Artículo de Opinión

'Libertad y cara dura'

Política - Miguel Ángel Fernández Madrid - Jueves, 1 de Abril de 2021
Miguel Ángel Fernández Madrid, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Granada, nos ofrece una reflexión sobre las derechas y su ideario.
Avenida de la Constitución.
P.V.M
Avenida de la Constitución.

En dos años la presidenta Ayuso ha encabezado un gobierno cuya gestión se resume en enfrentarse al Gobierno de España. Es su único aval. Una única ley durante dos años y ahí va, ganadora en las encuestas de las próximas elecciones madrileñas. Ha sido la defensora de la libertad para enfermar, para negar la entrada en un hospital a quien tenía coronavirus si vivía en un residencia, para dejar sin ayudas a los autónomos y hosteleros que tanto dice defender (sólo han llegado al 0,2 de los empresarios y empresarias madrileñas) y para abrir las puertas a jóvenes franceses que volvían a su país después de borracheras de campeonato. Todo en nombre de la libertad de los madrileños y madrileñas donde, a día de hoy, el 40% de las personas infectadas por el virus residen en esa comunidad.

De modo que en esta campaña electoral no se habla de las políticas educativas, sanitarias, de vivienda o laborales del gobierno de PP y C´s. Se habla de la libertad. Pero digamos claramente que esta libertad sólo la tiene en Madrid quien se la puede pagar.

"Para las derechas el bien común no existe. Existe el bien individual que cada uno pueda alcanzar. El problema es que siempre lo alcanzan los mismos, los que partían en una situación de ventaja"

Para las derechas el bien común no existe. Existe el bien individual que cada uno pueda alcanzar. El problema es que siempre lo alcanzan los mismos, los que partían en una situación de ventaja. Esto no significa que el esfuerzo personal no permita mejorar las condiciones sociales de una persona. Es este asunto una escalera engañosa. La realidad social nos muestra que en ocasiones un botones puede llegar a dirigir un hotel. Sin embargo, esta no es la norma. La derecha ensalza la libertad, nos dice que no tenemos límites, pero los de abajo, salvo excepciones, siguen siendo sirvientes de los de arriba.

La izquierda, todo hay que decirlo, hemos sido timoratos para defender la libertad sobre la base de la necesidad de ofrecer igualdad de oportunidades si queremos vivir en un mundo justo socialmente. Nos hemos comido que la libertad es elegir libremente médico o colegio y nos hemos olvidado de que esa elección traía consigo un mundo de sufridores y vividores. Hemos puesto el acento, por justicia, en los derechos civiles sin ser capaces de corregir las desigualdades sociales. Y no se trataba de elegir sino de conjugar porque están íntimamente relacionados ambos aspectos.

"En Andalucía se prepara una nueva ley del suelo. Tiene un único principio: la libertad de los promotores allá donde tengan el suelo y donde los Ayuntamientos tendrán, en base también a su libertad, la posibilidad de adaptar la norma a las exigencias de esos promotores"

En Andalucía se prepara una nueva ley del suelo. Tiene un único principio: la libertad de los promotores allá donde tengan el suelo y donde los Ayuntamientos tendrán, en base también a su libertad, la posibilidad de adaptar la norma a las exigencias de esos promotores. Ahí radica el modelo de desarrollo de la derecha: libertad para el que tiene, para que gane mucho y los demás ya nos beneficiaremos del reparto de las migajas. Lo que ocurre es que todo esto genera barrios de primera, de segunda y de tercera, con colegios de primera, de segunda o de tercera, con un comercio acorde a esos clientes, con un modelo de cohesión social fracturado y lleno de pobreza por doquier.

En el Ayuntamiento de Granada tres cuartas de lo mismo, aunque bien aderezado con el espectáculo descarnado por el poder que estos hombres de las derechas están jugando a mamporro limpio entre ellos, con sus traiciones, con sus intrigas palaciegas. Pero más allá de este bochorno, la nada en la gestión. Sólo hay que ver el contenido de los Plenos y de las Junta de Gobierno, donde se puede examinar la acción del gobierno de las derechas. Les importa un pito Granada, como les importa un pito España, sólo el poder para garantizar la libertad de unos pocos que se la pueden pagar. Los españoles y españolas que no comparten estas ideas, sencillamente sobran. Pero es que es por España. Acabáramos.

Miguel Ángel Fernández Madrid es concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Granada.