Hace unos años, las asociaciones de usuarios se quejaban de que el billete suelto del bus urbano en Granada, 1,20 euros, era el más caro de Andalucía, y el Ayuntamiento contestaba que los bonobuses, la fórmula más utilizada en el transporte público, eran en cambio de los más baratos de la región.

Sin embargo, las cosas han cambiado. Un estudio de la asociación de consumidores Facua revela que el precio unitario actual del bonobús, 79 céntimos, se ha incrementado un 21,5% desde 2011, una subida muy por encima del crecimiento del IPC en ese periodo (3,5%). "Aunque el billete ordinario no ha aumentado en este tiempo sí es cierto que el viaje con bonobús ha subido y mucho, y es actualmente el segundo precio más caro de Andalucía para esta modalidad de viaje", explica Facua en una nota informativa. "Considerando que es la opción más frecuente entre los usuarios habituales del servicio, el coste que soportan los granadinos es más que evidente", indica David Avellaneda, responsable de comunicación de Facua Granada.

Es decir, ahora el precio del billete suelto está más o menos en la media nacional, "un precio elevado" para Facua, considerando que los niveles de renta granadinos están por debajo del promedio, y los bonobuses son de los más caros.

El bono mensual es Granada dos euros más caro que en Málaga y casi siete que en Sevilla

Dentro de los abonos, los mensuales han subido un 7,89% de 2011 a 2015, en torno al 2% anual, pero "esa moderación en la subida no ha servido para que la ciudad deje de tener el bono mensual más caro de todas las provincias andaluzas" que ofrecen esa modalidad, dice Facua. Es dos euros más caro que el de Málaga y casi siete euros más que en Sevilla. Según Facua, esto obliga al usuario a tener que hacer al menos 52 viajes para amortizar el bono, frente a los 48 de Málaga o los 46 de Sevilla.

El estudio de Facua destaca positivamente las bonificaciones del bus para pensionistas (gratuito) y para jóvenes y universitarios, que abonan 57 céntimos por viajes, aunque echa en falta tarifas especiales para familias numerosas o monoparentales, así como para discapacitados y otros colectivos socialmente vulnerables, como los desempleados.