Día de la lucha contra el cáncer de mama
Solidaridad y esperanza
En el Día contra el cáncer de mama, El Independiente de Granada expresa su solidaridad con las afectadas y lanza un mensaje de esperanza.
Indegranada
Súmate a la lucha contra el cáncer de mama.
El cáncer de mama es el más frecuente de los tumores que afectan a la mujer. En España se diagnostican unos 26.000 casos, lo que representa el 30 por ciento de todos los cánceres nuevos. En Granada, las cifras se sitúan en la media, con unos 450 casos diagnosticados al año. Es un proceso complejo, como todos los tumores, en que el que incide un factor hormonal.Al margen de riesgos personales, la incidencia suele afectar entre los 45 o 50 años. Sin contar la herencia genética, una dieta mediterránea, puede disminuir hasta en un 40 por ciento el riesgo, y el ejercicio físico, moderado, regular, continuo, como hábito de vida, hasta en un 30 por ciento.
Según la Sociedad Española de Oncología Médica:
- El tratamiento llevado a cabo por equipos multidisciplinares permite un abordaje individualizado en cada caso, frecuentemente menos agresivo más eficaz.
- Cerca del 90% de las pacientes continúan libres de enfermedad cinco años después del diagnóstico y tratamiento de un cáncer de mama.
- Con más de 25.000 casos al año de cáncer de mama en España, cada 1% de mejora con un avance en el tratamiento del cáncer de mama hace que 250 mujeres menos recaigan de su enfermedad o puedan disfrutar de una mejor calidad de vida con reincorporación plena a su vida social y laboral. Cada una de esas mujeres tiene nombre y apellidos. Y cada uno de esos avances ha conseguido aumentar la supervivencia en un 20% entre los años 70 y la actualidad.
- En los casos de enfermedad avanzada, existen ya nuevos fármacos más selectivos y menos tóxicos que, asociados a tratamientos clásicos como quimioterapia u hormonoterapia, permiten incrementar la supervivencia de una manera muy significativa.
Según la Asociació Española Contra el Cáncer (AECC):
¿Puede prevenirse un cáncer de mama?
El cáncer de mama no se puede prevenir, sin embargo estudios recientes parecen demostrar que el riesgo de padecer cáncer de mama se puede reducir realizando ejercicio físico de forma regular (al menos 4 horas a la semana), evitando el sobrepeso y la obesidad tras la menopausia y el consumo regular de alcohol
.
Además, se ha podido demostrar mediante estudios epidemiológicos, que el uso de tratamientos hormonales sustitutivos durante la menopausia se asocia a un incremento del riesgo de padecer cáncer de mama. El descenso de número de mujeres que reciben este tipo de tratamientos sustitutivos ha coincidido con un descenso proporcional en el número de casos nuevos de cáncer de mama. Por tanto: Evite el tratamiento hormonal sustitutivo tras la menopausia.
Si existe una historia familiar de cáncer de mama es conveniente que se pida Consejo genético, que permitirá determinar si se asocia con una mutación genética.
En mujeres con riesgo muy elevado de desarrollar cáncer de mama existen varias opciones terapéuticas. La paciente, junto con su médico debe valorar las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas y decidir qué opción es la más adecuada.
Las posibilidades terapéuticas son las revisiones frecuentes la mastectomía profiláctica y la quimioprevención.
¿Qué es el consejo genético?
Se habla de Consejo genético al estudio del patrón genético de un paciente con un tumor, en este caso cáncer de mama.
En primer lugar se realiza una historia familiar para conocer el número de familiares afectados, la edad en la que fueron diagnosticados del tumor maligno y el grado de cosanguineidad.
Es posible conocer algunas alteraciones genéticas que puedan existir en familiares cercanos, estudiándolas en células de sangre periférica. Con ello se puede saber si una persona es portadora de mutaciones en algunos genes, relacionados con el cáncer de mama, cáncer de ovario y otros.
Consejos prácticos
La Oncología Médica está impulsando y promoviendo la formación y funcionamiento de Unidades de Consejo Genético y los servicios de información para pacientes y familiares afectados por una mutación del gen BRCA.
