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Artículo de Opinión por Christian Muñoz Monge

Granada contaminada. Una desventaja algo más que estratégica

Ciudadanía - Christian Muñoz Monge - Miércoles, 6 de Febrero de 2019
Christian Muñoz Monge, gerente del Consorcio de Transporte Metropolitano del Área de Granada, firma este artículo de opinión.
Boina de contaminación sobre Granada.
P.V.M.
Boina de contaminación sobre Granada.

En el año 2018 se ha experimentado en Granada y su área metropolitana un incremento muy significativo en su sistema principal de transporte público colectivo: los autobuses urbanos de Granada, los interurbanos que operan en su corona metropolitana y el metro. El crecimiento registrado en el número de viajes netos realizados, descontados los transbordos, ha sido del 13,5%, muy destacado, si tenemos en cuenta que, según el INE, en el resto del país estos modos de transporte evolucionan en la actualidad con un crecimiento medio en torno al 3% anual.

Este incremento significa que, cada día, se producen, de media, en el transporte público colectivo del área metropolitana de Granada unos 14.000 desplazamientos más de los que se efectuaban hace apenas un año.

Sin duda la irrupción del Metropolitano de Granada y las actuaciones complementarias y de adaptación de oferta en los servicios de autobús han hecho posible esta variación, la cual se ha producido, fundamentalmente, en detrimento del vehículo privado, tal y como registran los aforos de la Circunvalación de Granada, así como las encuestas realizadas en el Metropolitano de Granada, donde un 30% de los usuarios de este modo declararon que antes se desplazaban en vehículo privado.

Sin embargo este efecto positivo, a pesar del esfuerzo inversor y organizativo, resulta insuficiente para generar el reparto modal que Granada necesita.

Según los estudios de caracterización de la demanda de transporte del Plan de Transporte Metropolitano, en el año 2015 se producían, en día laborable, en torno a medio millón de desplazamientos en coche en el área metropolitana de Granada, frente a los algo más de 100.000 generados en los modos públicos. Nada menos que una relación de 5 a 1.

Es evidente que el metro y las medidas complementarias llevadas a cabo desde su inicio han generado el impulso del sistema de transporte público colectivo más significativo de todas las realizadas en Granada en las últimas décadas, pero, a pesar de ello, sólo se ha conseguido desequilibrar levemente la balanza en contra el uso del vehículo privado motorizado, el principal causante de la calidad del aire que respiramos en Granada.

Esta reducida variación también se indica en las mediciones de la estación Granada – Norte, perteneciente a la Red de Vigilancia y Control de la Calidad del Aire en Andalucía, y que ha cerrado el año pasado con un promedio de concentración de NO2 en el aire del 46 microgramos por metro cúbico. En el año 2017 el promedio registrado resultó de 51 microgramos/m3,  una variación significativa y a la baja, pero claramente insuficiente teniendo en cuenta que la Unión Europea establece un valor máximo de 40 para este indicador y que esta estación ha superado sistemáticamente dicho umbral, situando a Granada, año tras año, en una de las zonas más contaminadas del país.

'Está más que demostrado que la mala calidad del aire de las ciudades afecta a la población y que su exposición, tanto a corto como a largo plazo, provoca efectos negativos sobre la salud'

Está más que demostrado que la mala calidad del aire de las ciudades afecta a la población de las mismas y que su exposición, tanto a corto como a largo plazo, provoca efectos negativos sobre la salud. Granada y su área metropolitana no es ajena a este problema, es más, las condiciones climáticas y orográficas de su localización favorecen la acumulación de contaminantes en el aire debido a la baja capacidad de dispersión, especialmente durante la época invernal, generando una mayor afección sobre su población residente y su calidad de vida.

Esta problemática, una vez pasado el período de recesión económica y ahora que las matriculaciones de vehículos vuelven a evoluciones positivas, debe abordarse desde un convencimiento profundo de todas las instituciones públicas y privadas. El planteamiento debe ser valiente y no es fácil de aplicar. Implica enfrentarse a las pautas generalizadas de cómo movernos e instauradas desde hace ya varias décadas.

La solución pasa irremediablemente por una minoración drástica de las emisiones de ese medio millón de desplazamientos en coche que se producen diariamente en nuestra área metropolitana. Actuaciones significativas que hagan migrar estos desplazamientos hacia los modos más sostenibles como los no motorizados y el transporte público es el único camino que permitirá corregir esta situación.

Esta corrección sólo puede llevarse a cabo desde la voluntad política y social, así como mediante la materialización de acciones e inversiones que la posibiliten. Todo lo demás, sin abordarlo desde esta perspectiva, resultará intrascendente o, cuando menos, insuficiente.

Christian Muñoz Monge, gerente del Consorcio de Transporte Metropolitano del Área de Granada