Campaña Inagra contenedor marrón.
triste imagen, en el corazón de la capital

¿Es esta la Granada que queremos?

Ciudadanía - J.I.P. - Viernes, 24 de Diciembre de 2021
Una imagen que advierte del peligro que ya corre la capital granadina. Reflexionamos sobre ello.
Cartel, en un balcón del número 9 de Gran Vía.
G.P.F.
Cartel, en un balcón del número 9 de Gran Vía.

Una triste imagen, en el corazón de Granada capital, que invita a pensar sobre las consecuencias de seguir alimentando a toda costa nuestra primera industria, con el riesgo de convertir a Granada en un gran parque temático al aire libre, sin espacio para sus habitantes.

Nadie puede discutir su liderazgo como generador de riqueza, y que ha sido golpeada con extrema dureza por la pandemia, como otros sectores, que no han contado con tanto apoyo y se les ha escuchado menos, pero, ¿a qué precio?

Y así, junto a la España vaciada, la Granada vaciada, que alude al despoblamiento de los municipios del interior, y que lucha por sobrevivir, hay una capital vaciada, pero por otras razones, que conlleva el despoblamiento del centro y barrios históricos. Sucede en otras capitales

Cuando recuperemos la vida y sepamos convivir con la pandemia, sin estridencias, corre Granada el riesgo de morir de éxito en cuanto al turismo, mientras la ciudad se transforma, con escaso margen para que sus habitantes -los de los lugares históricos, sobre todo- disfruten de una urbe maravillosa, condenados a un papel de figurantes. Y son ellos y ellas, los residentes de siempre, los que dan vida al Albaicín, el Sacromonte, el Realejo o el Centro, cada vez más despoblado.

Desapareció hace tiempo el último comercio tradicional de Bibarrambla, y calles enteras se llenan de mini restaurantes de comida, perdiendo Granada su personalidad. Alquileres cada vez más inaccesibles, se suma al destierro de comercios locales que dan paso a negocios hoteleros, tiendas de recuerdos, y restaurantes que distan mucho, en autenticidad y precio, de aquellos bares de siempre, con las famosas tapas.

Difícil el equilibrio entre ciudad y turismo que mal planteada debilita la esencia de la urbe, la que le hizo famosa y visitable. Y no importara la creciente salida de residentes al Área Metropolitana en busca de viviendas más asequibles.

Y así, junto a la España vaciada, la Granada vaciada, que alude al despoblamiento de los municipios del interior, y que lucha por sobrevivir, hay una capital vaciada, pero por otras razones, que conlleva el despoblamiento del centro y barrios históricos. Sucede en otras capitales.

Un efecto pernicioso del turismo desaforado, que no se da cuenta que, si se vacía el centro y barrios históricos, acabará matando a la propia ciudad.

Pocos edificios deshabitados y en ruinas quedan ya que no sean destinados ahora como hotel o pisos turístico de alquiler.

Este es el último, el edificio del número 9 de la Gran Vía.

RIP.