La intervención arqueológica en una obra privada del Albaicín ayuda a avanzar en el conocimiento de la Granada romana
Bajo esos espacios ubicados entre las calles Gumiel de San José y Aljibe del Gato, en el Albaicín, hay restos de extraordinaria importancia y la intervención y propuesta de conservaciónn planteada por su propietario, cuyo "esfuerzo económico" y "altruista", al exceder de sus obligaciones, han elogiado los técnicos, "ha contribuido de una manera especial a profundizar en el conocimiento de la Granada romana, como nunca antes se había realizado".
Así consta en el informe de la Comisión Provincial de Provincial de Patrimonio Histórico, fechado el pasado 4 de enero, en el que se da el visto bueno, con una serie de indicaciones, a la propuesta que, en el caso de la cimentación, ha sido consensuada con los técnicos del Ayuntamiento de Granada.
Vista aérea obtenida de Google Maps.
Qué hay bajo esos espacios
Galerías romanas que discurren bajo el jardín y el edificio del Carmen del Zenete. Son cinco galerías que presentan planta octogonal. Construidas en opus caementicium alcanzan una cota de 2,80 metros de altura y una longitud conocida de 28 metros -en el caso de la galería 1-. Originariamente, según describen los técnicos, "pudieron formar parte de un Criptopórtico que hiciera las veces de cimentación y sostén de una construcción superior probablemente relacionada con el Foro Romano de Iliberris, e igualmente sirviera para evacuar aguas pluviales".
A pesar de su buen estado de conservación, su estructura original ha sido objeto de alteraciones significativas, especialmente en época tardía.
En la fachada este al patio interior del Carmen, o Patio de los Naranjos, se ha documentado la cubierta exterior de la galería principal (1), y la conexión entre esta y la galería 2.
Un gran edificio con esetancias que se podrían corresponder con las Termas romanas de la ciudad. Según el informe, bajo lo que era la Casa del Tinte, los resultados de la excavación arqueológica han documentado un gran edificio, construido sobre niveles de época íbera y republicana, en época altoimperial. Sus grandes dimensiones unido al pavimento de opus signium y bancos adosados a las paredes "ha llevado a interpretarse como estancias de las posibles Termas romanas de la ciudad. El edificio fue reformado durante la época tardoimperial y su declive comenzó en época tardorromana, cuando llegó a albergar un horno de cal. En época moderna -añade el informe- es ocupado por un gran patio empedrado asociado a una casa morisca que debió conformar la actual torre, hoy anexa al Carmen del Zenete. En época contemporánea se edifica el inmueble demolido, que en la segunda mitad del siglo XX se convierte en tintorería.
La propuesta incluye actuaciones de conservación en las galerías romanas, protección de estructuras arqueológicas, modificación de cimentación y elevación de la cota del proyecto de ejecución de vivienda.
Por citar algunos ejemplos concretos, para dar ventilación e iluminación a las galerías, se proponen lucernarios aprovechando huecos al exterior, o la construcción de una escalera de madera -en el mismo lugar por donde se ha accedido para los trabajos arqueológicos, para llegar al Criptopórtico.
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