A pesar de la concurrencia el domingo de nuevas fuerzas emergentes que, junto a algunas de las existentes, se presentaban con programas regeneradores que pretendían devolverle la ilusión a la ciudadanía y su acercamiento a la clase política, la expectativa de cambio no consiguió levantar la participación en la capital granadina.

Los colegios electorales se cerraron con una asistencia a las urnas del 59,78 por ciento del total de votantes censados. Estos datos sitúan a las elecciones del domingo como las terceras de las diez municipales celebradas en la capital granadina con mayor abstención, con el 40,22 por ciento.

Solo lo superan las celebradas en 1991, en las que el PP fue la lista más votada pero gobernó el socialista Jesús Quero, con IU, con el 45,2 por ciento, y las de 2007, con el 43,2 por ciento, la de la segunda victoria electoral  de José Torres Hurtado.

La abstención registrada el domingo en la capital es, además, 5,15 puntos superior a la media nacional y hasta por encima de la media del conjunto de Andalucía: un 1,43 por ciento superior.