Granada, paraíso del cunero

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Desde los inicios de la democracia parlamentaria, en el reinado de Isabel II, Granada y sus comarcas son de las que han acogido a más diputados paracaidistas
En el antiguo régimen los representantes en Cortes siempre eran hijos naturales y/o residentes en Granada. No se dieron casos de cuneros. Ya en época de monarquía parlamentaria, las únicas elecciones a Cortes Generales que no contaron con cuneros en las listas por Granada fueron precisamente las que Granada no era provincia, sino Reino. En las Cortes de Cádiz de 1812 los representantes del Reino de Granada eran estamentales, no salidos de unas elecciones democráticas; pero todos ellos pertenecían a la nobleza, la iglesia, la Universidad y los propietarios de esta tierra. Durante el breve periodo de regreso del parlamentarismo en 1820-23, se volvió a repetir la misma representación. También sin cuneros.
A partir del reinado de Isabel II (bajo la regencia de su madre y del general Espartero), con la Constitución de 1837, fue cuando apareció la figura del cunero. Es decir, había que colocar a políticos profesionales de los que sobraban en Madrid y no cabían en la lista de su distrito
A partir del reinado de Isabel II (bajo la regencia de su madre y del general Espartero), con la Constitución de 1837, fue cuando apareció la figura del cunero. Es decir, había que colocar a políticos profesionales de los que sobraban en Madrid y no cabían en la lista de su distrito. Desde Madrid eran repartidos unos cuantos por provincias. Y no sólo por provincias, sino por distritos electorales de comarcas ya que varias leyes electorales durante el siglo XIX y primer tercio del XX establecieron la elección por partidos judiciales y no por demarcaciones provinciales.
Y Granada se convirtió en una de las mayores provincias receptoras de candidatos cuneros porque era de las que tenía una mayor población y, por tanto, mayor número de representantes en el Congreso. Albuñol, Huéscar, Baza, Guadix, Alhama, Santa Fe, Loja, Motril y Granada contaron con diputados que representaban a sus vecinos, a modo del sistema inglés. Se suponía que era para que les conocieran mejor, aunque en la práctica ocurría todo lo contrario, infinidad de elecciones eligieron a completos desconocidos. La mayor población de la provincia le concedía el derecho a aportar mayor número de diputados: el récord fue durante la II República, cuando Granada aportaba 13 diputados al Congreso (actualmente son 7). Madrid tiene la primera posición, con 37; Barcelona la segunda, con 32.
Colocación de la nobleza
En los primeros tiempos electorales fueron muchos los nobles y aristócratas que hicieron lo imposible por sentarse en el Congreso. Solían gastarse los cuartos en comprar voluntades de los caciques locales. Se trataba de nobleza absentista, que nacía y vivía en Madrid, pero hundía sus raíces y tenía propiedades repartidas por la provincia de Granada. Aunque ellos jamás la habían visitado. Aquellos nobles con apetencias de cortesanos políticos solían presentar candidaturas por varias provincias, ya que la ley electoral lo permitía; luego elegían la que más le interesaba (en caso de haber sido elegidos por varias).
Fueron diputados en el Congreso por Granada bastantes poseedores de título nobiliario, con o sin grandeza
Fueron diputados en el Congreso por Granada bastantes poseedores de título nobiliario, con o sin grandeza.
─Conde de Casa-Valencia. Emilio Alcalá Galiano y Valencia. Nacido en Madrid, eligió el distrito de Guadix para ser diputado entre 1865-66. En este distrito tuvo que competir con el escritor accitano Pedro Antonio de Alarcón, que fue diputado por su zona de nacimiento en las elecciones de 1864, 65, 69 y 71.
─Duque de Gor. Este ducado siempre estuvo muy ligado a Granada, con grandes posesiones, aunque algunos de sus miembros recalaron poco por la provincia. Mauricio Álvarez de Bohorques se presentó en 1837 por Granada y en 1853 por Madrid.
