Facua advierte de que, con la liberalización de las rebajas ya se han acabado las carreras de los consumidores por encontrar los artículos con mejor precio antes de que nadie, pero también avisa de que "se han relajado las medidas de control", de forma que "cada vez es más frecuente que los consumidores detecten fraudes y engaños", indica una nota de la organización de consumidores.

De hecho, según una encuesta de Facua, el 65% de los consumidores ha detectado fraudes y engaños, como precios alterados o inflados para hacer después más atractivos unos descuentos que no lo serían tanto de no haberse subido previamente. "Los descuentos del 50% o 60% son muy atractivos, pero cuando hay precios inflados realmente son mucho menores. Y si a eso le añadimos un 'hasta el 60%', ya tenemos un argumento de márketing a bajo coste", indica David Avellaneda, responsable de comunicación de Facua Granada.

Además, 9 de cada 10 consumidores dicen sentirse desprotegidos legalmente a la hora de comprar en rebajas, según Facua, ya que la nueva legislación ha introducido cambios que afectan a esos derechos. Por ejemplo, ya no es necesario que los productos rebajados hayan estado en la tienda durante un cierto periodo de tiempo, y tampoco que el comercio tenga rebajas indicadas de forma explícita o que se limiten a un periodo de tiempo delimitado.

Sin embargo, Facua informa de que sí hay obligaciones que se mantienen, como la de indicar el precio nuevo y el antiguo de los productos rebajados, y ahí es donde suelen encontrarse los fraudes, en precios antiguos excesivamente altos. Por eso Facua recomienda a los consumidores mantener una cierta cautela respecto a los productos que se ofrecen en las tiendas y el nivel de rebaja indicado.

También hay derechos del consumidor que no han cambiado, y que son los mismos que durante el resto del año: si la tienda acepta el pago con tarjeta o devoluciones de los productos de forma habitual no puede negarse a hacerlo durante las rebajas. También la calidad y la disponibilidad de los productos deben ser las mismas y el comercio debe tener a disposición de los clientes las hojas de reclamaciones.

"Al final el consumidor siempre debe recordar que las rebajas no son de derechos ni de calidad, sino de precios. Y ante cualquier problema las hojas de reclamaciones siempre deben estar a nuestra disposición", dice Avellaneda.