El Independiente de Granada homenajea a Jesús Arias, periodista, músico y creador, en el primer aniversario de su muerte, con un análisis en el que reivindica su decisiva influencia en la gestación de ‘Omega’, la monumental obra de Enrique Morente y Lagartija Nick, del que se cumplen veinte años de la edición del disco, esencial en la música y que abrió un nuevo espacio al flamenco.
Fotograma extraido del documental Omega.
Jesús Arias observa admirado cómo canta Enrique Morente en uno de los ensayos de Omega.
Jesús Arias era un genio en cualquier disciplina que abarcara. Pero su radical modestia y nula pedantería le impidieron obtener todo el reconocimiento público que merecía en el periodismo o en la música, como compositor, arreglista, letrista y guitarrista. Y por supuesto, no solo en el rock, como demostró en su Mater Lux, una cantata medieval con coros, las voces flamencas de Juan Pinilla y Soleá Morente, la percusión de Eric Jiménez, con un yunque de protagonista y sonidos de astronautas pregrabados. Un montaje espectacular.
'Omega' no es solo un ejemplo de su genialidad artística y forma de ser. Es el ejemplo de un artista integral, generoso en la creación, que pocas veces reivindicó la autoría o influencia de esta o aquella canción, esa letra o arreglo. Y por supuesto, salvo en tertulias muy privadas, y sin egos, del disco inconmesurable de Morente y Largatija.
Entre otros méritos que habría que reconocerle, Jesús Arias fue uno de los personajes clave en la creación de la movida musical granadina. Su conocimiento del inglés, su insaciable deseo de aprender, de cultivar la Cultura y, en una de sus vertientes prioritarias, explorar nuevos caminos sonoros, le convirtió en una de las autopistas por las que llegaron a la capital las nuevas influencias de Londres. Y ya, en su etapa del instituto, promovía la creación de grupos, del que más tarde surgirían KGB o TNT, su grupo del alma, donde alimentaron la escena punk española, con genialidades de su cosecha, como 'Coplas a la muerte de un colega' (1983), con la letra de un poema de Luis García Montero.
Una paga semanal, un disco y un escaparate
Contaba Jesús que descubrió el poema 'Omega' al toparse por casualidad, allá por 1983, con el escaparate de una librería que exhibía una 'Antología poética', de Federico. Y con la paga de su abuela recién cobrada –200 pesetas semanales a cada hermano-, no se lo pensó. Y ahí halló lo que pensó un poema incomprensible que empezaba con 'Las hierbas' y terminaba con la misma palabra pero con tres exclamaciones.
Y vaya si lo comprendió con los años, tras buscarlo y analizarlo. Lo desentrañó y lo explicó para convertirse en una canción inmortal de un disco inmortal, que convenció a Enrique Morente para que lo grabara junto a una banda de rock, punk, liderada por Antonio Arias,Lagartija Nick.
Esta anécdota estaría incompleta sin una información adicional de relevancia: en realidad, Jesús, dijo años después, iba a invertir la paga de esa semana en la compra de un disco, que finalmente pudo comprar con ahorros: el 'The rhythm of the heat', de Peter Gabriel, álbum de 1982 inspirado en ritmos africanos, que contiene en su primer corte de la cara B, la conocida 'Shock the Monkey'.
Así que le sobró dinero para el poemario de Federico.
Mientras escuchaba el disco y leía la 'Antología' de Federico, su primer acercamiento serio a la poesía lorquiana, del que ya conocía su prosa, le sobrecogió la descarga de la voz dePeter Gabriel en el tema que da título al vinilo, sobre las percusiones africanas. Y en su cabeza quedó la correlación entre 'Las hierbas', del poema de Federico, y el grito de Peter Gabriel, como una secuencia sonora que abría un camino para la exploración.
Tiempo después, Jesús oyó por primera vez la canción 'Mírame a los ojos', de Enrique Morente, del disco de 1977, 'Despegando', con Pepe Habichuela a la guitarra. Aquella canción, que impresiona aún hoy, Enrique la construyó sobre una sola nota de órgano. En la mente de Arias volvieron 'Las hierbas' del Omega, el grito de Peter Gabriel y la percusión, para certificar que la pieza que faltaba era el cantaor y su camino. Se creaba con ello la nebulosa del ‘Omega’.
