'Israel no quiere que el mundo lo sepa'

¡No quieren que el mundo lo sepa! Con estas palabras, Mohamad Safa, diplomático palestino en la ONU, denunciaba el plan sistemático del régimen de Israel para silenciar el genocidio que sigue cometiendo en Gaza. Empezó por impedir a los medios occidentales entrar en la Franja y ahora está matando a los pocos periodistas gazatíes que desafían el apagón informativo.
“Los periodistas están siendo sometidos a una campaña deliberada de asesinatos y ejecuciones directas, en un intento de silenciar la verdad e impedir la cobertura mediática de las atrocidades que se cometen contra la población civil”
El 15 de marzo de 2025, un dron israelí acabó con la vida de cuatro periodistas que acompañaban a un equipo de ayuda humanitaria en el norte de Gaza. Además del editor, Bilal Abu Matar, también fueron asesinados los camarógrafos Mahmud al Sarraj, Bilal Aqila y Mahamud Asleen. El ataque más letal, de todos los perpetrados por el régimen de Netanyahu, contra los profesionales de la información.
Según el Sindicato de Periodistas de Palestina: “Los periodistas están siendo sometidos a una campaña deliberada de asesinatos y ejecuciones directas, en un intento de silenciar la verdad e impedir la cobertura mediática de las atrocidades que se cometen contra la población civil”.
El 7 de abril, nuevo crimen premeditado contra informadores en Jan Junis, cuando Israel atacó una tienda de campaña identificada como prensa, que utilizaba un grupo de reporteros. Perdió la vida el periodista Helmi al-Faqawi, que trabajaba para la agencia de noticias Palestina Today TV, y resultaron heridos nueve reporteros más. Y el 16 de abril, otro bombardeo israelí mató a la conocida fotoperiodista y escritora Fátima Hassouna y a varios miembros de su familia. Las bombas que Estados Unidos envía a Israel reventaron su casa familiar del barrio de Al Tuffah, al este de la ciudad de Gaza, causando diez víctimas mortales, incluidos niños.
Es decir, el régimen de Tel Aviv, con el apoyo incondicional de su aliado estadounidense y el silencio cómplice de Europa, está realizando una nueva cacería de periodistas palestinos, cuyo único delito es contar la verdad sobre lo que está pasando en Gaza
Es decir, el régimen de Tel Aviv, con el apoyo incondicional de su aliado estadounidense y el silencio cómplice de Europa, está realizando una nueva cacería de periodistas palestinos, cuyo único delito es contar la verdad sobre lo que está pasando en Gaza. Y entre los periodistas asesinados, también está el corresponsal de Al-Jazeera. Hossam Shabat, muerto en un ataque aéreo que tuvo como objetivo su coche de prensa en Jabalia, al norte de Gaza.
El joven informador tenía 23 años, pero los soldados sionistas no respetaron ni su chaleco ni su casco, identificados con la palabra Press. Las últimas declaraciones de este intrépido periodista fueron: “Pensé que había terminado y que por fin podría descansar un poco, pero el genocidio volvió con toda su fuerza y estoy de nuevo en primera línea”.
El régimen israelí eliminó asimismo a Mohammed Mansour, corresponsal de Palestine Today, mediante una bomba que lanzó contra su casa en Jan Junis, donde estaba con su familia. Los dos informadores fueron eliminados en el intervalo de tres horas.
Los periodistas asesinados en Gaza son ya 210, desde que el ejército israelí inició la ocupación de la Franja, según datos del Comité Internacional para la Protección de Periodistas, con sede a Nueva York. Una cifra que supera con creces la de todos los reporteros asesinados en la Segunda Guerra Mundial, en las guerras de Corea y Vietnam, y en la más reciente de Yugoslavia.
Israel no sólo está eliminando a los pocos periodistas que quedan en Gaza, sino que está atacando a todos los palestinos que se atreven a hablar. En Cisjordania, el otro territorio palestino, soldados israelíes secuestraron a Hamdan Ballal, codirector del documental No other land, ganador de un Premio Oscar. Y colonos extremistas lo golpearon brutalmente por haber denunciado en este documental la horrible violencia que sufren los palestinos, bajo el régimen de apartheid.
La alarma sobre la matanza de reporteros sonó, por primera vez, en julio de 2024, cuando el ejército de ocupación israelí asesinó al periodista Ismail al-Ghoul, junto con el fotógrafo Rami al-Rifi, cuyos cuerpos fueron encontrados en una fosa del campo de refugiados de al-Shati, al oeste de la ciudad de Gaza. Habían sido descuartizados y decapitados
La alarma sobre la matanza de reporteros sonó, por primera vez, en julio de 2024, cuando el ejército de ocupación israelí asesinó al periodista Ismail al-Ghoul, junto con el fotógrafo Rami al-Rifi, cuyos cuerpos fueron encontrados en una fosa del campo de refugiados de al-Shati, al oeste de la ciudad de Gaza. Habían sido descuartizados y decapitados. La UNESCO ha reconocido con el Premio Mundial a la Libertad de Prensa a todos los periodistas palestinos que trabajan en Gaza “por su valentía y su compromiso con la libertad de expresión”.
El periodista superviviente Anas-al Sharif escribió en redes sociales: “La ocupación israelí nos ha sentenciado a muerte a todos. ¿Seremos nosotros quienes seamos llevados a hombros mañana? La ocupación no nos deja otra opción que relatar la noticia y convertirnos en la noticia misma. Y estamos suplicando, con nuestros propios ataúdes, por la última brizna de conciencia del mundo”.
Pero el mundo mira para otro lado, se ha quedado sin conciencia. Gaza casi ha desaparecido en las escaletas de los Telediarios, justo en estos momentos, cuando Israel ha violado el alto el fuego y está cometiendo un nuevo crimen contra la humanidad, en este pequeño territorio palestino. ¿Dónde está la solidaridad de los medios informativos occidentales con sus colegas gazatíes?
Los medios hablan sobre la “guerra de Gaza”, pero yo no veo ninguna guerra. Pues ¿cómo puede llamarse "guerra" a una matanza, en la que Israel pone las bombas y los palestinos ponen los muertos? El dato es desgarrador: en 18 meses, más de 52.000 gazatíes asesinados, entre los que hay 15.000 niños. Estados Unidos se ha convertido en un cáncer para la humanidad y el régimen de Israel es la metástasis. Y mientras el genocidio palestino es silenciado, dedican programas especiales a la Semana Santa. La decadencia moral de Occidente es insoportable.
Paco Vigueras. Sindicato de Periodistas de Andalucía.