El año pasado se registraron 76 casos en Granada, que tiene una tasa de 6 agresiones por mil profesionales

Salud logra en Granada 23 sentencias condenatorias por agresiones en el ámbito sanitario público en 2017

Ciudadanía - IndeGranada - Jueves, 15 de Marzo de 2018
En el Día Nacional contra las Agresiones en el ámbito sanitario, la Consejería de Salud se suma al llamamiento de profesionales y sindicatos para luchar contra esta lacra
Junta

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha logrado 23 sentencias condenatorias, 5 de ellas como atentados, por agresiones a profesionales en el ámbito sanitario público de Granada durante el pasado año 2017. En el conjunto de la comunidad andaluza, se han realizado 164 asistencias letradas y se han logrado 154 sentencias condenatorias, 32 de ellas por delitos de atentado, según ha informado la Consejería de Salud.

En la celebración del Día Nacional contra las Agresiones en el ámbito sanitario, la Consejería de Salud se ha sumado al llamamiento que hacen profesionales, organizaciones sindicales y colegios profesionales en toda España para luchar contra estos actos injustificados e inaceptables.

Desde la Administración sanitaria se ha hecho un llamamiento a seguir trabajando conjuntamente entre todos y todas para erradicar los actos violentos contra los profesionales de la sanidad andaluza. "Un tema muy sensible en el que se hace necesario contar con la complicidad de los pacientes y de la sociedad en su conjunto".

La tasa granadina de agresiones es de 6 por 1.000 profesionales

En 2017, se registraron en Granada un total de 76 agresiones a profesionales de la sanidad pública, de las que 30 fueron agresiones físicas y 46 verbales. En el conjunto de Andalucía estas ascendieron en su conjunto a 1.115 agresiones entre profesionales de la sanidad pública, de las que 293 fueron sufridas por hombres y 822 por mujeres. La mayoría de agresiones se concentran en el personal sanitario (médicos, profesionales de enfermería y auxiliares de enfermería), con un 78 por ciento del total.

La tasa de agresiones por número de profesionales se sitúa en 2017 en Granada, en 6 casos por 1.000 profesionales, casi 5,5 puntos menos que en el conjunto de la comunidad autónoma en la que se alcanzan 11,43 casos por 1.000 profesionales (cifra que se mantiene estable en los últimos tres años).

En el ámbito estatal no existe un registro que permita conocer año a año cómo evoluciona este problema en el conjunto del Sistema Nacional de Salud y la última tasa disponible del conjunto de comunidades es del año 2011, cuando la media estatal era de 12,83 agresiones por 1.000 habitantes, por lo que Andalucía se encuentra en la actualidad por debajo de esa cifra seis años después.

El ‘Plan de prevención y atención de agresiones para los profesionales del sistema sanitario público andaluz’ engloba asistencia jurídica, apoyo psicológico, formación y diferentes medidas y protocolos que tienen como objetivo prevenir y minimizar las posibles agresiones que puedan sufrir en sus centros de trabajo.

Este Plan establece un protocolo de actuación, en el que se recomienda a los profesionales qué hacer ante una agresión física o verbal. La primera medida que se aconseja a los profesionales es solicitar ayuda a una tercera persona (personal de seguridad o un compañero) para manejar la situación y, al mismo tiempo, para que pueda ser testigo de los hechos. Si la situación persiste, se recomienda avisar a los Cuerpos de Seguridad para que se personen en el centro y notificar el hecho al responsable del centro sanitario.

 Asimismo, los centros sanitarios cuentan con más de 21.000 elementos de seguridad para asegurar un ambiente de confianza a profesionales y usuarios, según destaca Salud.

Para evitar situaciones conflictivas y abordarlas "adecuadamente", el SAS ha impartido formación sobre esta materia a un total de 54.056 profesionales andaluces durante este periodo. El objetivo, según Salud, es dotar al mayor número posibles de profesionales de "las habilidades sociales necesarias para evitar situaciones de conflicto en su relación con los usuarios, por lo que los profesionales aprenden a identificar posibles situaciones de conflicto y actuar en consecuencia".

"Así, aprenden a diferenciar los tres tipos de comportamientos básicos en la comunicación interpersonal -estilo pasivo, estilo agresivo y estilo asertivo-, ofreciéndoles, además, las herramientas necesarias para conocer y mantener un comportamiento que favorezca el establecimiento de una relación de confianza mutua con el usuario, capaz de superar la situación de angustia que pueda estar viviendo el paciente".

Asimismo, los profesionales aprenden a identificar los indicadores de riesgo más frecuentes de la conducta agresiva, el perfil de los potenciales agresores y a saber actuar cuando una situación se desborda. Igualmente, el curso dota a los profesionales de habilidades como autocontrol, saber escuchar activamente y empatizar con los usuarios para evitar situaciones de riesgo. 

Esta iniciativa incluye además ejercicios prácticos, a través de los que los profesionales pueden identificar su propio estilo de comunicación y elaborar, incluso, un plan por escrito o guión para actuar de manera asertiva.