─Marqués de Corvera. El de Rafael Buscos Castilla fue un caso extraño. Era nacido en Huéscar y propietario de la zona. Se presentó varias veces por las provincias de Granada y Murcia (legislaturas 1850, 51, 53, 54 y 57). Siempre salió elegido, pero siempre optó por la provincia murciana. Llegó a ser ministro de Fomento en 1858.
─Marqués de Villavieja. Luis Hurtado de Zaldívar y Fernández de Villavicencio. Gaditano, casado con una descendiente de Granada. Fue diputado por Baza en la legislatura de 1857.
─Marqués de Portago. Vicente Cabeza de Vaca y Fernández de Córdoba. Fue cunero por Granada en las legislaturas 1899 y 1907. Su familia tenía propiedades y casa en Granada.
─Conde de Castillejo. Ramón Campos y Cervetto. Diputado representante por Loja en las elecciones de 1886, 91, 96, 99, 1903 y 1907. Apenas se le vio por Granada.
─Marqués de Navamorcuende. Pedro Carvajal y Fernández de Córdoba. Eligió el distrito de Baza para colmar sus deseos de ser diputado, en 1884. Jamás pisó Baza.
─Duque de Abrantes y Marqués de Sardoal. Ángel Luis Carvajal y Fernández de Córdoba. Tenía grandes propiedades en Granada y Jaén, pero su vida la hizo en Madrid, donde llegó a ser alcalde. Fue diputado durante 14 legislaturas. En casi todas fue enviado de cunero a provincias: 7 veces por Granada y las demás por Cáceres, Murcia y Segovia. También por Madrid. Este fue el que retó a duelo al director de El Defensor por criticarle el escaso compromiso mostrado en el Congreso para defender los intereses de Granada.
─Conde de Tobar. Francisco Javier Allendesalazar y Aspiroz. Era nacido en Madrid, pero estuvo residiendo un tiempo en Granada, donde fue nombrado concejal por el dictador Primo de Rivera. En la legislatura 1927-28 fue nombrado diputado en representación de los ayuntamientos.
─Marqués de Alquibla. Alfonso Roca de Togores y Aguirre Solarte. Madrileño. En las elecciones de 1891-92 llegó como paracaidista al distrito de Órgiva.
─Duque de San Pedro/Conde de Benalúa. Julio Quesada Cañaveral. Nacido en Madrid, pero muy pronto demostró tener más aprecio por Granada que los diputados nativos. Fue diputado representando a Granada en las elecciones de 1896 y 1899. Promovió azucareras, el tranvía de la Sierra, el Hotel Palace, etc.
─Duque de Baena/Marqués de Villamanrique. Mariano Ruiz de Arana y Ossorio Moscoso. Madrileño que apenas pisó Granada. Fue enviado al distrito de Baza como cunero en las elecciones de 1893, 98, 99, 1901 y 1903.
─Duque de Alba/Duque de Huéscar. Carlos María Stuart Fitl James y Portocarrero. En 1884 representó a la comarca de Huéscar en el Congreso de los Diputados. Era madrileño, pero su familia ha tenido, y tiene, grandes propiedades en esta comarca desde tiempos de la conquista.
Primeros espadas de la política
Por el distrito de Granada o alguno de sus distritos comarcales salieron elegidos políticos muy importantes de la escena nacional, varios ministros, presidentes del Congreso y presidentes del Consejo de Ministros. Vamos a mencionar algunos.
Uno de los políticos que mayor influencia ejercieron en el siglo XIX fue Juan Álvarez de Mendizábal (nacido en Cádiz en 1790). Fue el gran reformador de la administración isabelina y protagonista de la gran revolución liberal, autor de las desamortizaciones de bienes en manos muertas
Uno de los políticos que mayor influencia ejercieron en el siglo XIX fue Juan Álvarez de Mendizábal (nacido en Cádiz en 1790). Fue el gran reformador de la administración isabelina y protagonista de la gran revolución liberal, autor de las desamortizaciones de bienes en manos muertas. En las elecciones de 1836 se presentó como cunero por Granada; también fue en la lista por Cádiz y Barcelona. Salió elegido por las tres provincias, acabó optando por Cádiz. Fue ministro de Hacienda, Marina, Estado, Guerra, Ultramar y presidente del Gobierno. Entre los años 1835 y 1843.
