Es la cuarta incidencia que atiende el Grupo de Desactivación de Explosivos este año
La Guardia Civil destruye de forma controlada una granada de la guerra civil en la Sierra de Lújar
Fue encontrada por unos cazadores el pasado domingo en el Barranco de las Negras, en el término municipal de Órgiva
Guardia Civil
La Guardia Civil ha destruido de forma controlada un proyectil de la Guerra Civil española que unos cazadores localizaron el pasado domingo 3 de febrero en la Sierra de Lújar.
Las recientes lluvias han removido la tierra y han sacado a la luz una granada de mano tipo piña de la Guerra Civil con la espoleta intacta en el Barranco las Negras, en el término municipal de Órgiva. Fueron unos cazadores los que la localizaron e inmediatamente alertaron del hallazgo a la Guardia Civil.
Los agentes del Equipo de Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil de Granada se desplazaron al barranco y comprobaron que se trataba de una vieja granada de mano de la Guerra Civil con la espoleta intacta, lo que la hacía muy peligrosa a pesar del tiempo transcurrido, según ha informado en una nota de prensa el instituto armado. Los agentes siguieron el protocolo establecido y buscaron un lugar seguro para detonarla de forma controlada.
Éste, no obstante, no es el primer proyectil que ha destruido el Grupo de Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil de Granada este año. Durante el pasado mes de enero los agentes del EDEX atendieron 3 incidencias similares, 2 en la provincia de Granada y 1 en la provincia de Jaén.
Durante 2018 los agentes atendieron 33 incidencias con artefactos explosivos, 22 en la provincia de Granada y 11 en la provincia de Jaén.
No manipular artefactos explosivos de la Guerra Civil
La Guardia Civil aconseja que, como en este caso, si alguien localiza un viejo proyectil se abstenga de manipularlo, se señalice el lugar y avise rápidamente a cualquiera de los teléfonos de emergencias con los que contamos en la provincia de Granada, el 062 de la Guardia Civil o el 112 de la Junta de Andalucía, ya que tanto la carga explosiva como la espoleta del artefacto pueden estar activas a pesar del tiempo transcurrido y, aunque es poco probable, puede estallar y herir de gravedad al que lo esté manipulando y a cuantas personas estén cerca.
