Guardias civiles se quejan de un trato "denigrante" durante la cumbre europea de Granada
La cumbre europea de Granada fue un gran éxito para la ciudad, que relanzó su proyección internacional, y también un éxito de organización para el Gobierno español, aunque no todos salieron contentos del evento. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha mostrado su queja por lo que considera un trato "denigrante" a los agentes de la Benemérita desplegados para cubrir ese acontecimiento extraordinario, muchos de ellos comisionados desde otras provincias, tanto en lo que se refiere a la duración de los servicios realizados y los descansos, como al alojamiento o la comida.
En los días de la cumbre se desplegaron en Granada 1.382 agentes de la Guardia Civil, según los datos del Gobierno, pertenecientes a distintas unidades y servicios, para encargarse de la protección y guía de los dispositivos de movilidad en los desplazamientos por carretera de las autoridades desde los aeropuertos de Málaga y Granada hasta la sede de la cumbre, así como de los desplazamientos dentro de la capital granadina de la mayoría de las delegaciones.
Pero, a juicio de la AUGC, hubo "falta de personal y de planificación". Según la asociación, "durante la cumbre europea se han hecho servicios de 12 y hasta 18 horas consecutivas, con descansos de 4 a 6 horas entre servicio, realizando desplazamientos continuos al Aeropuerto de Málaga, algunos al de Granada, con una gran tensión pues las normas que nos dieron es que las comitivas no podían pararse bajo ningún concepto, circulando siempre en servicio de urgencia".
"Como guardias civiles multamos a camioneros que conducen más horas de lo permitido porque va contra su seguridad y la de los demás, y en esos días nosotros hicimos lo mismo, porque no se respetaron los descansos entre servicios ni las mínimas normas de riesgos laborales ni la Orden General de servicios", afirma la asociación de agentes.
Solo tres horas de descanso
La noche del jueves en que se celebró la cena de gala en la Alhambra, "la mayoría de las patrullas finalizaron no antes de las 00:00 horas, comenzando la mañana del viernes a las 06:00 con descansos de 5 o seis horas". Y, en algún caso, se dio la circunstancia de una comitiva, la del primer ministro de Suiza, "al que los agentes acompañaron después al Sacromonte y finalizó a las 03:00 horas, para comenzar a las 06:00 de nuevo el servicio, conduciendo vehículos, haciendo traslados en servicio de urgencia por la ciudad los cuales exigen concentración máxima luchando contra el sueño y el cansancio", relata la AUGC.
Sobre el alojamiento, la asociación de guardias civiles critica que, "mientras todos los funcionarios comisionados de Madrid y otras provincias, tanto Policia Nacional como conductores del Parque Movil del Estado estuvieron alojados en hoteles, a los guardias civiles se les alojó en la Base Aerea de Armilla, en habitaciones de cuatro componentes sin intimidad y sin baño, se usaba uno comunitario para todos los comisionados, y las habitaciones tenían puertas sin cerradura dejando el armamento sin seguridad".
En cuanto a las comidas, los agentes explican que les daban "vales de comida que había que solicitar al jefe de cada comitiva, un policía nacional, que valían por un menú en un restaurante cerca del Palacio de Congresos", pero, sin embargo, "la loche de la cena en la Alhambra, que costó 140.000 euros, se nos suministró un picnic consistente en un bocadillo ó una empanadilla y una botella de agua para componentes que realizaban 15 horas de servicio", se quejan.