Antonio de los Ríos Rosas era de Ronda, pero él estudió Derecho en la Universidad de Granada y conocía la ciudad. Desarrolló una larguísima carrera política entre 1837 y 1873. Fue elegido diputado nada menos que en 31 legislaturas. Fue cunero la mayor buena parte de su vida; además de Málaga, en 1854 fue colocado de diputado por Granada. Ocupó cargos como ministro y presidente del Congreso durante gobiernos del General Espartero.
Fue elegido diputado por la comarca de Albuñol en las elecciones de 1905, 1907 y 1910. Siempre colocado por su íntimo amigo cacique local Natalio Rivas Santiago. Es el único diputado por Granada que consiguió el 100% de los votos emitidos. Segismundo Moret fue presidente del Gobierno
Sin duda que el político cunero por Granada de mayor rango fue Segismundo Moret y Prendergast (nacido en Cádiz en 1838). Fue elegido diputado por la comarca de Albuñol en las elecciones de 1905, 1907 y 1910. Siempre colocado por su íntimo amigo cacique local Natalio Rivas Santiago. Es el único diputado por Granada que consiguió el 100% de los votos emitidos. Segismundo Moret fue presidente del Gobierno.
Santiago Alba Bonifaz fue ministro de Marina e Instrucción Pública, además de presidente del Congreso en 1933. En sus inicios políticos representó a Granada (1920) y Albuñol (1923) como cunero. Otro caso en el que se vio la mano del omnipresente Natalio Rivas.
Casos especiales
Alberto Aguilera Velasco nació en Valencia (1842), pero su madre había nacido en Albuñol y tenían algunas posesiones; la familia visitó la Alpujarra en contadísimas ocasiones. Fue un jurista y político de muy largo recorrido y muy recordado en Madrid. Ocupó cargos en la administración durante largos periodos de su vida, hasta llegar a ministro. Se le puede considerar cunero por Albuñol, por cuyo distrito fue diputado entre 1886 y 1903. Apenas se ocupó de su demarcación.
Cristino Martos Balbi. Granadino de nacimiento, llegó a ser presidente del Congreso nada menos que en ocho ocasiones, y ministro en 1871 y durante la I República. Pero nunca eligió Granada para presentarse; salió diputado por Toledo, Madrid, Málaga y Valencia
También hubo granadinos que actuaron como cuneros en otras provincias. Baldomero Argente del Castillo (nacido en Jérez del Marquesado) fue diputado por Canarias y Badajoz en las elecciones de 1910 y 1927. Cristino Martos Balbi. Granadino de nacimiento, llegó a ser presidente del Congreso nada menos que en ocho ocasiones, y ministro en 1871 y durante la I República. Pero nunca eligió Granada para presentarse; salió diputado por Toledo, Madrid, Málaga y Valencia.
También a Francisco de Paula Martínez de la Rosa Berdejo Gómez se le puede considerar un cunero a la inversa, al menos parte de su vida política. Fue catedrático de la Universidad de Granada. Empezó como diputado del Reino en 1813 y 1820. Casi toda su vida política la hizo en Madrid. Entre 1834 y 1858 fue ministro y presidente del Gobierno durante nada menos que 28 legislaturas, alternó las provincias de Granada, Oviedo y Segovia. Salió elegido por otras muchas, pero tuvo que elegir entre estas tres.
El ministro de Marina Carlos Marfori Calleja era gaditano. Fue diputado entre 1857 y 1884, durante ocho convocatorias electorales; en todas ellas salió elegido por la provincia de Granada.
Joaquín Montes Jovellar nació en 1879 en Madrid. Las relaciones familiares le decantaron por elegir el distrito de Alhama de Granada para ser diputado. Era jurista de prestigio, ministro en el último gobierno de Primo de Rivera (1930-31). Representó a Alhama en las elecciones de 1907, 10, 14, 16, 18, 20 y 23. Fue el único diputado “granadino” fusilado en Paracuellos del Jarama (en noviembre de 1936).
