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Si no hay maniobras de última hora, las derechas perderán el poder y darán una segunda oportunidad a la izquierda

La lucha por el ‘sillón’ en las derechas abre la puerta a Cuenca a la Alcaldía de Granada

Política - J.I.P. - Martes, 6 de Julio de 2021
Dirigidos otra vez desde Madrid, la lucha en las derechas en un vergonzoso esperpento por colocar a sus candidatos en el sillón de la Alcaldía, sitúa al socialista Francisco Cuenca al frente del Ayuntamiento de Granada en el pleno de investidura de este miércoles, después de 28 días transcurridos, desde que el PP abandonó el bipartito, seguido por los tránsfugas Manuel Olivares y Lucía Garrido. Esta es la foto del ring municipal, a la espera de movimientos de última hora, como ocurriera hace dos años cuando Luis Salvador fue elegido por sorpresa.
Salón de plenos vacío, con la silla de alcalde en primer plano.
P.V.M.
Salón de plenos vacío, con la silla de alcalde en primer plano.

Si el PP y Cs, con la inestimable ayuda de la ultraderecha, no hubieran convertido a Granada en un cromo que intercambiar o experimento de sus intereses partidistas, el socialista Francisco Cuenca sería a esta hora el seguro alcalde de Granada en el pleno de investidura de este miércoles.

Pero aún les queda un margen de maniobra a estas débiles direcciones provinciales del PP y Cs, dirigidas como marionetas desde Madrid, como demostraron hace dos años, y han demostrado en estos 28 días transcurridos desde que el grupo popular abandonara el bipartito para forzar a Luis Salvador a que le entregara la Alcaldía, en virtud de un ‘2+2’ que, en dos años, no han reconocido y que provocó la marcha del partido, pero no la renuncia a su acta, del expresidente popular provincial Sebastián Pérez

Pero aún les queda un margen de maniobra a estas débiles direcciones provinciales del PP y Cs, dirigidas como marionetas desde Madrid, como demostraron hace dos años, y han demostrado en estos 28 días transcurridos desde que el grupo popular abandonara el bipartito para forzar a Luis Salvador a que le entregara la Alcaldía, en virtud de un ‘2+2’ que, en dos años, no han reconocido y que provocó la marcha del partido, pero no la renuncia a su acta, del expresidente popular provincial Sebastián Pérez.

Luis Salvador tardó demasiado en dimitir. Verse aislado, sin apoyos en el pleno, más que de su concejal José Antonio Huertas, y sin que su partido le defendiera con hechos, y no con palabras vacías, eran motivos más que suficientes para adelantar su renuncia. Y cuando dimitió, anunció su apoyo a la lalista más votada, el PSOE, ante el desconcierto del PP y los tránsfugas.

La actuación de los últimos días de su partido en Madrid, tratando in extremis de llegar a un acuerdo con el PP nacional, sin saber siquiera lo que decía su coordinador provincial y alcalde hasta el pasado 1 de julio, es lamentable. Vergüenza ajena generó ese proponer desde Madrid a José Antonio Huertas –que lo desconocía y lo negaba- como alcalde de consenso para mantener el bipartito, más que roto, por luchas internas y entre ellos. Como las declaraciones posteriores de Inés Arrimadas y de Juan Marín.

Salón de plenos vacío. P.V.M.

Es lo que tiene manejar los hilos desde Madrid con absoluto desconocimiento de lo que sucedía en Granada

Es lo que tiene manejar los hilos desde Madrid con absoluto desconocimiento de lo que sucedía en Granada.

Pero lo del PP pasará a la historia más negra de Granada y deja a su dirección provincial, y a sus concejales, retratados, al poner en marcha una estrategia política sin cabeza, ni plan A, ni B… cegados por la avaricia del poder.

Su ridículo es de tal calibre que la palabra de los populares ha quedado siempre en entredicho. De presentar como su “candidato natural” a Luis González a aceptar el chantaje –que negaba rotundamente su secretario provincial- y cambiar sobre la marcha y proponer el candidato que exigía Sebastián Pérez, su amigo, el exsubdelegado del Gobierno Francisco Fuentes

Su ridículo es de tal calibre que la palabra de los populares ha quedado siempre en entredicho. De presentar como su “candidato natural” a Luis González a aceptar el chantaje –que negaba rotundamente su secretario provincial- y cambiar sobre la marcha y proponer el candidato que exigía Sebastián Pérez, su amigo, el exsubdelegado del Gobierno Francisco Fuentes.

Su pésima estrategia de tener el poder municipal porque sí, mal disfrazado al invocar una alternancia que nunca apoyaron, les hace pasar de gobernar la ciudad en un maltrecho bipartito, en el que trataban de lucir, pese a la inoperancia, a la ilusión de ostentar al fin, la Alcaldía de Granada y darse de bruces con una realidad que les lleva a la oposición con tan solo 6 concejales. El tiro por la culata.

Y lo que más les enervará: que por su torpe decisión sea alcalde Francisco Cuenca y gobiernen los socialistas.

Paco Cuenca, César Díaz y Luis Salvador. IndeGranada

En cualquier organización, no ya política, las dimisiones se sucederían de inmediato. Pero el PP culpa a Ciudadanos, para esconder la vergüenza de una crisis que han generado, y que ha sufrido Granada, cuando más falta le hacía.

Hasta la ultraderecha, harta de los líos entre PP y Cs, rompe con ellos y cambiarán su apoyo comprometido a Francisco Fuentes por un candidato de Vox, su portavoz, Onofre Miralles.

Así que, si no hay maniobras en esa derecha desunida en la oscuridad de la noche, en las luces del alba o en la mañana hasta la votación del pleno previsto a las 11.00 horas, Cuenca, de nuevo, se convertirá en alcalde de Granada, al rescate de una ciudad, como ya hiciera en 2016, cuando el último alcalde del PP, José Torres Hurtado, salió esposado del Ayuntamiento

Así que, si no hay maniobras en esa derecha desunida en la oscuridad de la noche, en las luces del alba o en la mañana hasta la votación del pleno previsto a las 11.00 horas, Cuenca, de nuevo, se convertirá en alcalde de Granada, al rescate de una ciudad, como ya hiciera en 2016, cuando el último alcalde del PP, José Torres Hurtado, salió esposado del Ayuntamiento.

Con sus diez concejales, al grupo socialista le apoyará también Unidas Podemos, y sus tres concejales, tras ratificar la asamblea ciudadana ratifica la propuesta del portavoz, Antonio Cambril.

Los tres tránsfugas, pendientes de sus revanchas personales, se quedarán en el limbo reservado para aquellos malos concejales, desleales a los que les pudo más la ambición desmentida y el ego, que el interés general.

Informaremos de todo ello. De lo que pasará y de la intrahistoria de un fracaso para las derechas y de una nueva oportunidad para la izquierda de dar luz a una ciudad que languidece demasiado rápido.

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