Los nuevos pobres: usted o yo
Alfonso Marín (derecha), delegado diocesano de Cáritas, conversa con Javier de Benavides, su director. miguel rodríguez
"Si llevas 5 kilos en una mano durante 5 años, la situación se hace insostenible. Cuanto más se prolonga, más duro es de llevar ese peso". Quien resume la situación a la que se enfrentan los usuarios que recurren a Cáritas es Alfonso Marín, su delegado diocesano en Granada. Conoce muy bien la organización las necesidades sociales de la provincia de Granada, donde desarrolla su actividad a través de un centenar de delegaciones parroquiales, con 1.877 voluntarios y 170 trabajadores.
La nueva pobreza no está instalada en los barrios en los que pensábamos cuando se habla de exclusión y necesidad social. Golpea igual al Albaicín, La Chana, Zaidín o Centro. Ya en 2007 Cáritas comenzó a alertar de este cambio de perfil, como ha recordado en la presentación de la memoria Miguel Ortiz, responsable del área de Empleo. Eso no ha cambiado, se ha acentuado, explica.
Alerta de la falta de incentivos para darle una solución laboral a personas de mediana edad, porque las ayudas de las administraciones van enfocadas a menores de 25 años y mayores de 45. Y confirma que también en este servicio, como ocurre globalmente con todas las personas atendidas, la mayoría son españoles. Hasta un 83% de las personas que recurrieron al servicio de intermediación laboral de Cáritas era español; el porcentaje de inmigrantes disminuye cada año (5 por ciento menos que el anterior en el caso de 2014).
Alerta de que cada vez hay más parados "de muy larga duración", algunos hasta más de 5 años sin empleo. El desánimo y la desmotivación es "tremenda", resalta.
Aún así, desde Cáritas han lanzado hoy un mensaje de esperanza. Hay realidades que animan a pensar que "un mundo mejor es posible", ha dicho Alfonso Marín. Como ejemplo, que el número de voluntarios haya crecido un 25 por ciento en relación a 2013. Ya son 1.877.
La actividad de Cáritas abarca también la respuesta a personas sin hogar, inmigrantes, programas de adicciones, mayores, mujer y discapacitados. Mantiene un servicio jurídico para dar asesoramiento a personas sin recursos; ayudas a vivienda para el pago de alquiler o suministros y para hacer frente a desahucios; y gestiona residencias, para mayores y discapacitados.