Dos embalses de Granada están en situación de emergencia y otros tres en alerta por la escasez de agua
Pantano de Canales, en julio. Está al 40% de su capacidad. indegranada
Granada está cerca de terminar su cuarto año hidrológico seco consecutivo y esa falta de lluvias, a lo que se unen los tres años más calurosos desde que hay registros, está haciendo que los pantanos de la provincia empiecen a dar signos de preocupación.
Según indica el último informe de sequía elaborado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), del 2 de agosto, ya hay dos embalses de la provincia, el sistema que conforman Cubillas-Colomera, en situación de emergencia, el umbral más grave, señalado en rojo en los informes. El sistema Cubillas-Colomera está al 27,9% de capacidad (por separado, el peor estado corresponde al de Colomera, que sólo tiene un 19,5% de llenado, mientras que Cubillas está al 44,8%).
En teoría, el sistema abastece de agua a cerca de 90.000 personas (70.000 a través del Cubillas y el resto, a cargo del de Colomera) y suministra agua de riego para unas 7.300 hectáreas entre los dos.
Otros tres embalses se encuentran, según el informe de sequía de la CHG, en situación de alerta, el siguiente umbral de gravedad. Son el de los Bermejales, al 37% de capacidad; San Clemente, a sólo el 10%, y el sistema de la Hoya de Guadix (que corresponde al embalse Francisco Abellán), que está al 36,4%.
La situación de alerta indica que esos pantanos tienen agua, en cuanto a abastecimiento humano, para menos de dos años al 100% de la demanda, y en riego, tienen para menos de dos años: un año completo al 80% de la demanda y menos de un año al 60% de su demanda.
Canales-Quéntar, en prealerta
Del resto de embalses que gestiona la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el sistema Canales-Quéntar está en situación de prealerta (en conjunto tienen un 44,4% de llenado, aunque la peor situación es para Canales, la principal fuente de abatecimiento de Granada y su área metropolitana, que está al 40%).
El estado de prealerta significa que hay agua para menos de tres años de abastecimiento al 100% de la demanda y en riego, dos años al 80% y menos de un tercer año al 60% de la demanda.
A nivel global, los pantanos de la provincia se encontraban el 4 de agosto de este año al 40,2% de su capacidad, 12 puntos menos que hace un año. No han parado de vaciarse desde 2013, y su nivel de llenado no está tan bajo desde 2008.
2013 | 2014 | 2015 | 2016 | 2017 |
77% | 72,3% | 61,1% | 52,2% | 40,2% |
Fuente: Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio
Y es que las lluvias llevan cuatro años escaseando. En lo que va de 2017 ha llovido sólo un 60% de lo normal (según la media del periodo 1981-2010), según los datos que ofrece la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) a través de su estación de medición en el Aeropuerto de Granada.
Entre enero y julio han caído 113 litros por metro cuadrado, cuando el promedio es de 189. Si extendemos el intervalo al año hidrológico (desde el 1 de octubre de 2016) y a falta de dos meses para que termine, la estación del Aeropuerto ha recibido 252,5 litros/m2, frente a los 339 de media (periodo 1981-2010).
Gráfico de la CHG en el que se aprecia cómo el actual año hidrológico, en rojo, está a peor nivel que cualquiera de las referencias, las de los dos años anteriores y la de los promedios de los últimos 5 y 10 años.
En este año 2017 sólo un mes ha llovido más de lo normal, febrero, mientras que el resto han sido meses secos, con menos lluvia de lo que debería. El último día que llovió de una manera mínimamente significativa, es decir, que quedó registrada por Aemet, fue el 16 de junio, día en que cayeron apenas tres cuartos de litro (0,7). Fue lo único que llovió en todo ese mes, como está sucediendo en los últimos años, en que junio se ha convertido en un mes con ausencia casi total de lluvia, cuando tiene un promedio histórico de 11 litros/m2.
Van ya 52 días seguidos sin que caiga una gota de lluvia y con una media de temperaturas máximas cercana a los 40 grados en todo ese tiempo.