'Pederastia'
Nos hemos escandalizado con la detención de un joven de 25 años en Madrid que violaba a su hija de pocos meses. Es un pederasta más. Uno de los miles que transitan por nuestras calles, compran en los mismos supermercados que su vecindario y utilizan iguales servicios que el resto de la sociedad. Son aquellos que acechan a la salida de los centros educativos, los que se acercan a la infancia en los parques o devuelven el balón de fútbol que salió del campo con la mejor de sus sonrisas. A estos ‘infraseres’ los tenemos localizados y el rechazo social es casi unánime.
Sólo casi, porque la pedofilia se está asentando poco a poco para que no tenga tan mala prensa. Hay un movimiento llamado MAP (Minor Atracted Person)- atracción hacia menores, en español- que intenta asentarse presentando la pedofilia como una orientación sexual más
Sólo casi, porque la pedofilia se está asentando poco a poco para que no tenga tan mala prensa. Hay un movimiento llamado MAP (Minor Atracted Person)- atracción hacia menores, en español- que intenta asentarse presentando la pedofilia como una orientación sexual más. El MAP nació en Países Bajos en la década de los 50 y registró su mayor auge en los 70 y 80 cuando logró extenderse por Europa Occidental. Su intención es conseguir que las relaciones sexuales con menores se normalicen, dejen de considerarse una parafilia o una patología psicológica. En este punto haremos una matización. Un pedófilo es un hombre atraído por menores que no ha cometido ningún delito. Cuando ya han infringido la Ley, se les considera pederastas.
En septiembre de 2022, la ministra de Igualdad, Irene Montero, realizó unas polémicas declaraciones en las que aseguraba que “si un niño, niña o niñe quisiera tener relaciones sexuales con un adulto, no habría problema, siempre que haya consentimiento por parte del menor”. Se le olvidó apuntar a la ministra, ahora en funciones, que la edad de consentimiento sexual está en los 16 años. Ningún niño o niña –yo no sé quiénes son los ‘niñes’- puede dar su consentimiento antes de esta edad.
Recientemente, el colectivo Docentes Feministas por la Coeducación (Dofemco) ha llamado la atención sobre un manifiesto enviado a los centros educativos para que sea respaldado por madres, padres y profesorado que ha hecho saltar todas las alarmas
El advenimiento de las políticas transgeneristas ha devuelto a la actualidad la pedofilia que quiere disfrazarse de diversidad. Recientemente, el colectivo Docentes Feministas por la Coeducación (Dofemco) ha llamado la atención sobre un manifiesto enviado a los centros educativos para que sea respaldado por madres, padres y profesorado que ha hecho saltar todas las alarmas. El texto, impulsado por la Red por una educación feminista y comunitaria, habla de “abrir ventanas al campo de los deseos y los placeres a todas las edades y para ‘todes’” para “democratizar la sexualidad”. El mismo manifiesto, en el que se solicita al Ministerio de Educación y a las administraciones autonómicas contenidos sobre educación sexual en las aulas como parte del currículo educativo evaluable, pide “una educación sexual integral transversal dentro y fuera de las aulas que responda a las necesidades de infancias y adolescencias”.
¿Qué necesidades sexuales tienen las niñas y niños de cuatro, cinco o seis años? No están hablando de coeducación, ni de contenidos para conseguir la igualdad entre mujeres y hombres libres de violencia ni de la hipersexualización de las niñas sino de cuerpos, deseos y placeres
¿Qué necesidades sexuales tienen las niñas y niños de cuatro, cinco o seis años? No están hablando de coeducación, ni de contenidos para conseguir la igualdad entre mujeres y hombres libres de violencia ni de la hipersexualización de las niñas sino de cuerpos, deseos y placeres. Dofemco, que conoce muy bien esta estrategia alerta a las familias y al profesorado para que se opongan frontalmente a la vulneración de los derechos de la población menor y exige a las autoridades que “detengan de forma inmediata la propagación de este manifiesto y cumplan con su obligación de proteger al alumnado ante el avance sin freno de la pornificación social”. Entre las entidades firmantes del manifiesto se encuentran varias organizaciones transactivistas como Euforia, Familias Trans Aliadas y Chrysallis, todas muy activas en la defensa de las infancias trans y la identidad de género.
K13 fue fundada en 1993 en Tréveris, Alemania, por Dieter Gieseking, que estuvo encarcelado brevemente por posesión de pornografía infantil
Y son, precisamente, estos menores el objetivo de los defensores de la pedofilia. El pasado 4 de octubre, el grupo de presión pederasta alemán Krumme-13, conocido como K13, que ha respaldado la nueva ley de autoidentificación de género tras afirmar que “los menores trans” son políticamente importantes”, recomendó a sus socios visionar la película Simplemente Nina que se proyectaba en la televisión alemana el 6 de octubre y cuenta la historia de un niño que ‘transicionan’ para que viva como niña.
Para este grupo, la sexualidad infantil, en su conjunto, debe dejar de ser tabú porque las relaciones pedosexuales no son concebibles sin una sexualidad autodeterminada. Y, es por ello, que la edad de consentimiento –propuesta en la ley alemana de autoidentificación de género en los 14 años para cambiar en el registro su nombre y la mención de su sexo- es demasiado elevada. K13 fue fundada en 1993 en Tréveris, Alemania, por Dieter Gieseking, que estuvo encarcelado brevemente por posesión de pornografía infantil. Gieseking ha sido un firme defensor de la legalización de la pederastia y enmarca la actividad sexual entre adultos y niños como algo normal e, incluso, considera que las relaciones sexuales con menores tienen muchos beneficios para la infancia. Las declaraciones de Gieseking han sido recogidas por el portal feminista Reduxx y el artículo ha sido traducido por Nuria Salagre.