Las pintadas, un problema de toda la ciudad
Doce años han pasado desde que el Sr. Torres Hurtado y su equipo tomaron posesión de la plaza del Carmen y de la ciudad de Granada, doce años de desidia, eso sí, con una mayoría absoluta que les hacía gobernar por encima de todo y sobre todos; doce años sin querer encarar los problemas reales de la ciudad, como el de las pintadas y la conservación de los espacios comunes y el patrimonio de Granada.
Una de las frecuentes visitas del grupo municipal socialista en zonas de pintadas.
Pero han bastado varias ruedas de prensa, una moción y, sobre todo, dejar de ser los dueños absolutos del cortijo, para ponerse a trabajar y pedir al TSJA que instale cámaras de video vigilancia como medida disuasoria ante los actos de vandalismo que se están cometiendo; y sí, digo actos de vandalismo, porque pintarrajear monumentos y espacios comunes no es arte, y si no que se lo pregunten a los magníficos artistas grafiteros que sí hacen arte en los muros de Granada.
El Sr. Torres en 2008 pidió cámaras para prevenir robos en la zona centro y la comisión de videovigilancia no aceptó la solicitud basándose en que “el índice delictivo de la zona no era suficiente”, pero nuestro regidor no supo captar el guiño que le hacía el fiscal superior. En la petición del Sr. Torres, Jesús García Calderon, le contestó que Granada cuenta con numerosos edificios BIC que no disponen de ningún sistema de protección especial, alegando que la protección de ese patrimonio, que sufre frecuentes agresiones en forma de pintadas, no se tenía en cuenta en la petición, cuando debería haberse considerado como un elemento nuclear, en una iniciativa de estas características. La petición, cursada hace siete años, se atenía a criterios puramente mercantiles que, aunque legítimos, no tenían entidad suficiente para anteponerse al derecho de la ciudadanía. Las pintadas no importaban. Ahora, siete años después, y garcias a la presión ciudadana y la moción presentada por el PSOE, aprobada por todos los gruipos a excepción de Vamos Granada, se vuelve a la carga.
Yo me alegro de esto, pero de la misma forma en que me alegro de que se hayan decidido a intentar poner remedio a esta lacra, me preocupa que lo hayan centrado todo en poner camaras en seis enclaves concretos del Albaicin y que los demás barrios de Granada, que se encuentran igual de maltratados, no merezcan mención ni actuación alguna, olvidándose por completo de la Granada Renacentista, la Granada Barroca, el distrito centro de la capital y barrios como el Sagrario y la barriada de Santa Paula o Real de Cartuja, zonas turísticas que vemos inundadas de pintadas, que son fotografiadas por los turistas que nos visitan y que darán fe del problema que continuamente se denuncia en esta ciudad y que también necesitan de una actuación seria.
Al Ayuntamiento le quedan cinco peticiones de la moción presentada por el Grupo Municipal Socialista. Porque también es necesario acercar al alumnado de primaria y secundaria el conocimiento de su medio, favorecer el conocimiento para valorar y conservar el patrimonio histórico-artístico y los espacios comunes.
Como dice el profesor Ruskin en su libro Las siete lámparas de la arquitectura, “Cuidad de vuestros monumentos y no tendréis necesidad de restaurarlos”.