El 13 de abril de 2016, Granada tuvo el dudoso honor de estar en portadas nacionales y ser primera noticia en los informativos de todas las cadenas: el alcalde de la ciudad salía “entre cartones”  en coches policiales.  El Partido Popular, y sus dirigentes, se situaban en el ojo del huracán de una trama corrupta. 

En menos de un año el Partido Popular había consolidado todo un modo de hacer política que, si se demuestran las imputaciones realizadas hasta ahora en la instrucción de los distintos procedimientos, supone un expolio a las arcas del Ayuntamiento de unos 30 millones de euros. Son muchas las inversiones, los gastos o iniciativas que con ese dinero se podían haber llevado a cabo en la ciudad.  

Pero hoy quiero resaltar la labor de gobierno de dos, de las ocho personas, que en aquellas circunstancias complejas dieron el difícil paso de comprometerse con la ciudad y con un proyecto político. Me refiero a Jemi Sanchez y Baldomero Oliver que ayer hicieron pública su decisión personal de no presentarse de nuevo en la candidatura del PSOE y de Paco Cuenca, para las elecciones de mayo próximo. 

Cuando el PSOE se hizo cargo del gobierno de la ciudad, y en lo que ahora quiero poner el acento, se encuentran un ayuntamiento donde las políticas sociales se habían abandonado, y a punto de ser intervenido por el estado por su situación económica. 

Con la gestión de Jemi Sanchez en el área de derechos sociales, desde el primer momento (mayo de 2016) se declaró la guerra a los desahucios, evitando que multitud de familias fueran desalojadas de su hogar por motivos económicos. 

Se ha podido recuperar el servicio de Teleasistencia domiciliaria primando la prestación a las personas mayores que vivan y tengan situaciones de riesgo especial, siendo esta tarea una prioritaria y más aun teniendo en cuenta que el anterior gobierno del PP  prácticamente lo suprimió. 

Granada se ha sumado al programa Habitat-Housing First , junto a otras ciudades españolas, que pretende como afirmó Jemi Sanchez una “metodología diferente e innovadora a la tradicional” con la finalidad de dar una respuesta definitiva al sinhogarismo en nuestra ciudad 

'Granada se sitúa entre los cuatro consistorios más sociales de capitales españolas'

Por otra parte el Ayuntamiento de Granada, ha renovado el certificado de Municipio excelente en inversión social. Este reconocimiento significa no solo que existe una buena relación entre la inversión por habitante sino que supone un reconocimiento al esfuerzo por recuperar la dignidad de las personas especialmente de aquellas que tienen una situación de mayor vulnerabilidad. Así, Granada se sitúa entre los cuatro consistorios mas sociales de capitales españolas. Y todo ello teniendo en cuenta la difícil económica del Ayuntamiento, lo que da más valor aún a la gestión realizada. 

Por su parte, con la gestión de Baldomero Oliver el Ayuntamiento de Granada ha podido recuperar la estabilidad presupuestaria al alcanzar un ahorro de 10 millones de euros, propiciando así la recuperación económica de la entidad que tan maltrecha la dejó la gestión del Partido Popular. 

'Se puede afirmar que la ciudad está volviendo a la senda de la normalidad económica lo que que le puede permitir encarar proyectos de futuro'

A pesar de que el informe de fiscalización de la Cámara de Cuentas del ejercicio de 2015 detalla con claridad la difícil situación financiera con la que el equipo del PSOE llegó al gobierno, con deudas heredadas muy importantes con las concesionarias de transportes y limpieza, se ha podido comprobar cómo con la liquidación del presupuesto de 2017, se ha iniciado una importante mejora que permita la estabilidad presupuestaria. Con ello, se puede afirmar que la ciudad está volviendo a la “senda de la normalidad económica” lo que le puede permitir encarar proyectos de futuro.  

En esta misma línea, se pudo aprobar recientemente el Plan de Ajuste y Ordenanzas Fiscales que como dijo el propio Baldomero Oliver no es nuestro plan, “ni el más deseable, pero si el único que ahora mismo puede desatascar las arcas municipales” lo que pone de manifiesto de una parte la responsabilidad con la que el Gobierno del PSOE encara su gestión, y de otra pone en evidencia las posiciones del resto de partidos que parecen buscar solo ventajas particulares sin otear el bienestar general. 

Muy recientemente se han podido aprobar las alegaciones al proyecto de ordenanzas fiscales para el 2019 lo que implica una bajada de un 3% del tipo general del Impuesto de Bienes Inmuebles, consiguiendo con ello compensar el incremento lineal  que obligaba una disposición del Estado. La aprobación conlleva igualmente la bajada de hasta el 5% del tipo diferencial a unas 8.200 PYMES.  

En poco tiempo, estas dos personas que ahora toman la decisión de no presentarse a las próximas elecciones locales, han contribuido enormemente a poner en valor las ideas del Partido Socialista en la ciudad, aportando no solo honestidad, sino también una buena dosis de proyectos que han hecho posible que Granada ahora funcione.