado fuera de funcionamiento por el mal estado de conservación que presentaba a causa de las "tensiones naturales sufridas por la piedra" que le han provocado "pérdidas volumétricas", ocasionadas por la "expansión térmica diferencial de los materiales y por golpes" y fisuras por micro fracturación.
La intervención ha sido impulsada por el Ayuntamiento de Granada, en colaboración con Emasagra, y ha supuesto una inversión de casi 10.000 euros, gracias a la que se ha recuperado el estado original del pequeño pilar pétreo, compuesto por una planta rectangular, con resalte en la mitad y remate redondeado, donde destaca un rosetón en el frontis con un único caño de agua
La intervención ha sido impulsada por el Ayuntamiento de Granada, en colaboración con Emasagra, y ha supuesto una inversión de casi 10.000 euros, gracias a la que se ha recuperado el estado original del pequeño pilar pétreo, compuesto por una planta rectangular, con resalte en la mitad y remate redondeado, donde destaca un rosetón en el frontis con un único caño de agua.
El gobierno municipal continúa así con el proyecto de recuperación de los pilares de agua que desde el siglo XV se construyeron en las calles de la ciudad no solo como elemento decorativo, sino como un "instrumento para abastecer de agua corriente a los ciudadanos que no la tenían en sus casas".
El pilar además cuenta en su parte superior con una placa cerámica, instalada por el Ayuntamiento de Granada en 1982, en la que recuerda la decisión del consistorio granadino de nominar esta calle, hasta entonces con el nombre de calle Angosta de la Botica, en homenaje del reconocido arquitecto y escultor renacentista y maestro de la catedral granadina, quien además tenía su casa en dicha vía.
Construido con mármol de Sierra Elvira, la restauración ha prestado especial atención a la restitución de las partes del pilar que objeto con anterioridad de intervenciones para paliar su deterioro se llevaron a cabo con materiales, menos porosos, pero que aceleraron su mal estado.
Así, se ha optado por mantener la obra "sin añadir ningún tratamiento o elemento que pueda modificar, alterar o distorsionar físicamente la estabilidad del pilar" para lo que se ha "dado una lectura del sistema original, eliminando los añadidos que lo enmascaran".
Se ha conseguido "devolver a los materiales la integridad física perdida" mediante la eliminación de "marcas de anteriores intervenciones", se ha ajustado el color de algunos morteros, se ha retirado la suciedad adherida, a la vez que se ha tratado el caño metálico y consolidado tras un estudio en profundidad las fisuras existentes.
La actuación ha incluido la introducción de la tubería que abastecerá de agua del pilar, para lo que se ha desmontado parte del frontal, a la vez que se en su reconstrucción se han reparado las zonas con pérdidas volumétricas significativas.