Torres Hurtado contra todos

Política - Juan I. Pérez - Viernes, 22 de Mayo de 2015
El previsible todos contra José Torres Hurtado del inicio de la campaña se ha tornado al acabar en un Torres Hurtado contra todos, que refleja su deliberado distanciamiento frente al resto de formaciones. No solo por la utilización, con tintes populistas, de la Alhambra como principio y fin de su propuesta electoral para enganchar el voto conservador, y repetir otros cuatro años como alcalde.
El alcalde y candidato a la reelección, en el acto de presentación de su candidatura.
Miguel Rodríguez
El alcalde y candidato a la reelección, en el acto de presentación de su candidatura.

Al aislamiento ha contribuido, sobre todo, la inusual dureza y tono empleado por la candidatura popular, especialmente en los últimos días, mientras el resto se dedicaba a lo suyo en busca del voto, con nuevas fórmulas, en una campaña que empieza a parecerse a la que reclama la ciudadanía.

En el tono grueso de los populares ha resaltado por encima de todos García Montero

En el tono grueso de los populares ha resaltado, por encima de todos, el portavoz del Gobierno municipal y concejal de Cultura, Juan García Montero, que en la despedida de campaña se desató contra su rival predilecto, la directora de la Alhambra, Mar Villafranca, que ni se presenta ni nunca fue concejala, a la que llamó “mentirosa” y algo más: “Sus acciones la llevarán a ser la conservadora de la Prisión de Albolote”.  

Parecía que García Montero se la tenía guardada, desde que en la primera semana de campaña reveló que Villafranca el día antes, en respuesta a un panfleto del PP contra el Atrio, llamó “tontos del culo” a los “que se creen las patrañas del PP” en la redes sociales, de lo que se retractó poco después, tras eliminar el mensaje. Ya era tarde. El grave insulto lo registró el PP. No hay inocentes del todo. 

Torres Hurtado, entre García Montero y Díaz, en la presentación de su propuesta de gestión para la Alhambra. miguel rodríguez

En la víspera del cierre de campaña, amaneció sonriendo el PP con la investigación fiscal que situaba bajo sospecha el servicio de audioguías en la Alhambra. Publicada por El Mundo, entendió que era la bomba definitiva con la que rematar el lanzamiento de granadas contra el monumento, que identifican con los socialistas. Pero a los pocos minutos, una información de La Voz de Granada despreciada por los populares fue ganando peso y le ha devuelto los golpes: la celebración de una boda en el Palacio de Carlos V, oficiada por Torres Hurtado, pese a que el monumento lo prohíbe. Y aunque lo niegan, las pruebas parecen indicar lo contrario. 

Las nuevas revelaciones de este diario sobre la boda, con correos electrónicos incluidos, no deja lugar a dudas

Este diario publica nuevas revelaciones sobre el caso de la boda del hijo de Audrey Hepburn, un “amigo” de Torres Hurtado y García Montero, que quería una celebración especial de su boda, en palabra del propio candidato a la reelección. La información de este diario, con correos electrónicos incluidos, no deja lugar a dudas de lo que se celebró, y deja mal parado al portavoz y al alcalde, que negaron la boda. En las imágenes se ve a Torres Hurtado con el oropel de alcalde. Aunque parece claro, el debate de si era o no una boda puede ser irrelevante, si bien la Alhambra hasta estudia acciones legales, pero el boato o la mediación para alquilar el recinto para un amigo, retrata a los populares.

El nerviosismo que ha mostrado la actitud del PP tuvo un primer episodio a principios de la semana con la contratación de cuñas radiofónicas con las que tratar de socavar al candidato socialista Luis Salvador, al desmerecerle su dilatado pasado como socialista. El primer anuncio que se recuerda que directamente alude con nombres a otro candidato fue precedido por el buzoneo de panfletos en el que los populares trataban de denigrar al candidato de Ciudadanos por el mismo motivo. Luego se comprobó que las cuñas reproducían el guión de los panfletos, anónimos, pero que los populares reconocieron al justificar la publicidad en radios. “Todo lo que decimos es verdad”, dijo Torres Hurtado.

El líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín, con Luis Salvador en el Mercado de San Agustín. miguel rodríguez

El ataque frontal a Ciudadanos, indirectamente, ayudó a centrar al partido de Salvador, acusado de ser de derechas en todo el país. En eso hasta Granada es diferente. Además, proporcionó una publicidad añadida al candidato naranja y evitó a los socialistas tener que entrar en la crítica hacia su ex compañero, aunque nunca estuvo en su ánimo de campaña. Y alejó en una arriesgada estrategia al PP de poder pactar con Ciudadanos tras el domingo. 

El presidente provincial del PP, Sebastián Pérez, ha protagonizado una campaña paralela a la de Torres Hurtado, en busca de su reelección como presidente de la Diputación. Ahí permanece sin esconderse, esperando la ocasión de poder, llegado el caso, reemplazar a Torres Hurtado en la Alcaldía de Granada.

Queda por averiguar si la estrategia del PP ha conseguido despistar a la ciudadanía sobre la gestión del PP

Sebastián Pérez también fue protagonista sin desearlo de la campaña, con una sentencia del TSJA que confirmaba la de un juzgado sobre la paralización sin justificación del concurso para la plaza de secretario de la Diputación, para beneficiar al que había nombrado, con el que coincidió en su etapa en Ayuntamiento.

