El Ayuntamiento vuelve a poner césped artificial en el campo de fútbol de Parque Nueva Granada, pese al daño ambiental y a la salud que genera
El Ayuntamiento de Granada, a través de su Concejalía de Deportes, ha vuelto a poner césped artificial para sustituir los 6.000 m2 del campo de fútbol 11 del Polideportivo Municipal Parque Nueva Granada, pese a la contaminación y los daños al medioambiente y la salud que genera este tipo de material por microplásticos, según reflajan cada vez más estudios científicos y alertan investigadores como el catedrático de la UGR Nicolás Olea.
La alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, acompañada del delegado del Gobierno andaluz, Antonio Granados, y el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Granada, Jorge Iglesias, visitaron este lunes las instalaciones en el Polideportivo del Parque Nueva Granada, donde se ha realizado la intervención que ha supuesto una inversión de 128.254 € que se ha afrontado al 50% entre el Ayuntamiento de Granada y la Junta de Andalucía. “Lo que viene a reflejar la importancia de la colaboración entre administraciones para conseguir objetivos que son interesantes para los ciudadanos”, destacó Marifrán Carazo.
La empresa que se ha encargado de la obra ha sido Mondo Ibérica y el plazo de ejecución se ha prolongado durante dos meses. “Con la puesta a punto de este equipamiento deportivo municipal, damos respuesta a una vieja reivindicación de los ciudadanos de la zona y de la Asociación de Vecinos de Parque Nueva Granada, que gestiona la instalación gracias a un convenio con la Concejalía de Deportes.”, explicó Carazo.
El césped sustituido tenía ya 15 años de vida y, por tanto estaba muy deteriorado. Con esta nueva superficie, los equipos podrán disfrutar de un césped "de última generación en magníficas condiciones”, añadió la alcaldesa de Granada. Esta superficie sintética, homologada por la Federación Española de Fútbol, está compuesta por hilo monofilamento con 7.559 puntadas por metro cuadrado y con tratamiento antirayos UVA resistente al calor y al hielo, lo que permite una mayor durabilidad del césped, según el Ayuntamiento. Además, "ofrece una mayor diversidad de colores y es mucho menos abrasivo para los jugadores".
Daños para el medioambiente y la salud
Sin embargo, el césped artificial, usado tanto en campos de fútbol como en parques infantiles y elementos ornamentales de la ciudad, como las vías y glorietas del Metro de Granada, es dañino para el medioambiente y la salud.
Según el catedrático de la UGR Nicolás Olea, al ser un material fácilmente fragmentable, "es una fuente importante de la contaminación ambiental por microplásticos y nanoplásticos. Son un auténtico problema medioambiental y para la exposicón humana porque contiene hidrocarburos aromáticos policíclicos, que son carcinógenos, además ftalatos y otros disruptores endocrinos que provocan trastornos hormonales: déficit de atención, obesidad, diabetes y problemas de fertilidad, entre otros".
Un reciente estudio de de las universidades de Cádiz y Barcelona ha identificado los restos de césped artificial como "fuente importante de contaminación del medio acuático", tras analizar las muestras recogidas en la superficie del río Guadalquivir y del mar de la costa catalana.
El estudio recuerda que que en la Unión Europea se instalan cada año entre 1.200 y 1.400 campos deportivos de césped artificial. Precisamente la UE ha dado un plazo de ocho años para eliminar el relleno de caucho que se usa en el césped artificial por su daño medioambiental.
Los resultados de la investigación muestran cantidades importantes de plástico con origen en el césped artificial: llegan a suponer el 15% de los plásticos de más de cinco milímetros de longitud que flotan en el medio acuático. "Las fibras de plástico que hemos encontrado son principalmente de polietileno y polipropileno que coinciden con las tendencias actuales de producción mundial de césped artificial y que normalmente se encuentran flotando en el medio acuático", ha explicado William P. de Haan, primer autor del artículo.
Los investigadores se han mostrado "sorprendidos de la ubicuidad de este tipo de contaminación" y señalan que las repercusiones ambientales detectadas son "múltiples y muy graves", ya que amplifican aún más el impacto de este material en el medio ambiente. "Nuestro estudio ha servido para determinar que, aparte de reducir la biodiversidad urbana, reducir la escorrentía, sobrecalentarse (hasta 50ºC más que superficies naturales) y contener una gran cantidad de compuestos químicos perjudiciales que le dan durabilidad, las superficies de césped artificial liberan fragmentos de plástico en el medio acuático".
En este vídeo Nicolás Olea y otros expertos hablan sobre los daños medioambientales del césped artificial: