Un proyecto conjunto de la Federación Provincial de Comercio y el Ayuntamiento de Granada prevé instalar "toldos vegetales" en las calles comerciales del centro para "oxigenar el hormigón", refrescar el ambiente y reducir la contaminación, según informa la Federación de Comercio en un comunicado. 

Se trata de una iniciativa que aprovecha la experiencia piloto que se está llevando a cabo en Valladolid con la instalación de toldos vegetales para oxigenar el hormigón del centro de las ciudades. Una idea que ya surgió en el seno de la Federación el año pasado, se dejó en suspenso para más adelante, y que ahora se pretende llevar a cabo para los próximos meses de calor. 

El lugar elegido por la Federación para iniciar el proyecto es la céntrica calle Alhóndiga, "la cual ha solicitado a lo largo de estos años la colocación de los toldos que se ubican en calles cercanas al llegar junio (Mesones, Reyes Católicos...), viendo los comerciantes e inquilinos de la calle Alhóndiga cómo, año tras año, se les ha negado esta posibilidad o bien han obtenido la callada por respuesta de todos los equipos de gobierno que han pasado por la Plaza del Carmen", afirman los comerciantes.

El sistema de toldos verdes, según explica la Federación de Comercio, consiste en "la colocación de unas estructuras triangulares que cubrirían parte de la vía con varios el objetivo de reducir la temperatura hasta en cinco grados en época estival, filtrar las sustancias contaminantes -estimamos que estas cubiertas atraparán 150 kilos de dióxido y monóxido de carbono- y reducir hasta en 40 decibelios el sonido ambiente. Tres aspectos a los que se suma una mejora estética, que favorecerá la actividad comercial de la zona en la que se instalan".

En el caso de Vallacolid, según explica su Ayuntamiento en la web municipal, las estructuras verdes son de un material textil tensado en el que se colocará un sustrato con semillas vegetales -de plantas enredaderas y trepadoras de rápido crecimiento- para que crezcan en el propio soporte. Cada uno de los toldos tiene una longitud aproximada de cuatro metros en cada lado y se van a anclar en la fachada de los edificios.

"El objetivo es hacer de los grandes núcleos urbanos lugares habitables y sostenibles para ayudar a paliar las consecuencias del cambio climático y contribuir a la mejora de la calidad de vida de los vecinos", dicen los comerciantes granadinos. 

El proyecto se enmarca en un convenio de colaboración técnica suscrito el pasado marzo entre el Ayuntamiento de Granada y la Federación Provincial de Empresarios y Autónomos de Comercio de Granada, para el impulso de las medidas y actuaciones de dinamización y promoción del comercio granadino. Este acuerdo se orienta a promover la cooperación empresarial, el fomento de la cultura emprendedora y el asociacionismo, así como la mejora de la competitividad y la búsqueda y captación de recursos, entre otros objetivos.

"El fin último que persigue este convenio es defender los intereses del sector y, con ellos, apostar por la empleabilidad, la riqueza, las nuevas oportunidades de negocio y la promoción económica y social de Granada y agilizar la puesta en marcha de propuestas en materia de comercio enmarcadas en el Plan Estratégico de Turismo de Grandes Ciudades, como es el caso del desarrollo de las TICs en el sector, un Sistema Logístico para el depósito de compras de usuarios en posibles emplazamientos, cabinas, parkings u otros lugares, la agilización de trámites y licencias en colaboración con la Junta y el impulso de nuevos proyectos en pro del comercio sostenible y para disminuir la huella de carbono", explica.