Crítica musical

Mardi ‘Grasnada’, una noche en Nueva Orleans

Cultura - J.T.G. - Jueves, 6 de Marzo de 2025
Una crítica musical sobre uno de esos conciertos de los que se sale con una sonrisa y ganas de vivir.
El sexteto, 'marchando' sobre el escenario del Alhambra.
J.T.G.
El sexteto, 'marchando' sobre el escenario del Alhambra.

El Mardi Gras es toda institución en la cultura popular de Lousiana, el final del carnaval de Nueva Orleans, el martes anterior a la llegada de la cuaresma cristiana. Una celebración similar a nuestro ‘Entierro de la sardina’ pero con las peculiaridades de una tradición mestiza en la que se revuelven costumbres llegadas de las culturas nativa, española, francesa y anglo, que se mezclan en aquellas tierras en un ‘ajiaco’ multitodo cocido durante siglos, desde el XVII al menos. Precisamente el mismo mix sonoro que tuvo como resultante también el nacimiento del Jazz. Y si unimos Jazz, el primigenio, el que se dirigía más a los pies que al cerebro, y carnaval, la suma determina una fecha eminentemente social, carnal, musical y festiva. Para conocer mejor ese ‘martes de grasa’ no hay nada mejor que ver la espléndida serie ‘Treme’ de la HBO.   

El Teatro Alhambra se acordó del Mardi Gras para cerrar su programación musical con un homenaje a aquel jazz feliz que floreció a la vera del Mississippi

El Teatro Alhambra se acordó de tan señalada fecha para cerrar su programación musical con un homenaje a aquel jazz feliz que floreció a la vera del Mississippi en las primeras décadas del siglo pasado, un estilo nada caduco y que mantiene su vivacidad tan lúdica y aprovechable como en aquellos lejanos días (para mayor interés tienen el reciente libro ‘Historia social del jazz primitivo’ del historiador granadino Rag Cuter). Un estilo que tiene aquí valedores como la Potato Head Jazz Band o el Swing Gang de Arturo Cid. En este caso ha sido esta segunda formación, un sexteto, el que animó tan celebrada fecha, y nunca mejor dicho, porque es de esos conciertos de los que se sale con una sonrisa en la boca y ganas de vivir. 

Cid y compañía (Víctor Samsa, Fernando Brox, Jorge Urbano, José Luis Zambrano y Sergio Díaz) recrearon la banda sonora de aquellos tiempos, y aunque no salieron de marcha por la calle, sí recibieron a la audiencia a pie de escalera y la despidieron entre las butacas

Cid y compañía (Víctor Samsa, Fernando Brox, Jorge Urbano, José Luis Zambrano y Sergio Díaz) recrearon la banda sonora de aquellos tiempos, y aunque no salieron de marcha por la calle, sí recibieron a la audiencia a pie de escalera y la despidieron entre las butacas, rompiendo la cuarta pared a mayor gloria de la comunicación directa (si bien, ¡ay! No hubo parasoles ni collares multicolores en la celebración). Esta pandilla de trajeados del Jazz Hot viene a ser a continuación de aquellos The Missing Stompers que tantas noches de gloria y risas nos dieron, de hecho parte de la alienación es compartida. Aquella marca fue una suerte de grupo humorístico de altísima calidad musical, y ahora recuperan ese espíritu, entre la Original Dixieland Band y Les Luttiers, con gags, simpatía y las presentaciones, tan eruditas como divertidas de Cid, un auténtico maestro de ceremonias. Impagables sus intervenciones, por las que conocimos, por ejemplo, la (rigurosamente cierta) línea dinástica que enlaza la Bourbon Street, epicentro del Mardi Gras, con nuestro Felipe VI. 

El repertorio incluyó algunos best sellers del ‘Jazz Caliente’ como el ‘Basin St. Blues’ o el ‘On the Sunny Side of the Street’ que tantas veces interpretaran Louis Armstrong y su grupo; espirituales compartidos tal que ‘Down by the Riverside’; cosecha propia en la televisiva y extraescolar ‘Conciertazo Blues’, y por supuesto las marchas fúnebres y los consecuentes y festivos ‘el vivo al bollo’ de vuelta, entre ellas ‘Bourbon St. Parade’ y la ‘famosa’ ‘When the Saints go Marchin' in’. Si los recetaran en la Seguridad Social habría menos lista de espera. 

Fotos: J.T.G.