Sebastián Pérez se la juega ante su último tren: la Alcaldía de Granada y como mal menor, una improbable presidencia de la Diputación.

Si no tuviera ya suficiente presión, tras el hundimiento popular en las generales, la militancia y cargos orgánicos y públicos, hasta los más afines, le miran con angustia. Tan solo poder conseguir la Alcaldía de la capital granadina, aún sabiendo que para ello deberá pactar con Ciudadanos y Vox, puede salvar a un partido a la deriva. Pero tras minusvalorar a Ciudadanos, el partido que lidera en la capital y la provincia Luis Salvador, le acecha y ya está a tan solo un punto.

Incapaz de la autocrítica, a la espera del argumentario de PP nacional y regional, salvo la consabida fragmentación de la derecha, como si no lo supiera antes de la cita electoral de domingo, la sede provincial del PP fue el lunes un hervidero de reuniones obligadas, en las que las llamadas al ánimo no fueron suficientes, según miembros de la Junta Directiva Provincial, que describieron como “tétricos” los encuentros, incluido el comité ejecutivo, la de los presidentes de los distritos de la capital y la candidatura municipal de Granada

Incapaz de la autocrítica, a la espera del argumentario de PP nacional y regional, salvo la consabida fragmentación de la derecha, como si no lo supiera antes de la cita electoral de domingo, la sede provincial del PP fue el lunes un hervidero de reuniones obligadas, en las que las llamadas al ánimo no fueron suficientes, según miembros de la Junta Directiva Provincial, que describieron como “tétricos” los encuentros, incluido el comité ejecutivo, la de los presidentes de los distritos de la capital y la candidatura municipal de Granada.

No solo Sebastián Pérez es centro de críticas internas. El descontento en la Junta Directiva Provincial del PP es mayúsculo con el director de campaña, José Antonio Robles, a quien se le pidió responsabilidades como agravante provincial del descalabro que ha sufrido el PP en España.

José Antonio Robles, alcalde de Güéjar Sierra y portavoz del PP en la Diputación, fue el responsable de organizar la campaña electoral de las generales en la provincia. Algunos apuntaron, incluso, que fuera también de las elecciones municipales para que lo ejerciera con más crédito, ante la posibilidad de que sufra personalmente el descalabro popular pues su interés es repetir, una vez más, como diputado provincial y revalidar la Alcaldía. Y si pudiera ser, acceder a la Presidencia de la Diputación, una aspiración improbable de conseguir, tras los resultados del domingo.

Las encuestas que circulaban entre los partidos provinciales concedían al PP sólo 6-7 diputados provinciales, de los 27 que componen la Corporación Provincial. A Ciudadanos le daban 4 y a Vox, entre 2 y 3. Si estos resultados se hiciesen realidad, entre estos tres partidos podrían sumar 14 diputados para conseguir el gobierno provincial.

Pero tras el domingo, y aunque son muchos los partidos que concurren a las municipales -solo en la capital granadina 18-, si empleamos lo resultados definitivos a unas hipotéticas municipales, y aplicamos la ley d'Hondt, la primera conclusión apunta a que el PSOE podría gobernar con mayoría absoluta la Diputación, algo que no ocurría desde hace doce años. Así, el PSOE lograría 15 diputados, lo que les daría la mayoría absoluta, mientras que el PP obtendría su mínimo histórico, con 5; 3 Ciudadanos, 2 Unidas Podemos Adelante Granada y 2 VOX.

En cuanto a Granada capital, el objetivo prioritario de los populares y de Sebastián Pérez, en el partido empieza a cundir el serio temor a que Ciudadanos le adelante y sea la referencia, si suma mayoría el bloque de la derecha. Y aunque el alcalde de Granada y candidato a revalidar, el socialista Francisco Cuenca, era ninguneado por el PP, la victoria socialista en la capital, después de 30 años, añade más desaliento, ante la posibilidad, aún creen que remota, que puedan sumar las izquierdas, con Unidas Podemos Adelante Granada.

3.jpg

Sebastián Pérez, en su intervención ante la dirección provincial del PP. PP de Granada.

Además, hay terror en el PP ante la candidatura de Juan García Montero, que puede restarle 1-2 concejales, según los más pesimistas del PP.

Nadie duda en las filas populares, que el pacto secreto de reparto entre Luis Salvador y Sebastián Pérez, si gana el bloque de la derecha, se haría realidad: el que saque más votos ocuparía la Alcaldía de la capital y el segundo, la Presidencia de la Diputación, en el caso de que sumen.

José Antonio Robles vería así cercenado su camino a presidir la Diputación. Incluso, un amplio sector de militantes del PP plantean que no continúe ni siquiera como diputado provincial. Sería la forma de exigirle responsabilidades por la pésima campaña que ha dirigido. Le acusan de ser muy personalista, no saber ni tampoco dejar trabajar en equipo. El miércoles y el sábado de la pasada semana organizó él solo una rueda de prensa para hablar de “su” campaña, en la que sólo habló de lo que “él” había hecho. A lo sumo, mencionó un par de veces a “su equipo”, critican miembros de la dirección provincial.

El director de campaña del PP no ha dicho la verdad, según algunos miembros de la dirección provincial, al decir que ha presentado candidaturas en los 174 municipios de provincia. Lo ha hecho con bastantes candidaturas incompletas y, en muchos casos, rellenas de gente que no son de esos municipios. Sólo con el fin de conseguir un titular de prensa

Precisamente, es parte de su equipo quien le han acusado de errar en su estrategia. Para empezar, ha ninguneado al candidato número 1, Carlos Rojas, para centrarse sólo en pasear por la provincia al cunero Pablo Hispán; lo ha hecho en una furgoneta alquilada al efecto y con logotipos del nuevo PP, mientras el resto llevaban los viejos. Robles apostó ciegamente por el amigo paracaidista enviado a Granada por Pablo Casado para congraciarse con el presidente nacional. El director de campaña del PP no ha dicho la verdad, según algunos miembros de la dirección provincial, al decir que ha presentado candidaturas en los 174 municipios de provincia. Lo ha hecho con bastantes candidaturas incompletas y, en muchos casos, rellenas de gente que no son de esos municipios. Sólo con el fin de conseguir un titular de prensa.

Por eso en la reunión del lunes, el director de campaña del PP de Granada instó a sus compañeros a olvidar la pesadilla de la noche anterior y a centrarse en las elecciones municipales para intentar conseguir la Diputación.

Muchos miembros de las listas municipales no están por la labor; no se descartan deserciones antes de tomar posesión o pasos a otras formaciones políticas.