Campaña Inagra contenedor marrón.
La entidad emprendió en solitario, sin apoyo de las administraciones, la restauración del histórico enclave

La Sociedad Sierra Nevada lanza bonos de pernoctaciones para terminar la rehabilitación del albergue de San Francisco

Ciudadanía - IndeGranada - Domingo, 20 de Diciembre de 2020
La Sociedad Sierra Nevada, que asumió sin apoyo de las instituciones la rehabilitación integral del albergue de San Francisco, lanza una campaña de bonos para pernoctar en el refugio, con el fin de rematar la restauración del refugio de montaña, uno de los símbolos del macizo. Te informamos.
Albergue de San Francisco.
Sociedad Sierra Nevada
Albergue de San Francisco.

La Sociedad Sierra Nevada ha emprendido una llamativa campaña para recaudar fondos que le permita terminar la rehabilitación del centenario albergue de San Francisco, que asumió en solitario, sin ayuda de las administraciones.

Gracias a la iniciativa de la Sociedad ha podido concluir la segunda fase de las obras de recuperación del albergue, que este año cumplió 105 años, "pero aún queda un último impulso, dado que, pese al esfuerzo y la generosidad de montañeros y amantes de Sierra Nevada, que respondieron a la campaña inicial de crowdfunding no se logró el objetivo económico fijado", indica la entidad, constituida en 1912 y primer club montañero de Andalucía y tercero de España, aunque segundo en activo, propietario del refugio.

El albergue de San Francisco, un enclave carismático de Sierra Nevada. Sociedad Sierra Nevada

Por ello, lanza ahora esta campaña, con el objetivo final de reabrir al público el próximo verano el albergue, situado en los Campos de Otero al norte de los Peñones de San Francisco, en el término municipal de Güéjar Sierra, sobre la cota de los 2.250 metros, en la margen izquierda del valle del río San Juan.

La campaña de ayuda consiste en la venta de un cupo cerrado de 240 bonos de cuatro pernoctaciones –dos noches para dos personas, por un importe de 50 euros cada uno, lo que supone un ahorro del 20 por ciento. De esta forma, con los bonos no sólo se podrá ser partícipe directo en la rehabilitación, sino que, además, el anticipo se compensará y bonificará con pernoctaciones en el albergue.

Los bonos se podrán adquirir a través de la página web del club, hasta agotarlos. De titular indeterminado y fecha abierta, se podrán usar, previa reserva, según disponibilidad de plazas y durante un periodo de tres años.

Con estos bonos se completará la rehabilitación del albergue, pues, concluidas las obras y conseguido algún mobiliario, aún hay que hacerlo habitable. Y pagar la deuda, con su puesta en funcionamiento.

La tabla anexa recoge las necesidades pendientes, su precio, así como una posible distribución de las aportaciones que, en distintas cantidades, adelanten ese coste. Para ello, una vez más, la Sociedad Sierra Nevada reclama la generosidad de los socios y amantes de la montaña. Pero, esta vez, no sólo para ser partícipe directo en la rehabilitación, sino que, además, el anticipo se compensará y bonificará con pernoctaciones en el Albergue.Esta es una tabla orientativa. El número y cantidad de aportaciones es libre y está abierto a otras posibles combinaciones de participaciones y bonos, pero siempre en base a razón de 50 euros por bono, y hasta el límite de 240 bonos disponibles. El club hará la asignación correspondiente a cada concepto. No obstante, las aportaciones también pueden ser en especie, según estas necesidades y con el mismo criterio de equivalencia en bonos. Para cualquier aclaración, contactar con el club en: www.sociedadsierranevada.es

Los bonos pueden ser también un regalo para estas fechas. Además, si quieres colaborar directamente puedes hacerlo en la cuenta de la Sociedad Sierra Nevada. Y, como sostiene el club, "la pandemia nos está dando un aviso.Hay que llevar una vida más sana, más natural y más respetuosa con el medio ambiente. Esta es una excelente oportunidad para acreditarlo".

Un albergue histórico

El Albergue San Francisco es el primer edificio estable construido en Sierra Nevada destinado a su primitivo aprovechamiento para el ocio. Fue refugio de montañeros y estación base de las primeras pistas de esquí, y del primer remonte de la Sierra. Se levantó hace poco más de cien años en los denominados Campos de Otero, hacia la cara norte de los Peñones de San Francisco, sobre la cota de los 2.250 m, en la margen izquierda del valle del rio San Juan, término municipal de Güejar Sierra. Del singular edificio inicial, tras una azarosa historia y un prolongado olvido, hoy solo queda una parte, algo modificada sobre su estado original, mal conservada, pero aún significativa, y de alto valor patrimonial.

