Acompañado por el entonces concejal de Obras Públicas y Urbanismo Manuel Fernández Márquez, el alcalde Antonio Jara visitaba el ferial de Almanjáyar. Hoy sábado la ciudad vuelve a ese recinto que comenzó a albergar la feria hace varias décadas para inaugurar una nueva edición del Corpus e inevitablemente he recordado esta fotografía.

Recoge un momento histórico, los primeros pasos del ferial en la Zona Norte, una decisión de calado en su momento, e inevitablemente también me hace recordar cómo era la celebración anterior. Las casetas decoradas imaginativamente que llegaban hasta el quiosco de las Titas, o los chacolines en Bib-Rambla que convertían la fiesta de los niños en una de las actividades más esperadas y concurridas.

Y también cómo fueron los primeros años del recinto de Almanjáyar. Una ciudad efímera dentro de otra ciudad. Los árboles por crecer; el caos de tráfico y la necesidad de habilitar una línea de autobús para acudir a la feria; también aparcamientos. 

Recuerdo el cambio que supuso para Granada y cómo la acercó a la Zona Norte. El tan necesario acercamiento en tantos otros aspectos que aún hoy queda pendiente al arrancar un año más la Feria del Corpus en Almanjáyar.