Hace unos veinte años di unas clases de historia básica a un grupo de alumnos dominicanos. Incluso en 2010 fui a Santo Domingo a hablarles de lo mismo a los de otro curso. Mantengo relaciones con algunos por medios telemáticos. La mayoría han formado familia y están incorporados a la vida laboral.

Me refuta que, para él, Hispania ya ha dejado de significar tierra de conejos. Ahora, si arribara cuán romano del siglo II a. C., tendría que llamarla “Tierra de corruptos”. Por la infinidad de casos que brotan cada día; como surgían los conejos al paso de las legiones romanas

Empezaba mi lección sobre la Historia de España hablándoles del origen de la palabra que nos une −o debiera unirnos− a todos los de este país, esta nación y este estado. Simplificaba yo contándoles que España derivaba de Hispania. Y que Hispania fue bautizada por los pueblos que llegaron siglos antes de Cristo, es decir, los fenicios, cartagineses o los romanos. La llamaron así por el exagerado número de conejos que les saltaban al caminar por el finisterrae europeo.

Debí simplificar tanto mis lecciones del pasado de la España antigua y de la que vivíamos a principios del siglo XXI que aquellos jóvenes dominicanos me han estado machacando dos ideas desde entonces: “España, tierra de conejos” y “España va bien”. Como son tan aficionados a simplificar con el espanglish y utilizar métodos mnemotécnicos para acordarse, más de dos veces me han escrito “Terraco” y “Spaben”.

Tanto debieron creerse lo de “España va bien” que tres de ellos acabaron viniéndose a vivir a nuestro país.

En tan sólo un puñado de años ha cambiado el concepto que aquellos dominicanos, mis alumnos, tenían sobre España. En correspondencia reciente con uno que dirige un hotel en Playa Bávaro y otro que vive en Madrid me he llevado una desagradable sorpresa: me refuta que, para él, Hispania ya ha dejado de significar tierra de conejos. Ahora, si arribara cuán romano del siglo II a. C., tendría que llamarla “Tierra de corruptos”. Por la infinidad de casos que brotan cada día; como surgían los conejos al paso de las legiones romanas.

Otro dominicano, cuasi madrileño, acaba de comunicarme que “España va enmierdada”. Que está preparando su regreso a la isla caribeña. Porque ya no van tan bien las cosas por aquí.

Me temo que el siguiente que me escriba acabará abreviando el significado con el término mnemotécnico Spacrap. Es en lo que unos cuantos están convirtiendo esta Hispania nuestra: en una España de mierda.