El Albergue San Francisco es seña de identidad que aporta un alto valor histórico-cultural a Sierra Nevada. Un refugio de montaña que, bien conservado y racionalmente utilizado, puede amparar las actividades y prácticas deportivo-recreativas, sociales, culturales y educativas, acordes con ciertas demandas del ocio y turismo activo actuales

En 1912 se constituye la Sociedad Sierra Nevada, primer club montañero de Andalucía y tercero de España, (aunque segundo en activo), que promueve y sufraga la construcción del Albergue. Las obras se inician en abril de 1913, mucho tiempo antes de que la Carretera de la Sierra llegara siquiera a sus inmediaciones, aprovechando materiales del lugar, según una ingeniosa y original idea arquitectónica. La dirección queda a cargo del ingeniero Julio Moreno y del arquitecto Modesto Cendoya, que sería conservador de la Alhambra entre 1907 y 1923, ambos miembros y vocales técnicos de la Sociedad. La construcción queda  inacabada sobre el proyecto original, por falta de medios, y se da por concluida en diciembre de 1915, dando fecha al inicio de la historia de los deportes de invierno en Sierra Nevada, de la que la Sociedad Sierra Nevada y el Albergue son testimonio.

En 1938, durante la Guerra Civil, una acción de sabotaje destruye una parte importante del Albergue San Francisco, que había quedado situado en pleno frente de guerra. Prácticamente abandonado y falto de cualquier reparación o mantenimiento durante los años posteriores, sólo la destacable solución adoptada en su construcción y la fortaleza de muros, bóvedas y cúpula evitó el colapso total del edificio. Ello no le impidió estar al servicio de los ganaderos de la zona.

La consolidación de la estación de esquí en Prado Llano, en el vecino valle del rio Monachil, el prolongado abandono y las duras condiciones climatológicas soportadas durante años, acabarían llevando a lo que quedó del Albergue tras la Guerra a un lamentable estado. A pesar de ello, una parte importante del mismo, toda la esquina izquierda, casi una cuarta parte del original, se obstinaba en mantenerse en pie y firme, a finales de los setenta. En una regeneración posterior de la zona, antes de su declaración de Parque Nacional, se elimina la parte derruida, a la vez que se acondicionan los restos del edificio conservado, recuperado como refugio de montaña.

En las últimas décadas, la Sociedad Sierra Nevada ha mantenido su agenda deportiva vinculada al uso del Albergue, llevando a cabo diversas intervenciones de mantenimiento del edificio. Estas acciones, en las que criterios prácticos y utilitarios, y tal vez la urgencia, se han impuesto al mayor rigor técnico, aunque han alterado el discreto exterior y la configuración interior del edificio original, han permitido, no obstante, que todavía se conserve el histórico Albergue, que, aún modificado, sigue siendo un exponente digno de su mejor pasado.

El Albergue San Francisco, no sólo es uno de los edificios más significativos del patrimonio arquitectónico de Sierra Nevada, sino que es un fiel testigo de la memoria histórica y cultural del macizo. Un verdadero símbolo. Es el germen de todo lo que hoy es Sierra Nevada: un gran activo natural, deportivo, cultural y económico de Granada, que goza de un gran reconocimiento nacional e internacional. Algo que un grupo de visionarios granadinos ya supieron anticipar hace algo más de un siglo. Personas, ideas y piedras se han ganado un respeto, que hay que conocer, valorar, proteger y trasmitir.

El Albergue San Francisco es seña de identidad que aporta un alto valor histórico-cultural a Sierra Nevada. Un refugio de montaña que, bien conservado y racionalmente utilizado, puede amparar las actividades y prácticas deportivo-recreativas, sociales, culturales y educativas, acordes con ciertas demandas del ocio y turismo activo actuales. Además, por su situación y accesibilidad, puede contribuir a focalizar y regular el uso controlado del espacio protegido como lugar de esparcimiento, permitiendo el conocimiento y disfrute responsable de sus valores naturales y culturales. Parece pertinente, la necesidad de dar a conocer, valorar y proteger este singular legado arquitectónico, que representa además, una enorme distinción para el montañismo granadino.

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