En estas Unidades de Consejo Genético se determinan los programas de seguimiento más adecuados para cada paciente. Se ofrecen consejos individualizados sobre cómo modificar los factores de riesgo que puedan influir en el riesgo de cáncer de mama (tratamiento anticonceptivo, embarazo, etc.), cómo realizar un diagnóstico precoz y apoyo en la toma de decisiones preventivas quirúrgicas, como mastectomía u ooforectomía o médicas (tamoxifeno).
Avances más importantes en cáncer de mama (por la Sociedad Española de Oncología Médica)
A principios de los años ´80, las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama tenían unas posibilidades de estar libres de recaída a los 5 años tras el diagnóstico que se situaba en torno al 70%. En la actualidad la cifra se aproxima a casi un 90%.
Este beneficio no se ha alcanzado repentinamente: En los años ´70 se obtuvieron los primeros resultados que beneficiaban a las pacientes de recibir un tratamiento con quimioterapia tras la cirugía.
También por aquella época tenía éxito el tratamiento hormonal del cáncer avanzado de mama, con un tratamiento hormonal, el tamoxifeno, que poco después se comenzó a emplear en estadios precoces de la enfermedad.
En la década de los ´80, una nueva quimioterapia, las “antraciclinas” mejoraba los resultados obtenidos con esquemas previos, y no fue hasta finales de los años ´90 cuando los taxanos aumentaron aún más los beneficios de las antraciclinas.
Un ejemplo: A comienzos de los años 2000, más de 1.200 mujeres españolas participaron en un ensayo clínico del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) que demostró que añadir paclitaxel a la quimioterapia que hasta entonces se consideraba estándar conseguía que recayeran de la enfermedad un 6% de mujeres. Hoy, el paclitaxel y otros taxanos, sólo en España evitan más de 500 recaídas al año. La incorporación de nuevos tratamientos hormonales a comienzos del siglo XXI mejoró los resultados del tamoxifeno.
El descubrimiento de tipos de cáncer con diferentes perfiles biológicos permitió en la década pasada incorporar anticuerpos monoclonales como el trastuzumab al tratamiento del cáncer de mama Her2 positivo, hasta entonces de mal pronóstico por su mayor agresividad.
Así pues, antraciclinas y taxanos, tamoxifeno o trastuzumab fueron ejemplos de hitos históricos en el tratamiento con quimioterapia, hormonoterapia o terapias biológicas respectivamente. Sin embargo, en relación a lo anterior, el hito más significativo sin duda en los últimos años es el conocimiento de la heterogeneidad del cáncer de mama.
Se trata de una enfermedad con subtipos biológicos diferentes que precisan tratamientos específicos. En este sentido, las pacientes con cáncer de mama Her2 positivo ya no cuentan sólo con el trastuzumab, la asociación de un segundo anticuerpo –pertuzumab- al tratamiento ha mostrado incrementar notablemente la supervivencia en estadios avanzados (se advierte una mejoría de 15 meses en su esperanza de vida, llegando casi a los 5 años de supervivencia en un grupo de pacientes metastásicas que hace unos 15 años tenía un muy mal pronóstico).
También T-DM1 (un moderno fármaco que combina de forma conjugada quimioterapia y trastuzumab) es altamente efectivo en pacientes que fracasan a tratamientos previos. En las pacientes con enfermedad “hormonosensible” también se han comunicado resultados de nuevos fármacos biológicos que, asociados a tratamientos clásicos mejoran los resultados de estos. Everolimus primero, y más recientemente palbociclib son los ejemplos más relevantes.
Además, en estas tres décadas otro hecho de gran relevancia ha sido el incremento de cirugías conservadoras y menor intervención sobre la axila, evitando complicaciones y mejorando la calidad de vida. Cada uno de estos pasos, en muchos casos, apenas mejoraba a los tratamientos previamente existentes en un 2% o 3% de menor tasa de recaídas de la enfermedad. Algo que podría ser considerado irrelevante.
Con más de 25.000 casos al año de cáncer de mama en España, cada 1% de mejora con un avance en el tratamiento del cáncer de mama hace que 250 mujeres menos recaigan de su enfermedad o puedan disfrutar de una mejor calidad de vida con reincorporación plena a su vida social y laboral. Cada una de esas mujeres tiene nombre y apellidos. Y cada uno de esos avances ha conseguido aumentar la supervivencia en un 20% entre los años 70 y la actualidad.