La sentencia del TSJA ratificaba en todos sus extremos el fallo anterior del juzgado que consideraba que había existido “desviación de poder” en la decisión firmada por Sebastián Pérez de paralizar el concurso.

Si el PP pretendía con su estrategia de campaña de hablar solo de la Alhambra para evitar la defensa de su gestión e impedir el debate de los problemas de la ciudad, algunos, como la LAC, creados por ellos mismos -un problema solucionado con otro problema aún mayor- puede que lo haya conseguido desde su punto de vista. Queda por averiguar si esa estrategia ha conseguido despistar a la ciudadanía de la gestión municipal. Y lo más importante, si la aprueba o no, tras cuatro años, aunque la haya silenciado el PP.

Parada de la Línea de Alta Capacidad (LAC), en Puerta Real. miguel rodríguez

Mientras el PP ahogaba su programa electoral con la Alhambra, el resto de opciones seguía con su plan de trasladar sus mensajes, en un intento de que la ciudadanía saliera de esa especie de tela de araña tejida por los populares con la Alhambra. Y parece que lo han conseguido, al menos, eso expresaron todos los candidatos que coincidieron en resaltar la utilidad de esta campaña, a diferencia de otras muchas. Seguro que a ello ha contribuido la presencia de más partidos, todos con opciones reales, que han obligado a agudizar el ingenio y a practicar una campaña de calle.

Eso ha supuesto ir despidiendo a una de las señas de identidad de las campañas: los mítines con dirigentes, sustituido por actos más cercanos donde mirar a los ojos y debatir con la ciudadanía, más que con los rivales. La negativa del PP a que Torres Hurtado participara en algún debate, impidió ver a todos en escena y deslució los intentos de medirlos.

Y sí hubo mítines, en recintos pequeños y, antes, los protagonistas cumplieron el ritual de paseo por calles para contactar con “la gente”, una palabra que todos reivindicaron, precedida de “gobernar con” o  “gobernar para”. Nuevos tiempos para todos.

Pedro Sánchez, líder del PSOE, durante su paseo por el centro de Granada. miguel rodríguez

La campaña dejó imágenes para el álbum de candidatos. En apoyo del socialista Francisco Cuenca, de Pedro Sánchez, en su vuelta a Las Gabias y Susana Díaz, en el Zaidín y en Maracena. Para apoyar a Francisco Puentedura, de Antonio Maíllo, en La Chana y el Zaidín. Y de Teresa Rodríguez, también el Zaidín en un concurrido y colorido acto en apoyo de Vamos Granada y su candidata Marta Gutiérrez. 

Antonio Maíllo, en el acto público en el Zaidín en apoyo de la candidatura de Paco Puentedura. m. rodríguez

Mayte Olalla contó con líderes de UPyD, de una cuerda o de otra, para apoyar a una de las referencias nacionales del partido: desde Irene Lozano a Maite Pagazaurtundúa. Domingo Funes contó con apoyo de su líder regional, Antonio Jesús Ruiz. Curiosamente, Torres Hurtado se las bastó solo. El PP evitó visitas en la capital. Ya vino Mariano Rajoy en las autonómicas. Su líder regional, Juanma Moreno Bonilla, sí que se recorrió la provincia.

A Ciudadanos de Granada y a Luis Salvador, que contó con el apoyo presencial de Albert Rivera en las autonómicas, le acompañó Juan Marín, su portavoz andaluz.

La utilidad de la campaña ha permitido que todos los partidos mantengan sus aspiraciones: de vencer o de ser determinantes en un futuro gobierno. En juego, la mayoría absoluta (14 de 27 concejales) con la que desde hace doce años gobierna Torres Hurtado y el PP.

Los socialistas quieren liderar la alternativa al PP y aglutinar al resto de sensibilidades a la izquierda en un programa que pivota sobre la equidad social. Con permiso de IU que ha dejado claro que no facilitará un gobierno de derechas, pero no a cualquier precio. Vamos Granada y Ciudadanos, llamadas a convertirse en piezas angulares de un futuro gobierno de coalición, no han despejado la incógnita de sus preferencias. Tampoco lo ha hecho UPyD, cuya concurrencia con Torres Hurtado parece extremadamente complicada, tras los cuatro años de desencuentros en la oposición. El PA espera su oportunidad.

El futuro pasa por pactos y diálogos para conformar mayorías

Convencido todos, menos el PP, obviamente, de que no conseguirá Torres Hurtado la mayoría absoluta, el futuro pasa inevitablemente por pactos y el diálogo, para conformar mayorías. Hay margen de acuerdos por la coincidencia en varios asuntos fundamentales entre la oposición al que se podrían sumar los nuevos partidos: un rotundo rechazo de la LAC y al modelo de transporte de los populares, un papel relevante del Ayuntamiento en la generación de empleo, mayor atención a los barrios, el impulso a la industria cultural o la bajada de impuestos.

El PP dice por ahora que solo pacta con la ciudadanía, que no con Ciudadanos.

El domingo se resolverá la incógnita en las elecciones más complejas desde 1979, como ya publicamos el primer día de campaña en nuestro estreno como medio de comunicación.