‘Omega’ surge en el cementerio de Granada
La desgraciada muerte en accidente de tráfico del recordado Rafael Fernández Píñar (concejal de Cultura, que propició el acuerdo con Isabel García Lorca para la apertura al público y adecuación de la Huerta de San Vicente) en agosto de 1995 convirtió su entierro en una multitudinaria muestra de dolor. Querido y respetado como era el concejal de Cultura con Jesús Quero de alcalde de Granada, en el cementerio de San José se dieron cita para despedirlo, además de familiares y políticos, buena parte de la gente de la cultura granadina. Entre ellos, Jesús Arias que coincidió con Raúl Alcover. El cantautor le contó que estaba ayudando a Enrique Morente, con su intención de hacer un disco con temas de Leonard Cohen, pero que andaban un poco bloqueados.
Jesús Arias le dijo lo que le rondaba desde hace tiempo por la cabeza y que le había ido dando forma: grabar con Morente y Largartija Nick, 'La niña ahogada en un pozo', inspirada en la canción de los Beatles 'Helter Skelter', y otro poema de Lorca, 'Omega'. Raul, que vivía por aquel entonces en casa de Enrique, le aseguró que se lo contaría al cantautor.
Ese mismo día por la tarde, Enrique llamó a Jesús y le invitó a ir a su casa. Y allí que fue con Antonio, su hermano, líder de Lagatija Nick. Ante la curiosidad de Morente de saber cómo haría para conjugar Lorca con los Beatles, Jesús cogió una guitarra que había en el salón de la casa de Enrique en el Albicín y se puso a cantar.
Tiempo atrás, como se sabe, Jesús, Eric y Antonio trataban de encontrarse en bares de Granada que frecuentaba el cantaor con Enrique para contactar con él y plantearle el proyecto.
Jesús recordaba que cuando ya estaba en marcha el proyecto 'Omega', Enrique le decía: “Llegaste tú a mi casa con tus chalauras y tu hermano, más chalao que tú, y luego Eric con sus bulerías…. pero pensé, que nos metan a todos en la cárcel, me apunto”.
Jesús Arias, en el magnífico documental 'Omega', de José Sánchez Montes y Gervasio Sánchez.
Cuando Enrique Morente comenzó a escuchar discos de Lagartija Nick, le gustó mucho 'La curva de las cosas'', de 'Su' (1995). Y les dijo, al fin, que tenían que trabajar juntos.
En un encuentro posterior, Jesús Arias le dijo a Enrique que tenía un poema de Lorca para que lo cantara: 'Omega'. Enrique, que creía que iba a ser cualquiera del 'Poema del cante jondo', le sorpendió cuando se lo explicó, puesto que admitió que no lo conocía..
Y Jesús se lo explicó con detalle, porque lo había trabajado en su interior. Un poema para muertos, en el que cada verso formaba parte de poemas distintos de Lorca. Impresionante. Impresionado.
Un estudio que convenció a Morente
Jesús elaboró un documento de un centenar de páginas donde explicaba con todo detalle el proyecto musical Omega, para Enrique Morente y Lagartija Nick. En el estudio, analizaba el poema 'Omega', las palabras que empleaba, los poemas para los muertos. Y planteaba una propuesta sonora con poemas concretos y su posible musicalización.
Ese estudio fue decisivo para que Enrique Morente se decidiera a grabar el disco:
Este artículo y el posterior es el resultado de conversaciones con Jesús Arias, algunas apuntadas por la trascendencia de sus reflexiones, de algunos de sus portagonistas y del manuscrito 'Omega' en el que analiza el poema de Lorca y desarrolla su visión sobre lo que posteriormente sería el disco, guardado como el más preciado regalo, que terminó de convencer a Enrique Morente. Dedicado, en especial, a la familia de Enrique Morente, a la de Jesús Arias y a Amalia Álvarez./J.I.P.