Eduardo Ortega y Gasset, hermano mayor del filósofo, fue abogado y militante del Partido Radical Socialista. Fue enviado de cunero a Granada y Ciudad Real, donde salió elegido en junio de 1931. Pero al sortear la provincia le tocó quedarse por Ciudad Real. Le sustituyó el médico granadino Rafael García Duarte Salcedo, fusilado en el verano de 1936.
Hubo varios diputados de provincias limítrofes que por sus relaciones profesionales/comerciales con comarcas granadinas eligieron éstas para presentarse
En cambio, Alejandro Otero, secretario general del Partido Socialista en Granada y destacado militante, eligió su provincia de nacimiento para ser diputado en las elecciones de 1931. Llevaba viviendo más de una década en Granada, pero dejó hueco para que otros lo ocuparan. En cierto modo, fue cunero en su tierra de origen, Pontevedra.
Hubo varios diputados de provincias limítrofes que por sus relaciones profesionales/comerciales con comarcas granadinas eligieron éstas para presentarse. Indalecio Abril y León era de Alcalá la Real, pero representó al distrito de Loja en las legislaturas 1879-81; Pedro Alcalá Zamora y Ruiz de Tienda fue un terrateniente de Priego de Córdoba que eligió ser diputado por Granada en 1837 y 1839; Nicolás Aravaca Vázquez, de Berja, salió elegido cuatro veces por Baza (1872, 81, 86 y 96).
Además de todos los mencionados hasta aquí, los más importantes, hubo otras dos decenas que salieron elegidos una sola vez en representación de Granada.
Representación y rentabilidad
Ni Pilar del Castillo (PP) ni Macarena Olona (VOX y Caminando Juntos) ni Carmen Calvo Poyato (PSOE) han sido las primeras cuneras que han tocado en suerte a Granada. La primera diputada cunera fue María Lejárraga García (1874-1974). Como militante socialista destacada, a esta riojana la enviaron desde Madrid a ir en la lista por Granada. Salió elegida diputada en las elecciones del 4 de diciembre de 1933 y permaneció como tal hasta enero de 1936. Representó a la provincia de Granada dentro del grupo de oposición, ya que aquellas elecciones las ganaron los radical-cedistas. En la convocatoria de febrero de 1936 el Partido Socialista ya no contó con ella. Estuvo muy presente en Granada, sobre todo en temas laborales y feministas. A través de su marido (Gregorio Martínez Sierra, editor y director de teatro) entabló mucha amistad con Federico García Lorca y Fernando de los Ríos. En Granada la apodaron “El diablo con faldas” (emulando la comedia de Sinesio Delgado con música de Ruperto Chapí).
Al elector granadino, en general, no le molesta que en sus candidaturas vayan nombres enviados desde los partidos desde Madrid o Sevilla. Lo que se valora es el interés por defender y representar los intereses del territorio por el que han sido elegidos. Aunque sea mínimamente. Y que al menos sepan dónde están: no les ocurra lo que al famoso Kirkpatrik, el del sombrero cordobés.
Yo prefiero que me represente alguien que se preocupe por Granada, haya nacido o viva dónde sea. Es preferible un cunero trabajador a un autóctono zángano
Yo prefiero que me represente alguien que se preocupe por Granada, haya nacido o viva dónde sea. Es preferible un cunero trabajador a un autóctono zángano. Que de los últimos tenemos ejemplos a puñados en todas las legislaturas. Y que el cunero se dé un paseo por la provincia a recoger sus problemas y conteste las cartas o mensajes que se les envíen. Pero, por desgracia, un somero vistazo a las actas del Congreso sobre la actividad desarrollada por los innumerables paracaidistas que la han tocado a Granada desde 1837 nos permite ser poco optimistas.
Ojalá me equivoque en la legislatura que se abre desde hoy y no tenga que echar mano de otra acepción de la RAE sobre cunero: “Dicho de un toro que se corre o lidia en la plaza, sin saberse o designarse a la ganadería que pertenece”.
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