Campaña Cetursa Pasión por la montaña en verano
La joven ha logrado que la Embajada de Irán se interese por su caso y le ofrezca colaboración

La lucha de una madre granadina por recuperar a su hijo

Ciudadanía - M.A. - Domingo, 23 de Diciembre de 2018
Beatriz Arrabal intenta recuperar a Oliver, en Irán desde noviembre de 2017. Tras denunciar a su marido y padre del pequeño por maltratarla, este lo secuestró y puso rumbo a su país de origen.
Beatriz Arrabal y su hijo, Oliver, por el que se ha viajado este año a Irán para poder estar junto a él.
Cedida por Beatriz Arrabal
Beatriz Arrabal y su hijo, Oliver, por el que se ha viajado este año a Irán para poder estar junto a él.

Oliver solo tiene cuatro años, y vive a más de 6.000 kilómetros de distancia de su madre, la granadina Beatriz Arrabal, que ha emprendido una dura lucha para tratar de recuperar a su hijo. Su marido y padre del pequeño, Hamed Khaksar, se lo arrebató en noviembre del año pasado y se lo llevó a Irán después de ser denunciado por malos tratos. Se agravó entonces una pesadilla que venía de atrás, al poco de casarse en 2010.

Beatriz cuenta su situación a El Independiente de Granada mientras regresa desde Madrid a Granada por carretera. Este pasado viernes mantuvo, junto a su abogado, Enrique Vila, y sus padres, una reunión en la Embajada de Irán con diplomáticos de aquel país para exponerle su caso. La reunión fue, en sus palabras, "bastante positiva". "Han sido muy amables y tienen claro que los derechos del niño están por encima de todo", explica esta madre de 36 años que busca un acuerdo con el que todavía es su marido para compartir la custodia y regular las visitas y el lugar de residencia del pequeño. 

La Embajada de Irán se ha ofrecido a velar por que ese acuerdo, de llegar, sea legal tanto en España como en territorio iraní.



Beatriz Arrabal en otra imagen junto a su hijo.

Fue en Londres donde Beatriz Arrabal conoció a Hamed Khaksar. Ella trabajaba allí como matrona. Se casaron en 2010 y la separación llegó tres años más tarde. "El acoso verbal y emocional ya existía. Pero cuando llegó el físico, me separé", explica. La pareja volvió a reunirse en 2014 y fue entonces cuando nació Oliver. "Todos los problemas se agrandaron por la educación del niño". Por ese motivo, en octubre de 2017, cuando el pequeño acababa de cumplir 3 años, Beatriz llamó a un teléfono de ayuda a la mujer en Londres y el 28 de ese mes una trabajadora social le pidió que abandonara inmediatamente el hogar porque la situación era "muy grave. 

En noviembre de 2017 comenzó su pesadilla

Así lo hizo y presentó denuncia por malos tratos el 1 de noviembre. El padre del niño se apostó a las puertas de su domicilio. "Vivía en el coche". Beatriz recibió inmediatamente el apoyo de su familia y su madre, el 5 de noviembre de ese año, viaja junto a ella a Londres. Tras una primera semana de separación, la joven granadina deja al padre del pequeño que pase una tarde con él. No regresó. A medianoche recibió una llamada desde Irán. "Comenzó mi pesadilla", expone a este diario.

Sintió impotencia y miedo. De baja laboral, su desesperación se agravó tras no encontrar respuestas ciertas de los abogados a los que recurrió en Londres. En esa situación y, decidida a no perder a su pequeño, este año Beatriz Arrabal viajó a Irán. Ha estado cuatro meses en aquel país para estar cerca del pequeño. "La familia de Hamed me acogió muy bien", aclara para agregar, sin embargo, el control al que estaba sometida. "Sin dinero ni teléfono". El único contacto con sus padres en España lo hacía, bajo control, a través del teléfono de los padres de su marido. Con una situación que se agravaba, por "supervivencia" decidió regresar a España. El pasado 3 de julio salió de Irán. 

Sigue oficialmente casada con Khaksar. Explica que se casaron en Londres y esa unión quedó después registrada en España y en Irán. Casada por tres veces, afirma con resignación señalando que, de momento, no va a iniciar trámites de divorcio. Sus esfuerzos deben centrarse en su hijo.



Oliver tiene ahora 4 años. 

Aquí, con un representante legal, el letrado Enrique Vila, ha comenzado la lucha para tratar de alcanzar un acuerdo con el padre del niño. Sabe que no será fácil, pero dice tener "fe y esperanza". Oliver "tiene derecho a tener a su padre y a su madre", exclama agregando que han ofrecido a Khaksar diferentes posibilidades. Custodia compartida; que el niño viva habitualmente en Irán y pase el verano en España con su madre; o que esté escolarizado y residiendo aquí y, por vacaciones, regrese a Irán. No parece fácil. "Él tiene miedo a perderlo, a que yo haga lo mismo que ha hecho él; piensa que si viene a España no va a volver a Irán". 

"Es un largo camino", pero Beatriz Arrabal confía en que logrará reencontrarse con Oliver. "La vida es larga y mi hijo pequeñito", zanja. 

(Las fotografías han sido facilitadas por Beatriz Arrabal)