El centro de Andalucía no está en la malagueña Antequera, pese a que históricamente así se le ha considerado. Ni tan siquiera en la localidad cordobesa de Monturque, como determinó un estudio preciso del Centro Nacional de Información Geográfica, realizado con los datos más fiables y cotejado con el software GIS (Sistema de Información Geográfica). El centro de Andalucía está en Sevilla. Capital de Andalucía, sede del gobierno y del Parlamento, cabecera de los principales medios de comunicación.

Y lo que allí ocurre se dimensiona. A veces, como si no importara nada más o fuera secundario, desde una visión global andaluza.

Y lo que allí ocurre en Sevilla se dimensiona. A veces, como si no importara nada más o fuera secundario, desde una visión global andaluza

Solo la pujante Málaga le disputa a Sevilla la primacía, respaldado por su poderío económico, cimentado en el turismo de playa, al que suma, desde que la capital de la Costa del Sol se reinventó, una envidiable oferta cultural.

Granada, se quiera o no, lucha por encabezar ese segundo escalón. Le ha faltado, para dar el salto definitivo, una planificación y ejecución adecuada de infraestructuras que hubieran evitado el evidente freno. Imperdonable que la autovía del Mediterráneo se completara por fin en octubre de 2015 -el único tramo sin autovía que quedaba desde Cádiz a Francia por el litoral-, como lo es que aún no llegue un AVE de verdad.

El apoyo que recibieron Sevilla y Málaga de los sucesivos gobiernos les han favorecido sustancialmente, lo que les han permitido abrir aún más brecha respecto al resto de provincias andaluzas.

El apoyo que recibieron Sevilla y Málaga de los sucesivos gobiernos les han favorecido sustancialmente, lo que les han permitido abrir aún más brecha respecto al resto de provincias andaluzas

Pero por supuesto, sin entrar en localismos, ni enfrentamientos territoriales, mucho más ha faltado.

Muchas más instituciones que influencia

Después de Sevilla, Granada es la capital que más instituciones oficiales alberga. Es sede del Tribunal de Justicia de Andalucía, y de su Fiscalía: capital judicial, aunque la posible marcha de las sedes penales lo cuestione.

Cuenta con el Consejo Consultivo, es la sede del Consejo Escolar de Andalucía y, dependiente del Ministerio del Ministerio de Defensa, del Mando de Adoctrinamiento y Doctrina (Madoc), la Universidad del Ejército de Tierra, en el edificio de la que fue la antigua Capitanía General.

Todo eso, y más, pero Granada carece de influencia en la toma de decisiones. En Sevilla y Madrid. Pasados tiempos mejores, la relevancia política del lobby granadino es más que discreta

Y por sus circunstancias históricas y geográficas, está la Alhambra y la única estación de esquí del Sur de Europa. (A este respecto, elevemos el nivel: eso de decir que los ingresos que genera el Patronato que gestiona el espectacular monumento y Cetursa “van para Sevilla”).

Granada cuenta con el único museo interactivo divulgativo y científico del Sur de España, el elogiado Parque de las Ciencias, y el Festival Internacional de Música y Danza, sin comparación en Andalucía y en España se codea con los grandes certámenes, a la espera de que la nueva dirección le sitúe de nuevo en la esfera internacional.

Salvo empresas punteras asentadas en esta tierra, muy poco pintamos en el sector económico, con una CajaGranada muerta,  mal enterrada y con sus restos desaparecidos en Bankia, tras la penosa gestión en su última etapa

Queremos ser el referente internacional de Federico García Lorca, a la espera de la llegada de los fondos, tras un más que tortuoso proceso de negociación.

Y nos orgullecemos de la mejor universidad andaluza, y a la cabeza de España; la Universidad de Granada.

La sanidad siempre fue una de las banderas en Granada y ahora, pasados los recortes y rectificados los errores sobre la organización hospitalaria, debe recuperar el lugar de privilegio. Parte de un Virgen de las Nieves, reconocido, que se agranda, y con el Hospital San Cecilio Campus, la mayor inversión en obra civil de Andalucía.

Todo eso, y más, pero Granada carece de influencia en la toma de decisiones. En Sevilla y Madrid. Pasados tiempos mejores, la relevancia política del lobby granadino es más que discreta. Escasas -con extremada generosidad-, voces discordantes en los partidos que mandan frente a sus propios aparatos que exijan y reclamen lo que es justo para Granada.

En las organizaciones políticas y sindicales regionales y estatales, la presencia de granadinos y granadinas es residual. En Granada, priman desgraciadamente los intereses y estrategias políticas pariculares, que la búsqueda de un bien común, que sería posible con una apuesta por el diálogo, pero también con una voluntad de entendimiento.

Nos orgullecemos de la mejor universidad andaluza, y a la cabeza de España; la Universidad de Granada

En los gobiernos en Madrid no rascamos bola y en Andalucía parecemos ceñidos -y con mucha honra, dado que no son parcelas menores- a Educación, Sanidad, Igualdad y Políticas Sociales, alguna vez Medio Ambiente y Fomento, y ya muy lejano en el tiempo, Economía.

Salvo empresas punteras asentadas en esta tierra, muy poco pintamos en el sector económico, con una CajaGranada muerta, mal enterrada y con sus restos desaparecidos en Bankia, tras la penosa gestión en su última etapa.

La ciudadanía de Granada, una referencia

Pese al paro lacerante, las pensiones indignas, aquello de estar en el furgón de cola, y el eterno pesimismo…es la ciudadanía de la provincia la que hace latir un gigante corazón, la que suele ir muy delante de las instituciones y políticos.

Crítica y exigente. Trabajadora, en el campo, y en las ciudades. Que sabe disfrutar de la vida, pese a las penurias.

Es la ciudadanía de la provincia la que hace latir un gigante corazón, la que suele ir muy delante de las instituciones y políticos.Crítica y exigente. Trabajadora, en el campo, y en las ciudades

No hay lugar como Granada para la música. La provincia ha visto nacer múltiples grupos y solistas de todos los géneros, desde el rock, pop, indie hasta la contemporánea, muchos de ellos de lo mejor del panorama, no ya andaluz, sino nacional. También la literatura y la poesía, siguiendo la tradición histórica.