En el Parque García Lorca de Alfacar

Indignación por la obra elegida por Diputación para el homenaje a Lorca en el aniversario del asesinato del poeta

Ciudadanía - M.A. - Martes, 20 de Agosto de 2024
Fue "antimemorialista", resume el historiador y escritor Francisco González Arroyo.
Un momento de la representación de "Federico, en carne viva".
Diputación de Granada
Un momento de la representación de "Federico, en carne viva".

La obra elegida este año por la Diputación Provincial de Granada, que gobierna con mayoría absoluta el PP, para el acto que organiza en homenaje a Federico García Lorca en el aniversario del asesinato del poeta ha causado indignación por "antimemorialista". Porque la representación en el Parque Federico García Lorca de Alfacar de "Federico, en carne viva", de José Moreno Arenas, presentó a un Lorca que se suicida. Un final cuestionable cuando lo que se está recordando es que fue vilmente asesinado por los golpistas, como otras cientos de víctimas en estos parajes entre Alfacar y Víznar. 

"No lo asesinan, se suicida", exclama con enfado a El Independiente de Granada el historiador y escritor Francisco González Arroyo, que sostiene que se quedó hasta el final de la representación porque, "después de haber investigado más que nadie sobre la muerte de Lorca, quería oír hasta dónde llegaba". 

 "No aparece para nada el Lorca alegre, generoso, humanitario" y se le presenta "amargado" por no poder estar con el joven con el que mantenía una relación y, además, se tiene "la osadía" de incidir en el "arrepentimiento" por haber escrito obras como La Casa de Bernarda Alba

González Arroyo cree que el error de partida fue elegir una obra sobre Federico y no una representación de una de las suyas. Así, en la obra elegida, la que se vio en la noche del pasado sábado en el Parque García Lorca de Alfacar, añade, no se reflejan las "más de cien personalidades" que tenía el poeta. Es lo primero que echa en falta. "No aparece para nada el Lorca alegre, generoso, humanitario" y se le presenta "amargado" por no poder estar con el joven con el que mantenía una relación y, además, se tiene "la osadía" de incidir en el "arrepentimiento" por haber escrito obras como La Casa de Bernarda Alba y "obsesionado" por darle continuidad a otras que representan el "teatro de lo imposible". 

Al respecto, hace un inciso para recordar que La Casa de Bernarda Alba se estrena en 1945. Hasta esa fecha, "ni la conocían en Asquerosa, ahora Valderrubio, ni en Granada ni en Madrid. No viene a cuento".

Y para "rematar el despropósito", termina "arrojándose a un pozo", tras haber pronunciado la frase: "¡no me busquéis!". Es, como subraya González Arroyo, "antidemocrático y antimemorialista". Por el contexto en el que se representa la obra: la fecha de su asesinato.

El homenaje en su conjunto, como informó El Independiente de Granada, se centró en la vertiente de genial dramaturgo y poeta y evitó el símbolo universal que Federico es de la sinrazón y horror franquista

"Federico, en carne viva", de José Moreno Arenas, dirigida por Miguel Cegarra, a cargo de Karma Teatro, reflexiona sobre la figura de Federico García Lorca y escenifica, según su autor, una anécdota ocurrida en 1936 con Margarita Xirgú, una conversación entre ambos en torno al teatro por la deriva de Lorca hacia un teatro experimental, según el autor, con el que ella no está de acuerdo. A través de ese diálogo, se trasluce la situación vital y amorosa de Federico García Lorca, en concreto su apuesta por la relación que mantiene con el joven Juan, el “rubio de Albacete”, en los días de 1936 previos al estallido del conflicto.

A su juicio, "lo único" que "técnicamente bueno" de la representación fue la interpretación por parte de los dos protagonistas. Aunque, como apunta que "un hombre ponderado" que también asistió al homenaje le trasladó al finalizar, "también a los actores hay que exigirles un mínimo de sensibilidad". 

Francisco González Arroyo es doctor en Historia por la Universidad de Granada y ha investigado y profundizado sobre la vida de Federico García Lorca y su asesinato y sobre las víctimas del franquismo. Entre sus publicaciones destacan "El Fargue (fructífero y deleitoso)", primer libro que se publicó sobre la historia de esta población, así como "Aynadamar, de Fuente Grande al Albayzín", en coedición. Entre sus obras, también el "Callejero emocional de Granada", que obtuvo el premio Francisco Izquierdo de la Academia Granadina de las Buenas Letras.

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