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Artículo de Opinión, por Francisco Vigueras, de la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación

Los 'paseados' del franquismo

Ciudadanía - Francisco Vigueras - Miércoles, 16 de Agosto de 2017
El periodista Francisco Vigueras recuerda el terror, el miedo y la dura represión que ejerció la Escuadra Negra, especializada en el 'último paseo', que esta tarde a las 19.30 horas recreará en una marcha popular la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación, a la que pertenece, y el colectivo Alfacar y Lorca, Romero, desde la Colonia de Víznar.
Representantes de las asociaciones y familiares de Milagro Almenara Pérez.
P.V.M.
Representantes de las asociaciones y familiares de Milagro Almenara Pérez.

En el verano del 36, Granada estaba sometida al terror de la Escuadra Negra, sicarios a sueldo del gobernador Civil, José Valdés Guzmán, especializados en dar el último paseo. Los pistoleros de Valdés actuaban con total impunidad. Se presentaban en casa de las víctimas, preferentemente en la madrugada, cuando todos dormían. En el silencio de la noche, aporreaban las puertas en busca de los considerados "indeseables", es decir, trabajadores o campesinos, cuyo único delito era pertenecer a un sindicato, y se los llevaban detenidos a la fuerza, ante el pánico de las familias que pedían inútilmente clemencia y asistían impotentes al secuestro.

El 'último paseo' era el método utilizado por los verdugos para deshacerse de sus víctimas, que aparecían en la cuneta de cualquier carretera comarcal, degolladas o con un tiro en la nuca

El último paseo era el método utilizado por los verdugos para deshacerse de sus víctimas, que aparecían en la cuneta de cualquier carretera comarcal, degolladas o con un tiro en la nuca. Si, eso pasó en Granada.  En algunos casos, ni se molestaban en dar el paseo, mataban a las víctimas a la vuelta de la esquina para que los vecinos y la propia familia escucharan los disparos. Nadie se atrevía a salir para socorrer el moribundo. Miedo y silencio. A la mañana siguiente, nadie preguntaba, nadie investigaba, nadie condenaba el asesinato. Es más, el crimen era publicado por la prensa del régimen para que sirviera de escarmiento y cundiera el pánico: “Esto es lo que hacemos con los rojos”, era el mensaje que enviaban los sicarios de Valdés al aterrorizado pueblo granadino. 

Más de 2.000 víctimas de la Escuadra Negra fueron enviadas a La Colonia de Víznar, un antiguo molino que los golpistas utilizaron como prisión. Allí pasaban los detenidos sus últimas horas de amargura, antes de ser paseados por la carretera de la muerte, entre Víznar y Alfacar, donde acababan con sus vidas en cualquier cuneta. Entre las víctimas, el poeta Federico García Lorca, el maestro Dióscoro Galindo González y los anarquistas y banderilleros Francisco Galadí Melgar y Juan Arcollas Cabezas, convertidos hoy en símbolo de aquella represión brutal.

Actualmente, lo que queda de La Colonia está desprotegido y sin señalizar. No hay ninguna placa informativa que recuerde al visitante lo que sucedió en este sitio cargado de sufrimiento. Confiamos en que pronto La Colonia sea declarada por la Junta de Andalucía como lugar de memoria histórica, tal y como venimos reivindicando desde hace años. Asimismo, manifestamos nuestro apoyo al proyecto del Ayuntamiento de Víznar que se propone reconstruir este antiguo molino-prisión, testigo de tanto dolor y desesperación. Un edificio derribado en los años de la transición, durante el pacto de silencio y olvido, cuando aún no había despertado la conciencia memorialista.

Actualmente, lo que queda de La Colonia está desprotegido y sin señalizar. No hay ninguna placa informativa que recuerde al visitante lo que sucedió en este sitio cargado de sufrimiento

Un año más, desde La Colonia iniciamos el "último paseo", junto con el colectivo Alfacar y Lorca, Romero y Luna. Una marcha popular en homenaje a Lorca y a todas las víctimas del franquismo. Se trata de una visita guiada para dar a conocer el barranco de Víznar y Alfacar, un territorio sembrado de fosas comunes, que forma parte de la geografía del terror. En la gran fosa de Víznar, pondremos una placa en memoria de Milagro Almenara, la boticaria roja asesinada en este barranco. Estaremos acompañados por la familia Almenara y por el escritor Gabriel Pozo, que ha rescatado del olvido a esta mujer adelantada a su tiempo, comprometida con la República y con el feminismo. Y recordaremos, con Mercedes del Amo, a Salvador Vila, el Rector de la Universidad de Granada, también fusilado en Víznar. Finalmente, una lectura poética y el acordeón republicano de Javier Cuesta harán del homenaje un acto que emocionará a los participantes en la marcha. 

En el último paseo, podremos conocer los trabajos arqueológicos realizados por el movimiento memorialista en el Parque García Lorca de Alfacar y en el Peñón del Colorao para buscar la fosa del poeta. Aún no se han encontrado los restos de Lorca y sus compañeros de muerte, pero eso no significa ningún fracaso, pues la búsqueda de la verdad es el mayor éxito de una sociedad democrática. 

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Francisco Vigueras. Periodista y miembro de la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación.