Reabre la calle Rector López Argüeta con las placas del suelo llenas de errores
Ha quedado abierta la calle Rector López Argüeta, tras casi un año en obras. El tráfico vuelve a ser en dirección ascendente, desde Severo Ochoa hasta Gran Capitán. Se han habilitado dos anchas aceras al haber sido eliminados los aparcamientos. Se la ha dotado de nueva iluminación de farolas isabelinas, unos bancos y alcorques que esperan sus árboles.
En la placa hay un error, ya que pone que las líneas de tranvías se instalaron entre 1904 y 1915, cuando ese mismo trozo de línea de al lado fue puesto en 1917 por el ingeniero F. Sánchez Vidaurreta
En la puerta de la Facultad de Políticas se han colocado tres símbolos del pasado tranviario de Granada. El primero es un pequeño segmento de las vías que pasaban por esta calle correspondientes a la línea que iba a la Azucarera San Cecilio; la segunda es una placa que recuerda las fechas de construcción de los antiguos tranvías eléctricos, más el nombre de la alcaldesa que ha inaugurado la obra (no del alcalde que la inició). Por cierto, en la placa hay un error, ya que pone que las líneas de tranvías se instalaron entre 1904 y 1915, cuando ese mismo trozo de línea de al lado fue puesto en 1917 por el ingeniero F. Sánchez Vidaurreta. Después hubo más construcciones de tramos de líneas urbanas, amén de muchas interurbanas.
Quien la haya confeccionado ha mezclado un plano actual de la ciudad con las líneas antiguas, de manera que ha cortado las líneas antes de llegar a las Cocheras de Villarejo; el tendido de la línea de San Cecilio está también cortado antes de su destino, el Chinarral, pues ha eliminado el túnel por el que pasaba bajo la Ronda
La segunda placa es la reproducción, también en bronce, del plano de la ciudad y de los tranvías. Quien la haya confeccionado ha mezclado un plano actual de la ciudad con las líneas antiguas, de manera que ha cortado las líneas antes de llegar a las Cocheras de Villarejo; el tendido de la línea de San Cecilio está también cortado antes de su destino, el Chinarral, pues ha eliminado el túnel por el que pasaba bajo la Ronda. Ha añadido una línea desde el Humilladero hasta Cuatro Caminos (final de carretera de la Sierra), que nunca existió (sólo hubo el tramo de tranvías de la Sierra entre Puente Verde y su destino en El Charcón). Pero lo peor de todo es que se ha inventado una línea que nunca existió: ha puesto tranvías por la calle Duquesa, con conexión en la calle Málaga, paso por Gran Capitán y giro por Rector Marín Ocete. La realidad de la línea de la Azucarera de San Cecilio comenzaba en un cambio de agujas en la esquina del Hospital de San Juan de Dios, a partir de las vías de San Jerónimo.
Inventiva, imaginación y desconocimiento no les ha faltado al autor, autores y supervisores.
La obra ha quedado muy vistosa. Es el momento de fotografiarla, dentro de unos días estará llena de motos y algún que otro coche sobre las anchas aceras.
