Todos contra el maltrato
Esta mujer nos ha dejado retratar su cara, pero también su vida. Es una víctima de la violencia machista. Y no podemos dar ni un paso atrás. El silencio es cómplice. ¿Lo sabes, verdad?.
Una vida dura. Se ve en sus ojos. Se aprecia en sus heridas. Ni la violencia machista, ni la sociedad machista, que piensa que "eso le pasa" porque vive en ese mundo donde es fácil que le ocurran esas desgracias.
No. Esta mujer sin nombre puede ser cualquiera. Con trabajo o sin él. Con pareja estable o sin él. Se puede llamar Lourdes, Amparo, Raquel. Con estudios o sin ellos.
La marginación tampoco puede justificar nada. No lo hagas. Denúncialo. No seamos hipócritas. Con la misma fuerza, sea quien sea la víctima.