El PP se ofrece a hacer de Granada una ciudad accesible en el plazo de dos años
Una de las concejalías del Ayuntamiento de Granada lleva la accesibilidad en su nombre, pero el grupo popular no observa que los socialistas hayan hecho nada en ese campo desde que llegaron al gobierno local. Fijaron la accesibilidad universal entre sus proridades pero, en la práctica, han paralizado el plan de eliminación de rebajes que impulsaron los populares en el último año, según informa el PP en un comunicado.
“Hemos perdido un año de intervención por la ineptitud del equipo de gobierno”, ha lamentado el concejal Fernando Egea, que ha recordado que el propio PSOE llegó a firmar en la junta de Gobierno del pasado 13 de enero un decreto en el que anunciaba que las actuaciones previstas se trasladarían a 2017.
Eso significa perder el ritmo que iniciaron los populares hace seis años, “más de 600 intervenciones en las que se han eliminado numerosas barreras arquitectónicas de todo tipo”, ha comentado, para añadir que el concejal socialista Miguel Ángel Fernández Madrid anunció el pasado mes de septiembre un plan para rebajar 102 bordillos, que tenía un presupuesto de casi 100.000 euros.
“No se ha hecho, ni siquiera se ha adjudicado la obra y por supuesto no hay fecha prevista de inicio. Nosotros hicimos unos 120 rebajes al año en todos los puntos de la ciudad durante los últimos cinco años y ellos han dado la espalda a los ciudadanos”, ha puntualizado”.
El PP está dispuesto a corregir esta falta de actividad, una prueba más de la “paralización” a la que está sometida Granada, a través de un plan que contempla la inversión de 600.000 euros en dos años y que permitiría establecer la cota cero para prácticamente todos los rebajes en aceras y evitar así los escalones que tanto molestan a mayores o personas con discapacidad o movilidad reducida.
“Es una actuación ambiciosa que se ejecutaría en dos años y que eliminaría 750 rebajes y suprimiría casi todos los obstáculos conocidos que restan en la ciudad. Era algo que teníamos previsto en nuestro programa de gobierno para el mandato 2015-2019, que seguimos poniendo encima de la mesa y que afectaría a todos los barrios, pero sobre todo en Zona Norte, Zaidín, Centro y Beiro”, ha precisado.
Por su parte, el portavoz adjunto del grupo, Antonio Granados, ha coincidido en que el actual gobierno local no ha hecho nada para mejorar la accesibilidad, pero tampoco ha actuado en otras áreas. “Tiene a la ciudad paralizada, inmóvil, y sin embargo el alcalde saca pecho y se apropia de méritos que no le corresponden y anuncia cosas que su partido lleva años y años sin hacer”, ha resumido.
Desmontar los 'logros' de Cuenca
En referencia al desayuno informativo del lunes, en el que el alcalde valoró muy positivamente su gestión y que paradójicamente tuvo lugar en el Cuarto Real de Santo Domingo, “restaurado con fondos del Estado y del Ayuntamiento, porque la Junta donde manda su partido, todavía debe su aportación”, Granados ha desmontado uno por uno esos presuntos logros. Por ejemplo, le ha refrescado la memoria a Cuenca al decirle que si Granada es valorada ahora como una ciudad más transparente es “gracias a la Ordenanza de la Transparencia que impulsó el PP”.
En cuanto a sus promesas, buena parte de ellas se centran en el Albaicín, donde “ya hay dotación presupuestaria y permisos para instalar cámaras y luchar así contra los grafitis pero aún no se han puesto”. Donde, también, está abandonado el Maristán “desde hace treinta años y cuya reforma lleva apareciendo inútilmente en los presupuestos autonómicos desde hace cuatro años”.
Donde el Palacio de Dar Al-Horra sigue esperando una reforma integral “que no ha llegado pese a que se anunció que sería la sede del Milenio, que ya ha pasado”. Y en ese mismo barrio, ha apuntado, hay obras que se están costeando “gracias a la iniciativa privada”, como el arreglo de la iglesia de San Nicolás. “La Junta debería avergonzarse porque está en un mirador muy visitado y con una de las mejores vistas del mundo, pero a la Junta le da igual porque lleva sin invertir en el barrio desde hace doce años, cuando reformó la iglesia de San Juan de los Reyes”, ha remachado.
“Cuenca guarda silencio ante eso y ante otros gravísimos incumplimientos”, ha continuado Granados, que ha mencionado “grandes retos de movilidad” como el Metro, “que debería llevar funcionando cuatro años”, o las VAU, “que se presupuestaron en 1999”. La política de Cuenca es “inexistente” y se limita a “vender humo”. Y mientras tanto, sigue sin avanzar nada sobre el próximo presupuesto municipal. “La última reunión que tuvimos los grupos municipales fue en noviembre”, ha finalizado.