'Sobre la incidencia del Covid en Andalucía'
La incidencia actual del COVID 19 en Andalucía se puede calificar de preocupante si la analizamos en términos comparativos. Ante esta situación, el Gobierno autonómico no sólo no realiza la más mínima autocrítica, sino que trata de desviar la atención hacia el asunto de la vacunación. Para ser más atinados, no hacia todo el asunto de la vacunación, sino sólo hacia el tema del suministro de vacunas, ya que ésta es la competencia exclusiva del Gobierno de España. Así, el consejero de la Presidencia señalaba hace unos días que no se puede permitir que el Gobierno central reciba la mitad de dosis, que se frene de golpe el ritmo de vacunación, que no se mantenga en definitiva el ritmo de vacunación actual.
"El Sr. Bedodo produce maniobras de distracción a destajo"
El Sr. Bendodo produce maniobras de distracción a destajo. Y la cuestión es que ya no nos provoca inquietud, ni siquiera asombro, pues hace ya tiempo que descubrimos como su máxima pasaba por afrentar en vez de por afrontar. Trasluce que contra un problema es siempre mejor afrentar al Gobierno central haciéndole responsable de todo el problema, que afrontar el mismo pidiendo a Moncloa la necesaria colaboración en la parte en que sea competente. Ya se sabe que algunos gobiernos de Comunidades Autónomas sienten la obligación de ser ingratos con el Gobierno central cuando éste es de distinto signo político, pero el Gobierno de Andalucía exagera en la tarea, sobre todo cuando es el consejero de Presidencia el que se afana en la misma.
Los datos actuales del COVID 19 en Andalucia son malos, o cuando menos mucho peores que los de la inmensa mayoría de las Comunidades Autónomas. Y ello debe tener una explicación, que nada tiene que ver con el número de vacunas recibidas, pues todas las CA han recibido un número similar en términos relativos, ni mucho menos con que se vaya a reducir en el futuro el ritmo de suministro.
"Se ha de ofrecer por parte del Gobierno de la Junta de Andalucía una explicación del porqué de estos preocupantes datos en términos relativos, más allá de criticar al Gobierno de España por la gestión de las vacunas (crítica por otra parte difícil de sostener después de que el propio presidente presumiese de estar vacunando más que muchos países)"
Los datos son los siguientes: En Positividad de las pruebas diagnósticas, actualizada a 29 de junio, Andalucía encabeza la incidencia, con 7,60% del total (la media estatal se encuentra en el 5,01%). En Incidencia Acumulada por Grupos de Edad Andalucía es la primera en la mayor parte de los grupos de edad. Concretamente en los menores de 11 años con un índice de 132,35; en las personas entre 30 y 39 años con 232,50; entre los de 40 y 49 años con 183,38; entre los de 60 y 69 años con 68,22 y entre los de 70 y 79 años con 30,44. Y en aquellos grupos de edad en las que no encabeza el ranking, se encuentra siempre entre los primeros puestos. La fuente de estos datos es el Ministerio de Sanidad.
Se ha de ofrecer por parte del Gobierno de la Junta de Andalucía una explicación del porqué de estos preocupantes datos en términos relativos, más allá de criticar al Gobierno de España por la gestión de las vacunas (crítica por otra parte difícil de sostener después que el propio presidente de la Junta presumiese de estar vacunando más que muchos países, con vacunas suministradas por el mismo Gobierno de España que critican precisamente por la gestión de las vacunas). La cuestión reside en explicar porqué la incidencia de la pandemia se ha deteriorado tanto en las últimas semanas en Andalucía. He ahí la cuestión. Y si sólo pudiese darle un consejo al Sr. Bendodo, le diría: Reste recursos de su Departamento de Marketing y derívelo a su Departamento de Análisis, pues un diagnóstico certero es el primer paso para poder cambiar la realidad y mejorarla.
