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en un abarrotado teatro isabel

Lombarda: ¡Fiesta Mayor!

Política - JTG - Martes, 7 de Marzo de 2023
Una crítica muy especial del concierto de regreso de Lombarda.
Lombarda, en forma.
JTG
Lombarda, en forma.

Tras haber contemplado con perplejidad hace unas semanas el espectáculo de la celebración oficial de la Andalucía de la pandereta, la más rancia y también la contemporánea, cabe reflexionar si grupos como Lombarda no se merecen mucho más un reconocimiento por casi medio siglo de trabajo de recuperación de la cultura musical granadina a punto de extinción. Homenaje que otras formaciones como Aliara (Córdoba) o Andaraje (Jaén) ya recibieron en su día por cierto. Mientras llega ese momento, ellos no se detienen en búsqueda y captura del cancionero de nuestro árbol genealógico sonoro, trotando Alpujarras, valles, llanos, costas y altiplanos.

Los Lombarda actuales son un equipo intergeneracional, y por tanto con distintas formas de entender la palabra ‘tradición’, de metabolizarla y exponerla;  por eso, en su caso, pueden ser fieles o no tanto a los originales, por más que hablar de ‘fidelidad’ en piezas, algunas con siglos de antigüedad pasando de boca en boca, sea complicado de aplicar con certeza

Sus últimos hallazgos los han presentado en el disco ‘Como me lo contaron te lo cuento’, parafraseando al escritor guatemalteco Héctor Gaitán. Una docena de canciones que han grabado en directo (en el estudio, no en concierto), y que completan una discografía con casi un centenar de piezas rescatadas de las frágiles memorias a punto de romperse de nuestros más mayores. Ese trabajo, editado recientemente, fue el libreto base del concierto que dieron en el teatro Isabel este fin de semana, con un lleno completo del «afamado» espacio escénico, en palabras de Sixto, el portavoz actual de la formación.

Los Lombarda actuales son un equipo intergeneracional, y por tanto con distintas formas de entender la palabra ‘tradición’, de metabolizarla y exponerla;  por eso, en su caso, pueden ser fieles o no tanto a los originales, por más que hablar de ‘fidelidad’ en piezas, algunas con siglos de antigüedad pasando de boca en boca, sea complicado de aplicar con certeza. Como ellos mismos dicen, respetan el espíritu, pero el cuerpo y la vestimenta puede modificarse adaptándose a la sensibilidad del oído actual. Que para pureza ya están ya están las grabaciones andaluzas de Alan Lomax (accesibles en la Biblioteca del Congreso USA) y sus propios cassettes de campo (depositados en sus casas, ¡qué diferencia!).

Un concierto my celebrado por el público que abarrotó el teatro.

Cantos de aguilando y de aguinaldo, de enamorados, romances, auroros, mazurcas… Recogidos en lugares como Melegís, Capileira, Lobras, Torvizcon, La Zubia, como también llegados desde Francia o Italia y aclimatados a nuestras tierras, son parte del material y las referencias que manejan, y que tocaron, mayormente con cuerda, viento y percusión, instrumentación orgánica, fresca y viva sin muchos añadidos tecnológicos: en su colección de instrumentos populares tienen ¡600 piezas!  Llamó la atención la cálida y entusiasta participación del público, algo imprescindible en este repertorio, hecho para compartir, a poder ser el día de la fiesta mayor y con un buen caldo celebrando la vida. O contando historia y sucedidos, caso de los romances de Mariana Pineda, el de la bella Silvana acosada por su padre o el de la doncella guerrera; cabe recordar que el romancero venía a ser los digitales de ahora, en tiempo no real. La humorística ‘La suegra’ fue cantada –¡con su fraseo paleorapero!- a coro del teatro entero «de suegras y cuñadas va un barco lleno, para el infierno niña». Ejem.

Como es habitual en todos su conciertos, un clásico suyo desde los años 80, terminaron con su adaptación de ‘Alla fiera dell'est’, original del genial Angelo Branduardi (e inspirada en una canción hebrea), y que ellos tradujeron al castellano en una versión que celebró el propio cantautor italiano en una de sus visitas a Granada. Por presión popular tuvieron que volver a salir para cerrar la noche a ritmo de mazurca. Lo dicho ¡Fiesta mayor!