lugar donde fueron torturados militantes antifranquistas

CCOO y el PCE solicitan a la UGR conservar como espacio para la memoria los calabozos de la antigua comisaría de la Plaza de los Lobos

Ciudadanía - IndeGranada - Jueves, 20 de Enero de 2022
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Los representantes de CCOO y del PCE Granada con la rectora, Pilar Aranda.
Prensa CCOO
Los representantes de CCOO y del PCE Granada con la rectora, Pilar Aranda.

Los representantes provinciales de CCOO, Daniel Mesa y del Partido Comunista, Juan Francisco Arenas, respectiovamente, han solicitado a la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, conservar los calabozos de la antigua comisaría de la Plaza de los Lobos donde fueron torturados militantes antifranquistas, como espacio para reivindicar la memoria democrática.

La rectora ha acogido la propuesta de manera positiva, puesto que ésta sería una actuación que podría enmarcarse en el conjunto de iniciativas de recuperación de la memoria democrática que está llevando a cabo la Universidad de Granada en los últimos años

Para el Partido Comunista de Granada y Comisiones Obreras es "vital contar con este espacio para que no caiga en el olvido la historia de la lucha obrera, y recordar con dignidad a quienes pasaron por aquellos calabozos y fueron torturados". Esta propuesta la han trasladado ambas organizaciones tras conocer que la UGR adquirió el inmueble y plantea su rehabilitación para la mejora y la ampliación de los espacios de la Facultad de Derecho y del Campus centro. En este sentido, la rectora ha acogido la propuesta de manera positiva, puesto que ésta sería una actuación que podría enmarcarse en el conjunto de iniciativas de recuperación de la memoria democrática que está llevando a cabo la Universidad de Granada en los últimos años.

CCOO y el Partido Comunista reivindican la declaración como "Lugar de Memoria Histórica" para la comisaría de la Plaza de los Lobos, al entender que fue uno de los principales lugares de represión de la capital. Dicha solicitud ya la realizó formalmente el sindicato en el año 2018, a la Junta de Andalucía, sin que fuera ésta atendida por parte de la Administración Autonómica.

Durante el Estado de Excepción de 1970, esta comisaría fue escenario de castigos hacia los militantes antifranquistas detenidos que, sin ningún tipo de asistencia jurídica, sufrieron los rigores de la tortura, llegando en no pocos casos a estar casi un mes en las garras de los torturadores. Se mantuvo así hasta el final del franquismo, siendo especialmente dura en los últimos meses de 1975, en el conocido como "otoño negro" en el que fueron detenidos/as cerca de un centenar de militantes antifranquistas que fueron sometidos a presiones psicológicas y maltrato.